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Paz, libertad y liberalismo

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El concepto liberal

no es fácil de definir

y es frecuente discutir

su confusión conceptual.

Para mí no es natural

que a liberal se haya dado

un sesgo tergiversado,

ajeno al del diccionario,

a veces estrafalario,

además de interesado.

Jócamo, 23.VII.2023. Elecciones generales

NOTA: Paz, libertad y liberalismo, tres conceptos entrelazados que no siempre entendemos de la misma forma. En cuanto al significado de paz y de libertad, la controversia es menor. No ocurre lo mismo con el término de liberal o liberalismo, que ya de entrada se califica de “polisémico”.

Aplicado como calificativo a una persona significa: “que es tolerante y respeta las costumbres y opiniones de los demás, iguales o diferentes a las propias”.

Como doctrina política, económica y filosófica, el liberalismo defiende como idea esencial el desarrollo de la libertad personal individual como forma de progreso social. Basado en ello, apuesta por la igualdad ante la ley y la limitación de los poderes del Estado. En lo económico defiende la iniciativa privada y el libre mercado (capitalismo).

Más o menos acordes con esos principios, existen diferentes corrientes, movimientos o tradiciones liberales. Por ejemplo, el liberalismo anglosajón apuesta por limitar los poderes del Estado, mientras que el francés defiende un Estado fuerte, que garantice igualdad ante la ley y ausencia de privilegios.

En España, el liberalismo se asentó con la Constitución de Cádiz (1812), defendida por los liberales progresistas, frente a los conservadores tradicionales.

Entendido de este modo, ser liberal significaba defender la libertad y el progreso social de las clases menos favorecidas, frente al conservadurismo reaccionario de la clase burguesa acomodada.

Hoy los términos parecen más confusos y muchos llaman liberales a los conservadores de “derechas” y socialistas y comunistas a los progresistas de “izquierdas”.

La ceremonia de la confusión está servida y cada vez resulta más difícil qué plato elegir, para no morir de inanición.

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