Los científicos establecen un plazo de diez días para dar por finalizada la erupción
La falta de actividad volcánica desde el lunes por la noche, verificada tanto en las pautas observables como en las mediciones en los sistemas de vigilancia, corrobora el agotamiento del volcán de La Palma, pero los científicos han establecido un plazo de diez días sin incidencias para dar por finalizada la erupción.
A la ausencia de señales eruptivas de los dos últimos días en cuanto a emisión de lava, sismicidad, tremor y deformación del terreno, se ha sumado el indicador que faltaba para corroborar la buena evolución de la crisis volcánica, las emisiones de dióxido de azufre en el penacho, que desde el martes a partir de las 14.00 horas han registrado por primera valores extremadamente bajos.
El hecho de que finalice la erupción no quiere decir que haya terminado la emergencia, el acceso a las zonas cercanas a las coladas y el regreso de los evacuados a sus casas requiere un “periodo de seguridad”, ha puntualizado María José Blanco, portavoz del comité científico del Plan Especial de Protección Civil y Atención de Emergencias por Riesgo Volcánico en Canarias (Pevolca).
Miguel Ángel Morcuende, portavoz del comité técnico del Pevolca, ha indicado que los vecinos podrán regresar a sus viviendas “en un futuro más o menos cercano, pero no va a ser en breve”.
“Estamos estudiando y monitoreando las variables para que no haya problemas a la hora de volver con seguridad”, ha indicado Morcuende.
El portavoz ha hecho un insistente llamamiento a las personas que accedan a las zonas evacuadas por razones de limpieza de las casas u otros motivos para que tengan especial cuidado con la presencia de gases, sobre todo monóxido y dióxido de carbono en lugares como garajes subterráneos, cuevas, sótanos o bodegas.
El martes, una persona tuvo que ser atendida por mareos en Puerto Naos, donde la Guardia Civil ha precintado un aparcamiento subterráneo, ha expuesto Morcuende para mostrar la gravedad de esta amenaza para la salud de las personas.
Es importante no entrar en zonas subterráneas sin estar acompañados de personal del Pevolca con medidores de gases, así como abrir ventanas y ventilar las edificaciones en superficie antes de acceder a ellas, sobre todo en la zona sur de la emergencia volcánica, ha insistido el portavoz.
Superficie afectada por la lava
Morcuende ha facilitado las últimas mediciones sobre la superficie afectada por la crisis volcánica y ha confiado en que sean los datos definitivos: las coladas ocupan 1.198 hectáreas, que suben a 1.221 si se incluye el cono volcánico; los dos deltas lávicos suman 48,02 hectáreas, de ellas 5,05 correspondientes al delta más al norte; y la anchura máxima cubierta por coladas es de 3.350 metros.
A partir de dos imágenes térmicas de la zona de coladas cercanas al cono tomadas ayer martes y este miércoles, Morcuende ha indicado que la temperatura superficial ha bajado, pero se mantiene por encima de 400 grados, lo que significa que aún transcurrirá tiempo hasta que se enfríe el terreno.
María José Blanco ha explicado que aún queda un remanente de lava circulando por los tubos volcánicos y en algún punto concreto también por la superficie, si bien se observa en áreas cada vez más alejadas del cono.
“No hay constancia de flujo de lavas desde la base occidental del cono principal a partir de salideros volcánicos. En el delta lávico de la zona de Las Hoyas la colada que discurría sobre lavas anteriores se ha detenido. La actividad fumarólica es puntual y esporádica, concentrándose en la zona de los centros eruptivos”, detalla el informe científico de este miércoles.
La portavoz científica ha ratificado que la señal de tremor, un indicador del movimiento del magma bajo la superficie, ha desaparecido por completo hasta el nivel habitual de “ruido de fondo”, una circunstancia que ha permitido en las últimas horas la detección de terremotos de menor magnitud y cercanos a la superficie que anteriormente quedan ocultos.
La calidad del aire en las zonas pobladas en cuanto a dióxido de azufre se mantiene buena en todas las estaciones, y en cuanto a partículas de menos de 10 micras (PM10) está en nivel razonablemente bueno a bueno, excepto en Los Llanos de Aridane, donde está en nivel desfavorable.
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