Los jóvenes que pasaron de los pasillos del instituto a ayudar a los vecinos afectados por el volcán

En el pabellón deportivo de Los Llanos de Aridane se acumulan enseres para los afectados por la erupción del volcán

Miguel Calero / EFE

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La erupción del volcán de Cumbre Vieja, en La Palma, ha dejado innumerables imágenes de solidaridad. Solo en Los Llanos de Aridane, uno de los municipios más afectados por este proceso volcánico, 2.000 personas, la mayoría jóvenes, se han inscrito como voluntarios para ayudar a los vecinos afectados.

El incesante ir y venir de gente y de recursos en torno al recinto ferial de El Paso tiene detrás un equipo humano diverso y la organización y las necesidades de cada punto se cubre gracias a grupos de WhatsApp y redes sociales.

Y son los jóvenes los que, una y otra vez, acuden a la llamada.

La actividad lectiva para los municipios de Tazacorte, El Paso y Los Llanos de Aridane, quedó suspendida desde el mismo lunes 20 de septiembre, día después de la erupción del volcán, y afectó a unos 4.400 alumnos. Los estudiantes, ahora con un tiempo libre inesperado, se dispusieron para ayudar a sus vecinos y compañeros evacuados por la erupción del volcán.

El turno de mañana en el centro de recogida y reparto de El Paso se nutre principalmente de estos jóvenes que quieren hacer lo posible para volver a la normalidad. Ya sea doblar ropa, catalogar juguetes, descartar lo que está en mal estado; los adolescentes se mueven por el Recinto Ferial con energía, exentos del cansancio de las miradas adultas.

“Tenemos más energía, pero también estamos preocupados” cuenta un grupo de tres chavales de 16 años. “Tenemos compañeros y profesores afectados directamente por el volcán, lo mínimo que podemos hacer es echar una mano”, comentan.

Los grupos de WhatsApp que antes utilizaban para recordar las tareas y ponerse de acuerdo para trabajos grupales, ahora los utilizan para organizar recogidas solidarias y darse fuerzas unos a otros.

Buscan la manera de hacer llegar, además de todos los recursos necesarios, un apoyo emocional distinto al oficial.

Ahora estos jóvenes voluntarios se saludan mientras están descargando cajas o atendiendo a los animales evacuados, en lugar de hacerlo entre los pasillos del instituto o en el patio de recreo.

Aún enfrascados en las tareas del voluntariado, a algunos de estos jóvenes -alumnos de Bachillerato- les preocupa cuándo podrán volver a las clases. “La EBAU no espera por nadie”, nos relatan sin parar en su trabajo. “Una solución momentánea sería la vuelta a las clases online. No es ideal, pero por lo menos podríamos avanzar con el temario”, indican.

La concejala de Educación del Ayuntamiento de El Paso, Elena Hernández, señala en este sentido que la vuelta de la actividad, al menos para los profesores, podría producirse este lunes en los tres municipios afectados, “si así lo determina la Consejería de Educación y el volcán no lo impide”.

Elena Hernández comenta que unos 50 jóvenes de distintas edades pasan a diario el tiempo que pueden, colaborando y ayudando como uno más. “Ellos todavía no quieren que vuelvan las clases, si fuera por ellos seguirían aquí, ayudando en todo lo que hiciera falta”

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