Un Carnaval “creado y mantenido por el pueblo”

Los Carnavales de Santa Cruz de La Palma no son los mejores del mundo, como aseguran algunos palmeros, pero sí es cierto que Los Indianos “es un número verdaderamente sugerente, original y muy llamativo”, en palabras del cronista oficial de la capital, Manuel Poggio Capote.

El Carnaval de la capital, explica Poggio, “ha sabido conservar la esencia de la fiesta tradicional. Se trata de un Carnaval creado y mantenido por el pueblo, ajeno a cualquier tipo de espectáculo y, sobre todo, cargado de teatralidad”. “Si repasáramos la historia más reciente de la fiesta nos encontraríamos con maratones, bandas de músicas, desfiles de circos y naciones, bodas o pregones del Carnaval ficticios e ideados sólo para el divertimento general”, añade.

El papel de los habitantes de la ciudad en esta fiesta ha sido “fundamental”, asegura Poggio. “La sociedad de Santa Cruz de La Palma es la que ha ideado esta forma de celebrar el Carnaval, y lo más importante: cuando los carnavales más próximos que contamos en el archipiélago se centraban en aspectos espectaculares, el de capital palmera, conducido por sus vecinos, optó por unas manifestaciones más tradicionales basadas en la espontaneidad”, sostiene el cronista.

El número más emblemático, sin duda alguna, dice, es “el Desembarco o la Llegada de los Indianos”. “Es una parodia iniciada en 1966, basada en el triste episodio de la emigración pero que, ha sabido recrear esta parte de nuestra historia en el mismo tono irónico y teatral que envuelve el Carnaval de Santa Cruz de La Palma, llegando a ser uno de los actos más singulares y originales de Canarias”, señala. “La conjunción de los Indianos y la Batalla de Polvos a partir de 1981, además, le otorgó al número una atmósfera verdadera mágica”, añade.

El Carnaval de Santa Cruz de La Palma, en opinión del cronista, “mantiene su esencia en buena medida”. “En los últimos años el Carnaval ha derivado mucho sólo hacia los Indianos. Quizás echemos de menos algunos de aquellos desfiles o recuperar el genial pregón apócrifo de los años setenta y primeros ochenta en La Pérgola. No obstante, la introducción del desfile de los Embajadores o el grupo que hace sus representaciones el sábado de Piñata desde hace unos años ha recuperado este espíritu por la parodia y lo teatral”, comenta.

Poggio concluye que “al igual que otras fiestas que disfrutamos en Santa Cruz de La Palma contamos con un tesoro de primer nivel; junto a los bienes artísticos, el patrimonio inmaterial de nuestra ciudad es valiosísimo”.

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