La portada de mañana
Acceder
Gobierno y PP reducen a un acuerdo mínimo en vivienda la Conferencia de Presidentes
Incertidumbre en los Altos del Golán mientras las tropas israelíes se adentran en Siria
Opinión - ¡Con los jueces hemos topado! Por Esther Palomera

Maykol García: un superviviente del siglo XXI

Maykol García

Romina Cabeza Izquierdo

Valverde —

0

Ha pasado los últimos 15 años de su vida llevando a cabo diversos retos de supervivencia en diferentes puntos del mundo, como Gambia o Senegal. La aventura y la naturaleza son su gran pasión, por eso trata de combinarlas en su vida cada vez que puede. Al menos, una vez al año se pierde en un bosque, desciende un río o realiza cualquier tipo de reto, poniendo siempre en práctica todo lo que ha aprendido hasta el momento. Además de todo ello, imparte clases a aquellas personas que se quieren forman en este ámbito.

Quedamos con él en un espacio que conoce a la perfección, rodeado de distintos tipos de árboles y entre la vegetación que tanto le gusta. Acostumbrado a este tipo de entornos, se sienta en un viejo tronco y comienza a relatarnos cada una de sus experiencias. Maykol García, como así se llama este especialista en supervivencia, es una de esas personas que a pesar de contar con muchos miedos, como así reconoce en más de una ocasión, trata de enfrentarse a cada uno de ellos. “Es una de las principales herramientas para sobrevivir en cada entorno y tiene que existir, pero no puedes permitir que te paralice, hay que utilizarlo a modo beneficio”, aclara.

- Maykol, llevas años dedicado a asumir diferentes retos que quizás muchos no harían...

Me he centrado en los llamados nichos ecológicos, es decir, costas, bosques, desiertos… considero que cada entorno aporta muchísimo y El Hierro, en concreto, en muy poquito territorio tienes desde el malpaís que es desértico, hasta costas increíbles y montes. Esto hace de la isla y en general, de toda Canarias un lugar muy particular para la práctica y el estudio de las técnicas de supervivencia.

¿Existe el riesgo?

-Hablar de supervivencia, también es hacer referencia, a veces, al término riesgo. ¿No?

Está claro, así es. Te cuento, en los montes de El Hierro tenemos muy cerca la civilización, entonces si sales a la naturaleza, lo puedes hacer con total seguridad, porque justo al lado puedes encontrar un supermercado o un pueblo. Eso sí, siempre hay que tener especial cuidado con el factor tiempo, ya que aguantar el frío durante muchas horas puede generar hipotermia hasta en verano. Desde que comencé en esto, siempre he afirmado que Canarias es el escenario perfecto para practicar la supervivencia.

-Tras tantos proyectos y retos que has realizado. ¿En algún momento has llegado a tener miedo o pensar que tu vida corría peligro?

Desde luego. Tiene que ver con el entorno y para mí la supervivencia más dura es en alta mar. En su momento, mis abuelos tuvieron que abandonar las Islas en un barco de vela y tardaron en su travesía 72 días. Sobrevivir en esas condiciones es muy complejo.

Cuando me pongo a prueba trato de estar mucho tiempo en alta mar y esforzarme por saber qué hay en ese espacio, cuáles son las características de dicho lugar.

La mar forma parte del medio natural y lo que aporta como entorno biológico a las técnicas de supervivencia es muy profundo. Quisiera destacar un matiz, dentro de la supervivencia hay que sacar esos conocimientos que absorbes y llevar esos recursos a tu vida diaria. Una persona que se dedica a esto es capaz de aplicar todo en su día a día. Siempre digo algo: para sobrevivir hace falta cuatro elementos, fuego, agua, refugio y comida. Si cuentas con ello, no vas a tener ningún tipo de problema.

