La ingratitud de la historia con Federico Padrón

Este mensaje nos la podíamos aplicar los herreños con la figura de muchos ilustres de esta isla, que por la pasividad, falta de interés y alguna que otra mezquindad humana se van quedando en el olvido de la historia; al igual que uno pronunciado recientemente por el Papa Francisco en el que dice que “un pueblo que olvida su pasado, sus raíces, no tiene futuro. Es un pueblo seco”.

Hace ya unos cinco años del fallecimiento del herreño (2013), Federico Padrón Padrón, ingeniero técnico agrícola, el cual dedicó toda su vida a la agricultura como profesión y afición, y lo hizo como funcionario de la administración pública pero también como propietario de varias fincas en El Hierro. Otras de sus pasiones siempre fue el agua, entendiendo que la misma era vital para los herreños como medio de subsistencia.

Federico Padrón fue además un destacado líder político en los albores de la democracia, ocupando varios cargos en su larga trayectoria de vida política y partidista, luchando siempre por su isla natal, bien desde sus cargos a nivel insular y regional, como desde su condición de Senador en Madrid. En su currículum figurará siempre el haber sido el senador de la I Legislatura de la Democracia, curiosamente cuando la circunscripción era compartida Gomera-El Hierro.

La sociedad herreña nunca debe olvidarse que Federico Padrón, en la década de los 60 y siendo funcionario de la Jefatura Agronómica Provincial, le fue encomendada la labor de repartir una partida de árboles frutales con cargo al Plan de Adopción que permitió introducir una amplia variedad de frutales como naranjos, durazneros, limoneros para las zonas bajas y de medianía y manzaneros, perales, ciruelos, damascos, … Siempre le recordare ya en la etapa de la oficina de Extensión Agraria, y en su condición de consejero de Agricultura y Ganadería del Gobierno de Canarias en la etapa preautonómica asesorando con mucha paciencia e interés a los vecinos de El Golfo, explicándoles cómo se debían plantar los nuevos frutales, régimen de riegos, abonados etc.... También fue propulsor de la apertura de innumerables pistas agrícolas. En definitiva fue un defensor del sector primario.

Pero si había una obsesión de Federico Padrón con El Hierro era la repoblación forestal, una debilidad compartida también por su amigo el guardamontes del ICONA Zósimo Hernández. A ellos les debemos en gran parte la belleza de nuestros montes. Hace unos días vi un reportaje en el que salía un ganadero de El Pinar hablando de las cualidades forrajeras del tagasaste y como de un paisaje desértico de la meseta de Nisdafe se había transformado en inmensas llanuras plantadas de esta especie, que también le debemos su introducción a Federico Padrón.

También podríamos hablar de su entusiasmo por la introducción del turismo en El Hierro, siendo uno de los propulsores de la fundación del Patronato de Turismo. Su impulso a aquellas primeras y simbólicas jornadas Ecológicas, Gastronómicas, …, fueron los inicios del sector.

Federico Padrón, conjuntamente con otros políticos de la época democrática, lucharon denodadamente por la reivindicación histórica del túnel de Los Roquillos, por un puerto y aeropuerto en condiciones, por un nuevo hospital, por la mejora de todos los herreños, ….; pero quizás forma parte de esa larga lista de herreños que nunca llegaron a ser “profetas en su tierra”.

Federico fue un herreño de corazón, un luchador constante por su tierra, un agricultor ejemplar, y en suma un hombre enamorado de su querida isla de El Hierro, a la que siempre defendió. Tenemos calles, plazas, recintos públicos, distinciones, ….. pero las contradicciones de la vida, el único título que le hemos dado a su trayectoria es “ninguno”. Qué ingratitud histórica, ¿verdad?