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1938. Un barco nazi visita La Palma

Imagen antigua del velero 'Horst Wessel'.

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Era 1938, que llamaban y proclamaban ser el “Tercer año Triunfal”. En julio de 1936 la isla canaria de La Palma “quedó sometida” por la sublevación a la República, legalmente constitucional, del ejercito que comandaba el general Francisco Franco. El cañonero Canalejas dejó memoria entre los palmeros con sus cañonazos en la bahía de Santa Cruz de La Palma, concluía la llamada “Semana Roja de La Palma”. Por esos días muchas familias buscaban, y lo siguen haciendo, a palmeros leales a la República y otros, mujeres y hombres, sufrían represión, maltrato y prisión.        

En la aridanense calle Convento Nieves Torres lloraba tristemente la ausencia forzosa de dos de sus hijos, a los que amaba por igual. A Manuel, padre de familia, una fría noche se lo llevaron, con alpargatas nuevas y la única chaqueta que tenía, y nunca más se supo si era vivo o muerto. Al joven Goyo lo “movilizaron para la guerra” y murió en la batalla del Ebro en el bando “azul”. Nieves lloró amargamente toda su vida el no poder dar digna sepultura a Manuel y a Goyo, víctimas directas de dos ideologías políticas enfrentadas. La madre que los amamantó no cobijó en sus sentimientos diferencias políticas, ambos eran sus hijos.

La isla no conoció la guerra de trincheras, con los dos bandos militares enfrentados. El parte de guerra de las tropas sublevadas lo publicaba diariamente la prensa local. Por el contrario el parte de guerra del ejército de la República era silenciado.

Ese era el momento social y político que estaba viviendo la isla con una profunda y dolorosa división ideológica cuando el Diario de Avisos, el 23 de diciembre de 1938 y en plena guerra civil, destacaba en primera página el “Parte oficial de guerra” que emitía diariamente el “Cuartel del Generalísimo”, en ese momento en Salamanca. 

En esa misma primera página, de 23 de diciembre de 1938, el rotativo palmero, decano de la prensa de Canarias, daba cuenta de la visita a La Palma del barco alemán “Horst Wessel”, fragata escuela, a vela, de la marina alemana del régimen nazi, el Tercer Reich.

La sociedad palmera en esas fechas estaba dividida y sufriendo la crueldad de la muerte de la guerra civil y de la represión por los llamados “paseos”, sin retorno, hacía los montes  de los “alzados”. Unos y otros vieron llegar a la isla a más 200 personas luciendo indumentaria militar alemana con relucientes entorchados y relucientes insignias del Tercer Reich. Unos se sobrecogieron por lo que pudiera significar y otros, por el contrario, sentían satisfacción grata ante tal manifestación.

Pocos meses antes, el 21 de agosto de 1938, el canciller alemán, de triste recuerdo, Adolf Hitler visitó el mismo barco-escuela navegando, en aguas germanas, en el durante una hora antes de volver a puerto. Unos dos años antes, en 1936, el conocido político nazi y militar Rudolf Hess dio un discurso en el acto de botadura del velero escuela en presencia del mismísimo canciller y dictador Adolf Hitler y de la madre de Horst Wessel, madrina del buque con la tradicional botella de champán.

El buque recibió su nombre y en memoria del líder y activista de las SA de Berlín, Horst Wessel, que tras su muerte, al parecer a manos de dos comunistas del KPD, fue declarado mártir del partido nazi, Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán (NSDAP).        

Procedente de Tenerife el 19 de diciembre de 1938 el velero Horst Wessel se encontraba atracado o fondeado en la bahía Santa Cruz de La Palma. Las autoridades locales de ese momento le ofrecieron agasajos y regocijos a la tripulación y oficiales quienes realizaron varias excursiones por la isla.        

El lunes 19 el “Comandante y Oficiales del ”Horst Wessel“ hicieron una corta excursión a Breña Alta y Velhoco, ”y por la noche fueron invitados a cenar por el Vice-Cónsul don José E. Cabrera González [comerciante y gerente de la empresa Juan Cabrera Martín] en su domicilio particular“.

El martes 20 visitaron La Cumbrecita “admirando el panorama que desde allí se domina, y que abarca las abruptas cimas de ”La Caldera“, con los maravillosos mirajes del ”Taburiente“. Posteriormente la comitiva regresa ”a Los Llanos para almorzar en la popular “Fonda de Juana” [regentada por la conocida Juana Tabares] habiendo luego sido invitados por el Sr. Alcalde de aquella ciudad don Santiago Alórzaga a café y licores en el Ayuntamiento“.

Después de regresar de la excursión por el valle asistieron a un banquete de gala en el “Gran Hotel Florida”, invitados por el Cabildo Insular, pronunciado un discurso el delegado del gobierno José López Martín-Romero quien “hizo el ofrecimiento del Banquete, en nombre del Presidente del Cabildo” [Esteban Pérez González hermano de Blas, quien fue Ministro de la Gobernación (1942-1957)]. A estas palabras el comandante alemán August Thiele [vice-almirante en la 2ª Guerra Mundial. Hecho prisionero  por los británicos en 1943 y puesto en libertad en 1946] respondió: “dando las gracias por la serie de agasajos y múltiples atenciones que han tenido con todos ellos y recordando una frase de Excmo. Sr. General Valderrama, comandante militar de Canarias, de que ”ellos, cuando estaban en Tenerife, no eran tratados como Huéspedes, sino como hermanos“.

La crónica de la estancia alemana en la isla continua diciendo: “Doscientos marinos, hicieron el miércoles una excursión a Mazo, invitados por el Sr. Delegado del Gobierno, habiendo sido invitados en el Ayuntamiento de dicha villa, con ricos vinos, pastas y tabaco”.

Termina el cronista diciendo que “ayer por la mañana, salieron de excursión para el Norte de la isla, teniendo ocasión de admirar las bellezas de los renombrados paisajes del ”Cubo de la Galga“, Puntallana. Para esa noche estaba previsto un baile en el Circo de Marte organizado por la Falange Española Tradicionalista y de las J.O.N.S”.

El velero Horst Wessel después de participar en la 2ª guerra mundial pasó como botín de guerra a Estados Unidos y hoy sigue navegando en la flota de la Guardia Costera americana prestando servicio como buque escuela de los futuros oficiales de la propia Guardia Costera. En la actualidad es el único velero, junto con el USS Constitution, que permanece en servicio militar en Estados Unidos.

Así fue la visita “Horst Wessel”, velero escuela de la por entonces Alemania nazi a la isla de La Palma. La conclusión que hemos sacado, de la estancia germana en la isla, es que debió ser acogida con recelo, amenaza, miedo y preocupación por parte de los palmeros fieles a la República y por el otro lado, por los que lucían camisas azules y apoyaban el golpe de estado a la República, de satisfacción de haber tratado a los nazis no como “huéspedes, sino como hermanos”. 

María Victoria Hernández, cronista oficial de la ciudad de Los Llanos de Aridane (2002), miembro de la Academia Canaria de la Lengua (2009) y de la Real Academia Canaria de Bellas Artes San Miguel Arcángel (2009)

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