La supervivencia, aunque pueda parecer extraño, es una herramienta muy potente para tu día a día, puedes llevarla al mundo de la empresa. Por ejemplo, yo hago muchas actividades de este tipo. Sin ir más lejos, en breve recibiré un grupo de emprendedores belgas a pasar 10 días conmigo en la naturaleza herreña. Lo que ellos aprendan lo llevarán a su rutina diaria, pues se ven situaciones de liderazgo fuera del confort habitual.

Beneficios de la supervivencia

-Si tuvieras que definir tu profesión con varios términos, ¿cuáles serían?

A ello te respondo rápidamente. Me quedo con toda la gente que he podido conocer, cuando estas personas comienzan a entender lo que es la supervivencia en la naturaleza, dan un vuelco. ¡Ojo! No es lo que siempre nos han contado. Las distintas situaciones que se pueden generar las asumen muy bien y son capaces de llevar esas herramientas a las relaciones de pareja, al ámbito laboral o, incluso, a la familia. Cuando llevas mucho tiempo en esto, compruebas que suele aumentar la seguridad en quienes se animan a sumergirse en esta aventura, además de la psicología.

Esa superación personal que se consigue, o conocimiento de ti mismo, es lo más bonito de lo que hago. Quiero que todos sepan la influencia que tiene el medio natural sobre el ser humano.

-Los diversos retos los has llevado a cabo en puntos del mundo muy diferentes, estando El Hierro entre ellos...

Aunque parezca algo imposible, aquí en la isla pasé 30 días perdido en la naturaleza, solo una vez me tuve que esconder porque escuché gente. Estuve en la zona sur, y es cierto que puedes llegar a sentir miedo, tuve hasta fiebre. Recuerdo que tenía un punto de encuentro donde dejaba las tarjetas a mi pareja, ahí le especificaba lo que iba haciendo. Era una manera de que supiera que estaba bien.

El miedo es un gran instrumento para salir adelante, lo único que se debe hacer es aprender a controlarlo.

Próximo proyecto

-Reconoces que no puedes estar quieto, por lo que seguramente ya estarás pensando en tu próxima aventura...

Cada año dedico un tiempo de mi vida a I+D, es decir, a investigación y desarrollo en materia de superviviencia. En este 2019 estaré durante unos 30 días en la selva del Yucatán en México. Quiero ver y entender cómo sobrevivía el pueblo maya de esa región, ese es el objetivo que tengo para este año. Durante los primeros días el cuerpo está algo atropellado porque te cuesta salir de la mente urbana, hasta que van pasando las semanas y te vas adaptando.

En ocasiones tú quieres hacer todo ya y es la naturaleza quien marca las pautas y fija las normas. En la selva no se puede beber agua o comer cuando tú quieras, sino cuando ella te lo indica. Adquieres conocimientos sobre lo ciclos naturales y cómo integrarte en ellos, vas reconociendo plantas, ves cómo se comportan las mareas, o cómo influyen los astros en los animales. Cuando haces senderismo observas un plano o una imagen bonita, pero cuando haces supervivencia todo lo miras en tres dimensiones. Es la integración de un todo.

- ¿Cuál es la prueba más compleja a la que te has enfrentado?

Me vi en una situación muy dura en el parque las Hoces del Cabriel, que se encuentra en la frontera entre la Comunidad Valenciana y Castilla La Mancha. Estaba descendiendo un río cuando mi barca volcó y estuve a punto de morir. Gracias a que un amigo me rescató. Comprobé la sensación de no poder seguir batallando, pues mi cuerpo se paralizó.

- ¿Qué te dicen en la familia cada vez que decides emprender con algo nuevo?, ¿te apoyan?

Tengo un apoyo total por parte de la familia. Desde que soy un chiquillo me dedico al medio natural, a comprenderlo. Siempre he dicho que desde muy pequeño visto de verde.

Hace dos años descendí durante un mes el río Guadiana completo, en una barca de junco, hecha por un amigo y por mí. Ahí recorrimos desde las Lagunas de Ruidera, hasta Ayamonte en Huelva y mi familia fue a recogerme al final del río, ahí estaban esperándome. Fue una experiencia increíble.

Etiquetas
stats