“Emprender es más necesidad que vocación”

Thalía Rodríguez / Thalía Rodríguez

Las mentes inquietas de Carlos Bethencourt (Área legal), Javier Peña (Desarrollador iOS), José López (Experiencia de usuario), Joaquín Ocón (Desarrollador Android) se unieron hace un tiempo para desarrollar una aplicación novedosa, Kinder360.

¿Cómo surgió la idea que has convertido en tu propia empresa?

Realmente la empresa fue previa a la idea. Kinder360 forma parte de una serie de proyectos que son gestados con la idea de crecer como servicio hasta convertirse en producto. Team and Talent Technologies es el nombre de la empresa que formamos hace unos dos años con la convicción de encontrar soluciones tecnológicas a problemas de la vida real. Entre nuestros proyectos encontramos un directorio geolocalizado de comercios para zonas comerciales que hemos implantado con éxito en la mayor zona comercial abierta de Canarias: Zona Triana.

Kinder360 nace, cómo muchas ideas, de la casualidad. De los cuatro miembros del equipo, uno de nosotros es padre (por partida doble). El día que llegó a la oficina de la mano de su pequeña y sacó de la mochilita una agenda preescolar para leer lo que las educadoras habían anotado sobre el día en la escuela, los otros tres nos miramos y sabíamos que habíamos tenido la misma idea en el mismo momento. “¡Tú no puedes esperar 8 horas para saber cómo le va a tu hija en su centro de educación infantil!” Ahora que el correo es electrónico, los mensajes en botella son sms y las compras de navidad un paseo por diferentes 'marketplaces', es nuestro deber cambiar el paradigma de la comunicación escuela-familia.

¿Cómo fue el proceso de creación de la empresa?

Al igual que cualquier otro trámite burocrático en España: complejo. Somos un abogado, un diseñador y dos programadores haciendo a la vez de gestores, agentes de marketing, coordinadores, community managers, contables, etc. Es difícil lograr una estructura que sobreviva al duro mercado en el que competimos.

¿Qué tiene de innovador Kinder360?

Absolutamente todo. Pero por no extenderme y tratar de sintetizar los aspectos más innovadores del sistema diré que hemos optimizado la forma en qué se toman datos sobre los niños. Lo que antes suponía buscar una agenda de entre una pila desornada, ubicar la página del día actual y leer las anotaciones de los padres o anotar algo para ellos se ha convertido en, literalmente, una acción de 3 clicks sobre la pantalla de una tablet.

Todos los datos medibles que se obtienen sobre los niños son utilizados para generar gráficas de estadísticas que marcan la evolución temporal de los mismos. Algunos pediatras han quedado sorprendidos con la utilidad de nuestros informes. Cuando se trata de un niño hay que controlar cómo cuándo va al baño, cómo come y cuánto duerme. Eso es exactamente lo que nosotros evaluamos y mostramos en forma de evolución temporal.

¿Cuáles son los mayores retos con los que te has encontrado?

Probablemente el reto ha sido más personal que profesional. Cómo empresa, cómo proyecto y cómo modelo de negocio todo está bien atado. Pero nadie ha escrito un buen manual que nos enseñe a convencer al entorno de que estamos haciendo lo correcto al elegir trabajar 'gratis' durante meses. Entiendo que no es fácil para mi familia verme trabajar tanto por tan poco. Ahora el sistema está terminado, toca comercializar y recoger lo sembrado. Mi mayor reto ha sido no desistir a pesar de las dificultades, luchar por seguir haciendo lo que deseo, aunque me cueste más de lo que gano el simple hecho de ir a la oficina. No puedo perder, ni el más caro de los másters podría enseñarme todo lo que he aprendido haciéndolo todo desde cero. Clientes indecisos, proveedores con retraso en cada entrega... Aprendí que mis propios errores son parte del aprendizaje. “¡Qué me quiten lo bailao!”

¿Cómo valoras en la actualidad el ámbito del emprendimiento en España? (¿Ves más ganas ahora de emprender en España respecto a hace años?)

España está en un momento muy triste. No digo desafortunado, al fin y al cabo hemos elegido lo que tenemos. En la situación actual que atraviesa el país el emprendimiento es, por desgracia, una necesidad más que una vocación. Veo gente obligada a reinventarse profesionalmente cada poco para seguir vivos en un mundo capitalista que varía sus gustos y necesidades de forma frenética. Emprender es maravilloso, pero tiene un precio y un riesgo inherente: o triunfas o no te quedas a 0 (si no en números rojos).

Nos cuentan historias sobre gente como Steve Jobs desde Hollywood. Nos inspiran con programas en la televisión pública en los que gente muestra sus proyectos y 'emprendedores de éxito' que ahora son inversores te evalúan y te critican y, en contadas ocasiones, acceden a financiar tu proyecto por aquello de “esto es la tele” y en la tele siempre hay un guión.

La realidad es otra. Si tienes una buena idea, difícilmente encontrarás las personas adecuadas dispuestas a arriesgar tanto contigo. Si las consigues dudo que logres que un “business angel” invierta en ti y mejor no hablo de ir a pedir financiación en un banco, eso situaría este párrafo en la sección de humor. Pero lo peor de todo es que cuando lo has conseguido todo y tienes la idea, el equipo y el dinero, tienes que ser rápido y tener éxito o sólo tendrás un grupo de gente enfadada por arrastrarles contigo y un agujero en tu cuenta bancaria.

El problema es que no existe un cauce lógico a seguir para los emprendedores. A pesar de las ayudas, de los concursos, de los organismos obligados a maquillar la situación, a pesar de la ilusión y los inversores que consigas, todo dependerá al final de tus beneficios al cierre del ejercicio. No queda sitio para la paciencia en el mundo empresarial.

¿Qué veo? Veo proyectos efímeros que duran dos semanas en forma de powerpoint paseándose por las mismas salas ante los mismos jurados. Grandes ideas que no llegaron a nada porque no se les dedicó el tiempo necesario al conceptualizarlas. Eventos para emprendores llenos siempre de la misma gente pero con proyectos distintos. Parece que si tu app no triunfa en 2 meses ya no vale para nada. Si tu tienda no vende la primera semana es que algo se ha hecho mal y tenemos que replantearla.

A este país le falta aprender a emprender.

¿Estás de acuerdo con la afirmación: tiempo de crisis, tiempo de oportunidades?

Para nada. Sólo los ricos ven oportunidad en las crisis, por algo las generan ellos. Prefiero pensar que las oportunidades están siempre ahí y son las personas adecuadas las que sabrán explotarlas llegado el momento. Es erróneo lanzarse a buscarlas desesperadamente por el simple hecho de que si nadie te da trabajo tendrás que inventártelo tú mismo. Tiempo de crisis tiempo de “Compro Oro”. Felices fiestas.

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