La brecha digital y la muralla burocrática dejan a muchas personas incapaces de acceder a servicios esenciales
La digitalización de los servicios públicos en España ha generado más de un 80% de frustración entre los ciudadanos, según un estudio reciente. Aunque la incorporación de nuevas tecnologías ha facilitado muchos trámites que antes exigían interminables colas y largas esperas, también ha creado obstáculos desesperantes para muchas personas que carecen de los medios o de las competencias para acceder a ellos. Incluso los llamados “nativos digitales” se enfrentan a veces a problemas para realizar trámites “online”.
Una de las principales causas de esta frustración es la complejidad y farragosidad de los procesos administrativos. Los ciudadanos se enfrentan a formularios con un lenguaje incomprensible y la exigencia de abundante documentación, que a menudo ya está en poder de la Administración. Además, es obligatorio identificarse con la Clave Permanente o el DNI electrónico, lo que implica iniciar trámites paralelos con su respectiva cita previa en otras instancias si no se tiene de antemano. Estos obstáculos hacen que muchas personas desistan de pedir ayudas o realizar gestiones administrativas, o que acudan a registros físicos en busca de atención presencial, donde a menudo también se encuentran con problemas.
La brecha digital y la muralla burocrática también están dejando a muchas personas vulnerable e incapaces de acceder a servicios esenciales. España es uno de los países con mayor brecha digital en Europa, y esto está teniendo un impacto especialmente negativo en las personas mayores y en las zonas rurales. Además, la falta de empatía y de un trato adecuado por parte de la Administración está generando una sensación de desconfianza y desamparo entre los ciudadanos.
Para superar estos obstáculos y garantizar que la digitalización de los servicios públicos sea una herramienta efectiva para agilizar y facilitar las gestiones, es necesario simplificar los procesos administrativos y hacer que el lenguaje sea comprensible para todos. También es fundamental que se garantice el acceso a la tecnología y a la formación necesaria para utilizarla, especialmente para las personas más vulnerables.
La digitalización de los servicios públicos debe ser una oportunidad para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y hacer más eficiente la Administración. Sin embargo, en su actual estado, está generando frustración y dificultades para muchas personas. Es fundamental que se aborde este problema de manera urgente y se tomen medidas para simplificar los procesos y garantizar el acceso a la tecnología y a la formación necesarias para utilizarla. También es importante que la Administración muestre más empatía y trate a los ciudadanos de manera adecuada, con respeto y consideración. Solo así podremos aprovechar al máximo las ventajas de la digitalización y avanzar hacia una sociedad más justa y sostenible.
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