Residuos ¿Qué es el puerta a puerta?

El Puerta a Puerta, también denominado PaP es un sistema de recogida de Residuos Sólidos Urbanos (RSU) donde se lleva a cabo una recogida selectiva de los residuos municipales que se fundamenta en la entrega segregada de las distintas fracciones de los residuos en origen, con un calendario preestablecido, y sobre las que se debe poder efectuar un mínimo control de calidad. Para que se entienda cada día de la semana hay asignado un tipo de residuo, por ejemplo, martes y viernes se saca a la calle la materia orgánica, los miércoles se saca el papel, y así según que días.

La recogida selectiva puerta a puerta puede efectuarse para la totalidad de las fracciones presentes en los residuos municipales ordinarios: fracción orgánica de los residuos municipales (FORM), fracción resto, materiales reciclables como vidrio, papel y cartón, envases, fracción inorgánica de los residuos municipales (FIRM), multiproducto, etc. Pero para que una isla le sea reconocida técnicamente la adopción del sistema mencionado, ésta deberá efectuar, como mínimo, la recogida selectiva puerta a puerta de la FORM, y de la fracción resto (o alternativamente, de la FIRM), siendo esta última elección la que debe de empezar a implantarse en La Palma sin dilación, para no interferir desde un primer momento en las inversiones que desde el Cabildo de La Palma se han hecho en las recogidas selectivas de envases, vidrio, papel y cartón.

¿En qué beneficia a La Palma la recogida selectiva puerta a puerta? Inicialmente se debe de destacar un estudio de la Agencia de Residuos de Cataluña, dependiente del Departamento de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat de Cataluña, el cual revela que el coste global de gestión por habitante es menor que el establecido cuando se utilizan contenedores en la calle. El segundo beneficio es que la población para evitar separar los residuos en su casa, y tener que bajar según que días determinados residuos, empieza a reducir la basura generada, y por tanto al tener que gestionar menos basura, los costes de transporte y tratamiento también son menores, disponiendo la Isla de una gestión más económica de los residuos. En tercer lugar, los materiales al no estar contaminados, al no contener impurezas, permiten la obtención de subproductos de mayor calidad, que pueden ser vendidos a los recicladores. En cuarto lugar, el proceso de recogida selectiva en origen de la materia orgánica, como restos de comida o restos vegetales, permite que en lugar de obtener en el Complejo Medioambiental un material bioestabilizado que la actual normativa no permite comercializar ni utilizar como abono orgánico, se obtenga un compost de alta calidad, muy necesario en una isla que sigue siendo agrícola.

En cuanto a las consideraciones políticas, según qué comunidades autónomas ha sido un partido político u otro el que ha impulsado esta práctica ya muy extendida en ciudades como Florencia, Bruselas, San Francisco, etc. Por ejemplo, en Mallorca comenzaron con esta práctica los ayuntamientos populares de Llubí, Vilafranca de Bonany y Fornalutx; en Cataluña un municipio socialista como Tiana, con continuidad por decenas de municipios de Convergencia i Unió, siendo hoy en día 106 municipios de Cataluña los que llevan a la práctica este sistema. En Euskadi comenzaron los del PNV y hoy en día es Bildu el que promueve esta práctica. Es obvio por tanto que no depende de consideraciones políticas si no de trabajar para mejorar nuestra Isla.