El Gran Canaria se reconcilia con la victoria ante el Nizhny

Kyle Kuric fue el máximo anotador del Gran Canaira. (ALEJANDRO RAMOS)

Efe

Las Palmas de Gran Canaria —

El Herbalife Gran Canaria se impuso a un Nizhny Novgorod ruso (98-87) que opuso mucha mayor resistencia que en el encuentro de la primera vuelta, en un choque en el que el conjunto isleño, que tuvo a Kyle Kuric como máximo anotador con 18 puntos, se reencontró con la victoria, tras sufrir dos derrotas consecutivas en la Eurocup y la Liga Endesa.

El primer cuarto tuvo alternativas en el marcador, con un Gran Canaria que se distanció de inicio (8-3), apoyado en los triples de Oliver y Salin, pero el conjunto ruso se repuso e igualó a 10, gracias a un inspirado Kane.

Un triple de Gubanov daba ventaja por vez primera al conjunto visitante (10-13, tras un parcial de 2-10), y el técnico del conjunto insular, Luis Casimiro, decidía mover el banquillo y dar minutos a McCalebb, Kuric, Rabaseda, Aguilar y Pasecniks.

La reacción del Herbalife no se hizo esperar, y con un parcial favorable de 10-3 volvía a tomar el mando en el electrónico, que finalmente acabó con 20-17 en este primer cuarto.

En el segundo, la igualdad fue la nota predominante, no en vano el Nizhny, bien dirigido por Boynton y con un muy atinado Strebkov, llegaba al descanso dos puntos por debajo (43-41), y además cargaba con tres faltas personales a Pasecniks, que fue sustituido, con lo que se agravó la falta de pívot del Herbalife.

El conjunto ruso afrontó la segunda mitad tras haberse mostrado muy diferente con respecto al partido de la primera vuelta, en el que los grancanarios vencieron por 26 puntos de diferencia, y así, pese al acierto desde la línea de tres puntos de los aleros locales Salin y Kuric, el Niznhy entraba en el último cuarto con posibilidades de llevarse el triunfo (70-67).

Sin embargo, el Gran Canaria seguía llevando la iniciativa en el marcador (75-72) en los 10 minutos definitivos, aunque en el ecuador de este parcial el encuentro se convirtió en un correcalles.

Poco después, el equipo de Casimiro se aplicó en defensa y se soltó en ataque, con McCalebb y Kuric muy acertados en esta última faceta, con lo que lograba un 13-0 y se iba hasta el 88-72 a 2.59 para el término, que prácticamente ya sentenciaba el choque.

De ahí hasta el final, el combativo Nizhny solo pudo reducir las diferencias, pero no evitar la derrota (98-87).

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