“Esta investigación nos ha permitido rescatar del olvido a Eustaquio García y González”
Los investigadores Antonio Javier Fernández y Mirtea Fernández Fernández presentan este miércoles en el Casino de Tenerife una obra titulada La Bruma del Roque en la que hacen un repaso a la biografía del gomero Eustaquio García Y González nacido en Vallehermoso en 1850 y fallecido en Madrid en 1926. Este gomero ilustre fue el primer alumno de la Isla que cursó sus estudios en la Universidad de Barcelona y uno de los primeros en doctorarse por la Universidad central de Madrid, hoy Complutense. En esta obra publicada por Ediciones Idea y apoyada desde la Consejería Insular de Cultura del Cabildo de La Gomera y el Ayuntamiento de Vallehermoso, se hace un recorrido por los acontecimientos más importantes de su vida. El acto de presentación correrá a cargo del doctor Carlos Javier Castro Brunetto, profesor Titular de Historia del Arte de la Universidad de La Laguna y presidente de la Alianza Francesa de Tenerife.
-¿En qué consiste exactamente la obra?
Antonio Javier Fernández: El libro hace un recorrido por la vida de Eustaquio García, acercando al lector no sólo al protagonista sino al contexto que lo rodea, una vuelta con retorno al pasado de las Islas. Se trata de una biografía rica en datos e información pero aderezada con pequeños detalles descriptivos que ayudan a comprender mejor el texto.
-¿Cuáles son los principales hitos de la vida de este gomero ilustre?
A.J.F.: Eustaquio nace en Vallehermoso a mitad del XIX, en el seno de una familia acomodada, lo que le permite convertirse en el primer gomero en cursar una carrera universitaria en Barcelona. Después de doctorarse en Medicina por la Universidad Central, y tras una breve estancia en Cuba, establece su domicilio en Santa Cruz de La Palma. Allí entronca con la poderosa Casa Yanes dedicada, principalmente, al comercio y transporte marítimo y ejerce su profesión en el Hospital de Dolores.
-Pero creo que también desarrolló una importante actividad política.
A.J.F.: Efectivamente, poco después, se presenta a las elecciones para la Diputación Provincial y es elegido por el distrito palmero, llegando a ocupar la Vicepresidencia de la misma. Por este motivo, traslada su residencia familiar a la capital tinerfeña. Participa de manera activa en la creación de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Santa Cruz de Tenerife, de la que formaría parte del primer Consejo de Administración. Está considerado, por tanto, como uno de sus fundadores, un honor compartido con figuras tan relevantes de la sociedad tinerfeña del momento como Juan Febles Campos, fundador del hospital psiquiátrico que lleva su nombre, Eduardo Domínguez Alfonso, primer presidente del Cabildo Insular de Tenerife o Fernando de Masy, director de la Compañía del Tranvía eléctrico de Tenerife y Cónsul de Bélgica, entre otros.
-¿Pero siguió vinculado de alguna manera con La Gomera y con Vallehermoso?
A.J.F.: Eustaquio nunca se olvidó su Isla natal, así en numerosas ocasiones pasó en Vallehermoso largas temporadas veraniegas. En una de ellas viajó a la Isla cargado de centenares de vacunas que administró, de manera gratuita, a los niños de la localidad.
-¿Qué otros personajes destacaron en esa época y entorno a la vida de García Y González?
A.J.F.: A lo largo del relato emergen otros protagonistas que ayudan a comprender mejor el entorno socioeconómico del momento. Quizás entre todos destaca Bernabé García y Castilla, su tío abuelo, un intelectual fascinante y una personalidad relevante del liberalismo español de principios del siglo XIX. Durante la Guerra de la Independencia participó de forma activa en la prensa apoyando la causa liberal, lo que le reportó una condena a diez años en el presidio de Melilla. Más tarde, fue diputado a Cortes por Canarias en el Trienio Liberal.
-¿Cómo transcurrió la investigación?
A.J.F.: Recopilar toda esta información nos ha permitido indagar en numerosos archivos y hemerotecas públicas y privadas, desde Barcelona a Madrid, pasando por otros puntos peninsulares. También, cómo no, hemos buceado en las Islas de La Palma, La Gomera, Tenerife y Gran Canaria. Esta investigación ha sido un viaje por el tiempo que nos ha encantado y enriquecido desde un punto de vista intelectual y personal. Y que nos ha permitido rescatar del olvido uno de tantos gomeros que el paso del tiempo, a veces, borra de manera inexorable.
