Fernández de la Vega invoca a la solidaridad con África

La exvicepresidenta del Gobierno de España y actual presidenta de la Fundación Mujeres por África, María Teresa Fernández de la Vega, presentó este martes el libro Llévame a Farafangana, de José Manuel Devesa, en la sede de Casa África, en la capital grancanaria.

Unos dos millones de mujeres africanas sufren la fístula obstétrica, una dolencia que se origina por la mala atención en los partos o al ser éstos interrumpidos. Esa enfermedad, que no es otra cosa que una herida que se produce entre la vejiga y la vagina de la mujer, le genera graves complicaciones porque se convierte en punto de salida continua de su orina si no se la opera, práctica muy poco común por la escasez de medios en África. En definitiva, se trata de un auténtico drama que aboca a esas mujeres a la exclusión y al rechazo de su familia y de la sociedad.

Sensible a ese drama que conoce bien el cirujano José Manuel Devesa, con una dilatada experiencia como cooperante en África, el doctor ha querido plasmar las consecuencias de ese mal en un libro novelado que lleva por título Llévame a Farafangana. Tras su presentación hace días en Madrid, la obra fue promocionada este martes 26 de febrero en Las Palmas de Gran Canaria. El acto contó con el apoyo de la exvicepresidenta del Gobierno de España y actual presidenta de la Fundación Mujeres por África, María Teresa Fernández de la Vega, que aprovechó para difundir los objetivos marcados por dicha Fundación. Además, participó como anfitrión el director general de Casa África, Santiago Martínez-Caro.

En su intervención, Fernández de la Vega invocó a la solidaridad de todos los canarios para ayudar a poner fin a “la herida innombrable”, término con el que se refirió a la fístula obstétrica que según dijo se podría atajar poniendo remedio “con buenas prácticas sanitarios y una buena atención materno infantil”.

Ante una audiencia en la que se encontraban algunos destacados representantes socialistas, como los exministros Jerónimo Saavedra y Juan Fernando López de Aguilar, Fernández de la Vega manifestó su ilusión por celebrar dicho acto en Canarias, un lugar con el que según dijo mantiene “muchos vínculos personales” y al que siempre le gusta venir. “Qué mejor sitio que Canarias para hablar de solidaridad con África, aquí tan cerca”, señaló.

La presidenta de la Fundación Mujeres por África se mostró muy ilusionada por la labor que le ocupa actualmente. Según expresó, su objetivo principal es dar visibilidad al trabajo que realizan millones de mujeres en África y también a las miles de mujeres africanas que viven fuera y ponen todo su esfuerzo en mejorar las condiciones de su continente. Por ese motivo, en las últimas semanas se ha venido reuniendo con distintos colectivos de mujeres, procedentes de todos los ámbitos sociales y profesionales, para establecer sinergias que ayuden a propiciar desde la Fundación líneas de cooperación y desarrollo. “Solo si se cuenta con las mujeres, tendremos un mundo mejor”, remarcó.

Fernández de la Vega dio a conocer además el proyecto Stop Fístula que la Fundación que preside pondrá en marcha en el mes de abril en Liberia, como un paso más en la lucha por la erradicación de la fístula obstétrica. En un comunicado remitido por Casa África, se detalla que ese proyecto “tiene como actuación más relevante la apertura de una unidad de fístula, dedicada íntegramente a intervenir quirúrgicamente esta dolencia, en el hospital St. Joseph de Monrovia. Además”, continúa, “en este mismo centro se atenderán los primeros partos de jóvenes menores de 18 años, que son los que mayor riesgo tienen de generar una fístula. Todo ello de manera gratuita para las mujeres”.

Mientras se emprenden las acciones sobre el terreno para atajar ese mal, aquí en el primer mundo se intenta concienciar a la gente de la necesidad de colaborar para mejorar las condiciones de vida en África. En ese sentido cobra un papel destacado iniciativas como la protagonizada por José Manuel Devesa, apuntó Fernández de la Vega, quien le agradeció públicamente al cirujano su sensibilidad para plasmar por escrito sus duras experiencias.

Al tomar la palabra, Devesa explicó que el libro “no tiene ningún mérito literario. No se lea con ese propósito”, rogó. “Yo les pido que lo lean para que conozcan una realidad que me ha provocado fuertes emociones y que yo necesitaba dar a conocer”.

Devesa nos traslada a través de las páginas de su libro hasta Farafangana, una ciudad de Madagascar, a unos 400 kilómetros al sur de la capital del país, Antananarivo. Allí, el cirujano tuvo oportunidad de conocer muchos casos que no puede sacar de su cabeza, y entre ellos, algunos a los que ha ido recreando de manera novelada para aproximarnos al problema.

El libro, que ayer se encontraba a la venta en Casa África, puede ser localizado en las librerías. En caso de alguna dificultad, se puede contactar con la mediateca de la propia Casa África.

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