La electrónica se rebela contra el streaming

MADRID, 18 (EUROPA PRESS)

“Vamos a mantener la música como algo especial, que le den a Spotify”. La compañía ST Holdings ha anunciado que los más de 200 sellos de música electrónica a las que representa abandonan los servicios de streaming de Spotify, Simy, Rdio y Napster, a los que considera “caníbales” de ingresos.

“STHoldings puede confirmar que hemos tomado la decisión de retirar todo el contenido de STHoldings distribuido por los servicios de música”, explica la compañía, que representa a 238 sellos independientes de música electrónica.

La empresa considera que podría ganar mucho más dinero a través de otros canales gracias a los artistas de dubstep, dance, techno y drum & bass que publican a través de las discográficas que ellos representan, como Dub Police, Sub Soldiers o Creative Source.

“Aunque esos servicios ofrecen una promoción entre millones de personas que escuchan música consideramos que esos servicios canibalizan las ganancias de otros servicios digitales más tradicionales”, señala.

STHoldings afirma que solo responde a las peticiones de algunos de sus sellos “preocupados de que estuvieran perdiendo ingresos por los servicios de streaming”. “La mayoría de nuestros sellos no quieren su música en ese tipo de servicios por los pobres ingresos y cómo afecta a las ventas”, añade.

Al mismo tiempo, la compañía considera que los servicios de streaming hacen que la música sea “menos especial” por su “explotación como algo de escaso valor”. “Citando a uno de nuestros sellos: Vamos a mantener la música cómo algo especial, que le den a Spotify”.

Según informa 'The Inquirer', de los 238 sellos que forman parte de STHoldings, solo cuatro han decidido mantenerse en los servicios de streaming con los que trabajaban: Spotify, Simy, Rdio y Napster.

Los servicios de streaming han sido concebidos por algunas discográficas como una forma de paliar las descargas ilegales, sin embargo, han sido acusados de aportar poco dinero a los artistas. Lady Gaga, por ejemplo, solo recibió unos 200 dólares en 2010, a pesar de que una de sus canciones había sido reproducida un millón de veces en Spotify.

Etiquetas
stats