Alberto San Juan y Guillermo Toledo, encerrados en la pesadilla cómica de 'El montaplatos'
MADRID, 17 (EUROPA PRESS)
Alberto San Juan y Guillermo Toledo protagonizan la obra teatral 'El montaplatos', una reflexión irónica sobre la servidumbre y el poder con la que su autor, Harold Pinter, se ríe del ser humano y que Andrés Lima dirige en esta ocasión. Las Naves del Español de Matadero acogerán esta nueva producción de Animalario desde este jueves y hasta el 11 de marzo.
La comedia, el histerismo e incluso la tragedia se mezclan en este montaje sobre las relaciones entre los seres humanos y la autoridad. Se trata de una “pesadilla cómica”, según ha explicado este martes Lima durante la presentación, porque aunque Pinter “se ríe de sí mismo y del hombre, la situación no deja de ser terrorífica”.
San Juan y Toledo interpretan a Ben y Gus, dos hombres que permanecen en un sótano a la espera de órdenes de la organización para la que trabajan. La posibilidad de la solidaridad y de la rebelión están latentes en este texto, donde se aprecia también, en palabras de Lima, un trasfondo de Caín y Abel, con ofrendas y sentimiento de culpa.
“El Montaplatos puede simbolizar el jefe de Gobierno, el jefe de la mafia, Dios, tu padre o tu madre”, explica Lima. Lejos de resolver dudas, Pinter plantea una incógnita: “¿Seguirán asumiendo las órdenes del poder o se rebelarán?”.
La tensión de la obra rozará “el histerismo” y, para ello, el espacio escénico ha sido adaptado para invitar al espectador a “sentarse y sentirse” dentro de un “zulo, un sótano misterioso y mortal, una ratonera en la que también se verá sometido a la tensión y al poder”.
“LA VIDA ES ABSURDA”
“Harold Pinter pensaba que la vida era absurda, una visión bastante realista, y esta función se adapta a esa definición”, señala Lima. “Ha llegado el punto en el que se ríen de nosotros, el 99,9 por ciento de los que están en el poder se sentirán identificados”, añade el director, quien considera que Pinter “nos llama tontos, porque en nosotros está la obligación de darnos cuenta, empezar a abrir los ojos y cuestionar”.
En este sentido, San Juan, quien repite con una obra de Harold Pinter, tras estrenar la obra 'Traición', ha destacado la vigencia de este texto. “En estos tiempos que vivimos, en los que hay un asalto del poder contra la ciudadanía, no viene mal una obra así”. subraya.
Toledo, por su parte, ha explicado que “los personajes están entregados a su trabajo en beneficio del poder”, algo “fundamental para perpetuar en el poder a quienes lo ostentan”. A diferencia de otras adaptaciones, en las que hay una preferencia entre la visión más cómica o más trágica, el actor sostiene que “hay que medir bien entre las dos”, porque “escoger una de ellas no es hacer bien la obra”.
En cuanto a los problemas financieros y de morosidad de muchos ayuntamientos propietarios de teatros, San Juan ha afirmado que no van a ir “a ningún teatro” con el que hayan tenido problemas. “Solo acudiremos a aquellos que hayan pagado siempre bien y de los que no hay por qué dudar, aunque nunca se sabe”, precisa.
Lima, por su parte, destaca que ahora hay que intentar que esto no vuelva a suceder. Para ello, cree necesaria una reflexión sobre todas las partes: “los cachés, cómo se organiza un teatro público, una gira y cómo sobrevive una compañía independiente, que cada vez es más difícil”.