“La muerte de José María Quero en la costa de Barlovento fue también la muerte de Sanmao”

San Mao y José María Quero  en una imagen tomada en el Sáhara, donde residió la pareja.

Esther R. Medina

Santa Cruz de La Palma —

Fue una historia de amor que se truncó de forma trágica en aguas del litoral norteño. El investigador y cronista oficial de Santa Cruz de La Palma, Manuel Poggio, ha escrito una monografía sobre la estancia en la Isla de la escritora china Sanmao y su pareja, el submarinista José María Quero, natural de Jaén, que falleció ahogado en la costa de Barlovento el 30 de septiembre de 1979.

Los motivos que han llevado a Poggio a escribir esta obra, titulada El olivo y la flor del ciruelo, fueron, por un lado, según ha explicado a LA PALMA AHORA, “la relevancia de San Mao dentro de la literatura china contemporánea, que me hizo indagar acerca de sus pasos en La Palma. A ello, debe sumarse la trágica muerte de su marido, el español José María Quero, a los seis meses de su estancia en la Isla”. “Aunque ya había publicado un artículo sobre este tema, la iniciativa de este libro se debe a la consejera de Cultura y Patrimonio Histórico del Cabildo, María Victoria Hernández, que me encargó su redacción; no cabe duda que la transcendencia de sus protagonistas y los propios hechos que acaecieron han convertido a La Palma en una efímera página en la historia de la literatura china”, asegura.

Poggio había escrito un artículo sobre la pareja que se publicó en 2011 en el anuario de la Junta de Cronistas Oficiales de Canarias. “La presente monografía está construida sobre aquel artículo, y ahora se han corregido algunos errores e imprecisiones que había en el trabajo inicial”, comenta el cronista de la capital, quien se ha documentado para esta obra principalmente en fuentes orales. “En especial, la familia Quero o los amigos de Sanmao y José María Quero en La Palma y en Gran Canaria. Además de la correspondencia que conserva la familia Quero-Ruiz y otros conocidos de la Isla, algunos informes provenientes de la Ayudantía de Marina de La Palma, algo de la propia obra de San Mao y, por último, para datos muy puntuales, la prensa de la época”, detalla. “Esencialmente, el libro El olivo y la flor del ciruelo recoge las vivencias de un joven matrimonio en Santa Cruz de La Palma y, casi, las únicas fuentes con las que se contaba eran los testimonios de sus amigos y conocidos aquí”, precisa.

El libro, editado por el Cabildo y prologado por la escritora Elsa López, se encuentra aún en imprenta y será presentado el próximo 9 de mayo, a las 12.00 horas, en la Casa Salazar de Santa Cruz de La Palma en una ceremonia literaria en la que también estarán presentes, junto al autor y Elsa López, la consejera insular de Cultura, María Victoria Hernández, y el investigador Víctor Hernández Correa. El título de la obra, El olivo y la flor del ciruelo, alude “a los dos protagonistas. El olivo es José María Quero, originario de la provincia de Jaén, tierra de olivares. La flor del ciruelo es Echo o San Mao, uno de los símbolos tradicionales de la cultura china”, detalla.

Poggio ha intentado “hollar todos los aspectos posibles de la estancia del matrimonio Quero-Chen en La Palma, que aunque fue muy breve, tan solo seis meses, la aún relativa cercanía de los hechos ha permito bucear en muchos detalles y aspectos menores”, indica. De la investigación realizada, le ha sorprendido “el profundo recuerdo que dejaron en todas las personas que los trataron. En el libro se cuenta una anécdota muy hermosa de la familia Cáceres-Camacho en el duelo de José María Quero en la sala del cementerio de Santa Cruz de La Palma y que ejemplifica muy bien el cariño de todos sus amigos de la Isla”, afirma.

La estancia de Sanmao y Quero en La Palma fue “una casualidad”. “Él trabajaba como buzo en obras marítimas y surgió una oferta laboral en la ampliación del puerto de Santa Cruz de La Palma. De este modo Echo y José María llegaron a La Palma en marzo de 1979”, relata. Los seis meses residieron en los Apartamentos Rocamar de Santa Cruz de La Palma, y durante ese periodo, apunta Poggio, “Sanmao viajó con frecuencia a la casa familiar en playa del Hombre, en Telde (Gran Canaria) y otros lugares”.

La obra de san Mao que ha sido traducida al español “es muy poca”, apunta el autor de El olivo y la flor del ciruelo. “Únicamente algún poema y algunos cuentos de sus primeros libros. Por esta razón, la valoración que hago es a través de fuentes indirectas y que señalan que, aparte de su calidad literaria, San Mao se ha convertido en un icono para la mujer china contemporánea”.

La estancia de esta pareja en La Palma, en opinión de Poggio, debe ser “recordada, porque San Mao ha sido una de las escritoras chinas contemporáneas más importantes, lo que está motivando que cada año viajen hasta La Palma, al menos, una veintena de turistas chinos. Vienen, sobre todo, a conocer el lugar en el que descansa el marido de la escritora que tanto les ha fascinado e inspirado para sus propias vidas”.

El mirador que lleva el nombre de la escritora china y que levantó el Cabildo en la costa de Barlovento, es “una obra muy pensada del artista palmero Juan Alberto Fernández” que se ha convertido en un reclamo turístico. “También los lugares por lo que el matrimonio transitó en Santa Cruz de La Palma y, sobre todo, la tumba de José María Quero, están siendo visitados por viajeros asiáticos. En el cementerio, Alberto Cabrera realiza una intervención dirigida, sobre todo, a señalar la tumba de José María, convertida espontáneamente de esta manera en un lugar de meditación, respeto y ofrenda”.

La muerte de Quero tuvo un fuerte impacto emocional en la escritora china. “Sin duda marcó a Sanmao para el resto de sus días. Echo Chen no volvió nunca a recuperar el ánimo y doce años más tarde se quitó la vida. El matrimonio se encontraba muy unido. No en vano, José María Quero había proporcionado a su mujer la tranquilidad y el equilibrio que tanto había ansiado. Téngase en cuenta que San Mao rompió con muchos esquemas sociales de su tiempo y ello le acarreó cierta inestabilidad emocional que fue restituida por José María. La muerte de Quero en la costa de Barlovento el 30 de septiembre de 1979, en cierto modo, fue también la muerte de Sanmao”.

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