Ashton condena uso de munición contra manifestantes en Yemen
BRUSELAS, 5 (EUROPA PRESS)
La Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Catherine Ashton, ha admitido su “profunda preocupación” por “la violenta represión” y el uso de munición real contra manifestantes en las principales ciudades de Yemen los últimos dos días y ha dejado claro que la transición debe comenzar ya en este país, tal y como le trasladó al presidente yemení, Alí Abdulá Salé, en una conversación telefónica la semana pasada.
“Estoy muy preocupada por el deterioro de la seguridad y la situación económica. Reitero mi llamamiento para que se inicie una transición política ordenada sin retrasos con el objetivo de resolver la crisis actual y allanar el camino para reformas. Este es el mensaje que he trasladado personalmente al presidente la semana pasada: la transición debe comenzar ahora”, ha manifestado Ashton en un comunicado para condenar la escalada de violencia en Yemen.
La jefa de la diplomacia europea ha reconocido su “profunda preocupación” por la “represión violenta” de manifestantes los pasados días 3 y 4 de abril en las principales ciudades del país que se han cobrado “muchos muertos y heridos” que “contraviene compromisos anteriores” del Ejecutivo de Saná.
“La libertad de expresión y la seguridad de los manifestantes pacíficos no se están garantizando. Hablé con el presidente Salé la semana pasada y le insté a hacer honor a estos compromisos y dar instrucciones a las fuerzas responsables para que cesen inmediatamente toda la violencia. Esto tiene que producirse sin retrasos”, ha recalcado Ashton.
La Alta Representante ha insistido en que “el Gobierno y las fuerzas de seguridad deben respetar y proteger todos los Derechos Humanos y libertades fundamentales”.
Al menos quince manifestantes murieron este lunes después de que las fuerzas de seguridad yemeníes abrieran fuego contra una protesta antigubernamental en la ciudad de Taiz, al sur de Saná. Asimismo, hombres armados vestidos de civiles dispararon contra manifestantes en Hudaida, en el mar Rojo.
