La digitalización acelerada por la pandemia transforma el sector de la floristería
La digitalización del sector de la floristería ha sido una tendencia en aumento en los últimos años, pero la pandemia de Covid-19 ha acelerado aún más esta transformación. El envío de flores y otros productos florales a través de internet se ha convertido en una opción cada vez más popular entre los consumidores, debido a la comodidad, la disponibilidad horaria y la amplia gama de productos disponibles. Además, la seguridad en el pago es otra ventaja importante de realizar compras en línea.
Esta digitalización ha abierto también un nuevo campo de oportunidades para el emprendimiento innovador. Un ejemplo de ello es Colvin, una start-up de venta de flores en línea fundada en 2016 por Sergi Bastarda y Andrés Cester, que cuenta con más de 190 empleados y centros de operaciones en Barcelona y Florencia. Actualmente, Colvin distribuye sus productos en España, Portugal e Italia, y en Francia lo hace en colaboración con Monsieur Marguerite. La visión de Colvin es crear un ecosistema digital que conecte a agricultores, mayoristas, floristas y clientes de manera más eficiente a través de la tecnología, según explica Sergi Bastardas, cofundador y co-CEO de la empresa.
Otra start-up que ha surgido a raíz de la pandemia de Covid es Floreando, una plataforma que permite a los agricultores de flor cortada de Andalucía Occidental vender sus productos directamente a los consumidores. La crisis sanitaria ha afectado especialmente a estos agricultores, ya que el cierre de fronteras y la disminución de la demanda en el mercado tradicional había dejado a miles de flores sin salida. Floreando ha permitido a estos productores recuperar parte de su negocio y llegar a nuevos clientes a través de internet.
La digitalización del sector de la floristería también ha contribuido a mejorar la eficiencia y la transparencia en la cadena de suministro. Una de las principales ventajas es la posibilidad de rastrear el origen de las flores y conocer las condiciones en las que han sido cultivadas. Esto es especialmente importante en un sector en el que la sostenibilidad y el respeto por el medio ambiente son cada vez más valorados por los consumidores.
En definitiva, la digitalización del sector de la floristería ha supuesto un cambio significativo en la forma en que se realizan las compras y se distribuyen los productos florales. Además de ofrecer comodidad y disponibilidad a los consumidores, la digitalización del sector de la floristería también ha brindado nuevas oportunidades de emprendimiento y ha mejorado la eficiencia y transparencia en la cadena de suministro. En un contexto de crisis sanitaria y económica, muchas empresas han visto en la venta en línea una forma de adaptarse y seguir ofreciendo sus productos a sus clientes. Además, la digitalización ha permitido a los agricultores llegar a nuevos públicos y recuperar parte de sus negocios, como ha ocurrido con Floreando en Andalucía Occidental.
Sin embargo, también es importante tener en cuenta que la digitalización no es una solución mágica y que no todas las empresas del sector pueden acceder de la misma manera a las herramientas digitales. Es fundamental que se promueva una mayor inclusión y se brinde apoyo a las pequeñas empresas y a los agricultores que todavía no han podido incorporarse a este cambio.
La digitalización del sector de la floristería ha supuesto una evolución importante que ha permitido a las empresas adaptarse a los cambios del mercado y seguir ofreciendo sus productos a sus clientes, pero es importante tener en cuenta que no todas las empresas pueden acceder de igual manera a estas herramientas y es fundamental promover la inclusión y apoyar a las pequeñas empresas y agricultores.
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