Una jornada de clásicas anécdotas, olvidos y deseo de integración
Las primeras horas de la jornada electoral han transcurrido con normalidad, y como siempre, con algunas curiosidades, los clásicos olvidos y el deseo de integración de las personas con alguna discapacidad.
El récord en rapidez lo tiene la localidad riojana de Villaroya: a los once minutos de abrir de la mesa electoral, ya habían votado sus once habitantes.
Los tres únicos censados en el municipio toledano de Illán de Vacas, próximo a Talavera de la Reina, constituyeron la mesa electoral y esperarán a las 20.00 horas para ejercer su derecho al voto. “Estamos de conversación, leyendo el periódico y esperando que lleguen periodistas y algunos amigos; siempre hay algún periodista que viene a entrevistarnos”, ha comentado con sentido del humor Julián Renilla, alcalde de la localidad y miembro de esta mesa.
Mientras algunos ciudadanos cedían simbólicamente su voto a inmigrantes que no gozan de este derecho en España, el voto de Julia Miranda Martínez, conocida como la “abuela” del PSOE de La Rioja, está ahora en manos de la mesa de su colegio electoral, ya que, falleció el pasado martes en Pradejón, a los 101 años, pero después de, lúcida hasta el último momento, haber votado por correo.
No hay jornada electoral que se precie sin olvidos, esta vez, con Ángela Mena, la esposa del presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, y concejala de Cultura de Santa Cruz de Tenerife, que tuvo que regresar a su domicilio porque había olvidado el Documento Nacional de Identidad.
En estos comicios tuvieron su protagonismo las personas con alguna discapacidad, como Arsenio, un sordomudo vallisoletano, que es segundo vocal de una mesa electoral, acompañado de una intérprete de la lengua de signos que le ayuda a ejercer esta responsabilidad.
No es la primera vez que Arsenio participa en una jornada electoral, pues hace veinte años fue primer vocal y sin ninguna ayuda, lo que supuso un gran esfuerzo. Únicamente pudo relacionarse con el presidente de la mesa a través de la mímica.
En esta ocasión, solicitó asistencia a la Junta Electoral, que ha proporcionado un intérprete del lenguaje de signos, para que Arsenio no haya tenido que prescindir de actuar como vocal.
“Siento una gran emoción porque he votado por primera vez solo, sin ayuda”; “por fin nos sentimos normales”, han afirmado algunos de los invidentes que, por primer vez, han votado en unas elecciones de forma secreta, gracias a un novedoso procedimiento.
Las notas más dolorosa tuvieron lugar en sendos colegios electorales de Madrid y Valencia, donde una mujer de 89 años falleció por parada cardiorrespiratoria cuando estaba esperando su turno para votar, y un hombre de 77 años sufría un ataque cardíaco que le provocó la muerte.
En la localidad alicantina de Villajoyosa una anciana de 101 años tuvo que ser ingresada por los “nervios” de ir a votar.