Saramago: ''Los escritores conocidos viven el castigo de las máscaras''
El Nobel de Literatura José Saramago dijo este sábado en Lanzarote que los escritores conocidos sufren el “castigo de las máscaras”, que consiste en tener que soportar la imagen que la gente se fabrica de ellos y con la que tienen que convivir, aunque no sea auténtica.
En su primer acto público tras una convalecencia por neumonía en la isla de los volcanes, el escritor portugués sostuvo que dichos escritores “llevan encima esa cruz como una fuerza, como una máscara que le han puesto sobre la piel y que no se pueden arrancar”.
“De eso han padecido unos cuantos escritores que yo he conocido”, afirmó el autor residente en Lanzarote.
Saramago hizo estas reflexiones durante la primera actividad de la Fundación José Saramago, cuya sede está situada en el pueblo de Tías, a escasos metros del domicilio particular del escritor.
La Fundación José Saramago arrancó con un diálogo entre el Nobel de Literatura y María Kodama, esposa del escritor argentino Jorge Luis Borges, uno de los creadores literarios que más ha influido en la obra de Saramago.
El escritor portugués reconoció su admiración por la obra de Borges y la influencia del escritor argentino en su obra, si bien bromeando dijo que “lo que faltaba ahora es estar contando aquí que si Borges no existiera tampoco existiría yo”.
Saramago explicó que las influencias pueden venir de dos formas y en ese sentido de refirió a “las que colocan a la persona influenciada en un estado de ánimo, si el choque ha sido muy fuerte, y entonces la persona se comporta un poco fuera de las normas, se torna obsesivo y se interroga constantemente sobre todo”.
Añadió que sin embargo hay otra forma de influencia, “que es más sólida; la de la filtración lenta, de un mundo, que es el mundo del autor del que estamos hablando” en el lector.
El Nobel portugués reconoció que “leer a Borges no es una tarea fácil” y afirmó que aunque la primera vez que el lector se acerca a su obra “puede” que “se quede con la idea”, aunque hay que volver a leerlo.
“En la segunda, la tercera o la cuarta lectura, uno se da cuenta de que lo que podía parecer una historia relativamente plana, tiene diferentes lecturas y aunque sea entre líneas hay algo para leer y es algo que no se encuentra fácilmente”, reveló Saramago.
En su intervención, Maria Kodama confirmó las palabras de Saramago sobre “el castigo de las máscaras” y recordó que Borges lanzó en su propia obra su discusión o análisis sobre su contradicción del escritor y el yo.
“Él decía que a la gente la gustaba la infelicidad y por eso siempre trataba de escribir sobre ella”, apuntó la esposa del Jorge Luis Borges.
Kodama definió al escritor argentino como un hombre “simpático, muy divertido y profundamente humilde” que sabía “tratar bien a los demás”.
Como escritor, reconoció que “estaba constantemente actualizando su propia obra hasta el punto de que ante una nueva edición siempre trataba de actualizarla o mejorarla”.
La presidenta de la Fundación Saramago, Pilar del Río, esposa del escritor portugués, adelantó que la entidad tiene previsto llevar a cabo actividades periódicas similares al encuentro mantenido entre Saramago y Kodama “porque queremos que aquí se divulguen ideas que queremos poner en marcha frente a las líneas planas que nos quieren imponer”.