Mueren calcinados 25 presos en una disputa entre bandas rivales

Al menos 25 presos murieron calcinados la madrugada de este jueves en un incendio provocado por una disputa entre bandas rivales en la hacinada cárcel de Ponte Nova, un pequeño municipio en el sudoeste de Brasil.

Según fuentes oficiales, un grupo de presos se amotinó y consiguió arrinconar a miembros de una banda rival en una de las 16 pequeñas celdas de la cárcel municipal.

Los amotinados prendieron fuego a los colchones de la celda en la que estaban sus rivales, pero el incendio, sin control, se extendió por gran parte del centro penitenciario de dos pisos.

La cárcel de Ponte Nova, un municipio de 57.000 habitantes situado a unos 120 kilómetros de Belo Horizonte, la capital del estado de Minas Gerais, tiene capacidad para unos 80 presos y en el momento de la pelea albergaba a 173, más del doble.

“El hacinamiento ayudó a aumentar las rivalidades internas. La municipalidad ya había advertido sobre la gravedad de la situación”, afirmó un portavoz de la alcaldía de Ponte Nova.

La policía cercó la cárcel y, tras fracasar en su intento de negociar con los amotinados, lanzó al interior gas lacrimógeno para recuperar el control del presidio.

El incendio sólo pudo ser sofocado después de que la policía recuperara el control con la única ayuda de un camión cisterna que pertenece a la alcaldía, ya que el municipio carece de cuartel de bomberos.

La policía halló calcinados a todos los presos que estaban en la celda que fue incendiada, aunque varios más recluidos en otras, algunos con síntomas de intoxicación y con quemaduras de diferentes grados, tuvieron que ser trasladados a los dos centros médicos.

Los internos que sobrevivieron fueron apiñados en el patio de la cárcel, donde permanecerán por tiempo indefinido debido a que las autoridades aún no saben si existen condiciones de seguridad para recluirlos de nuevo en las celdas.

Un grupo de ingenieros realizará una inspección para aclarar si el fuego llegó a causado problemas en la estructura de la edificación.

El comisario de Ponte Nova, Luis Carlos Chartume, informó de que la policía ha identificado a un grupo de veinte presos que lideraron la rebelión y prendieron fuego a la cárcel, y agregó que se ha abierto una investigación.

El estado en el que quedaron los cadáveres obligó al gobierno regional de Minas Gerais a enviar un equipo de médicos forenses a Ponte Nova para intentar identificar a los presos muertos.

En un comunicado, la secretaría regional de Seguridad Pública se comprometió a aumentar las inversiones con las que intenta “reducir el histórico déficit en el número de cupos en el sistema carcelario de Minas Gerais”.

En el plan de medidas que anunció esta semana para combatir la violencia en las ciudades, el Gobierno de Brasil anunció que destinará recursos para la construcción de 160 nuevos presidios en los próximos cuatro años.

Los motines, las peleas entre bandas rivales y el hacinamiento son comunes en las cárceles brasileñas, donde hay unos 419.000 internos pese a que la capacidad es para 292.000.

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