Un establecimiento hotelero con mucho arte
La Hacienda de Abajo, el primer hotel emblemático de Canarias, que acoge una relevante colección artística integrada por más de 1.100 piezas, localizado en el casco histórico de Tazacorte, ha sido inaugurado oficialmente este sábado por los ministros de Industria y Turismo, José Manuel Soria, y Asuntos Exteriores y Cooperación, García-Margallo. “Tengo que felicitar a los artífices de esta obra perfecta en la que hay una simbiosis entre agricultura, turismo, arte e historia”, señaló Soria. “No creo que haya un hotel en el mundo que acumule tanto arte”, aseguró el titular de la cartera de Turismo, al tiempo que advirtió que “cada vez hay más destinos turísticos en el mundo, por lo que es importante apostar por la diferenciación en el producto, y este hotel es un buen ejemplo de ello, es un paradigma, un producto extraordinario, de excelencia”, resaltó.
El Hotel Hacienda de Abajo, que cuenta con 32 habitaciones, es el resultado de una cuidadosa rehabilitación de una antigua hacienda azucarera del siglo XVII, cuya singularidad ha sido reconocida oficialmente como hotel emblemático, un sello reservado para aquellos recintos que constituyen un bien inmueble y que se integran en el patrimonio histórico del Archipiélago. Las familias de los Marqueses de Villafuerte y de Sotomayor fueron los constructores del edificio. El ministro García-Margallo destacó que la Hacienda de Abajo “es una obra colectiva de muchas generaciones” y abogó por “crear una marca para premiar estos proyectos que nacen del corazón y de una enorme pasión”.
Aunque el hotel abrió sus puertas hace algo menos de un año, la inauguración oficial ha tenido lugar este sábado con una importante representación del Gobierno central. “La presencia de los ministros Soria y García-Margallo supone un gran espaldarazo al establecimiento y es una muestra de apoyo al sector turístico en unos momentos difíciles”, resaltó Enrique Larroque del Castillo-Olivares, uno de los propietarios del recinto y descendiente de las familias que construyeron la hacienda azucarera, quien se encargó de mostrar a los invitados las singulares dependencias.
En la ceremonia inaugural intervino, en representación de las familias propietarias, el niño Luis López de Ayala, quien recordó “el ejemplo de austeridad, trabajo incansable y sacrificio” de sus antepasados. “Nuestra familia ha sido emprendedora y de espíritu inquieto, con una vida de duro trabajo y buen hacer”. “Este hotel es una casa y una familia, no un simple hotel”, recordó, al tiempo que destacó que “ésta es otra forma del entender el turismo, donde se unen medioambiente, arte y tradición, y una apuesta por la verdadera calidad”.
Enrique Larroque explicó que la Hacienda de Abajo “alberga más de 1.100 obras de arte, una magnífica colección de tapices de los siglos XVI al XVIII, franceses y flamencos, una excelente colección de arte oriental, una muy buena pinacoteca, desde el siglo XV al XIX, y una serie de elementos decorativos que lo hacen realmente singular”. Hacer realidad este ambicioso proyecto ha supuesto “una inversión de millones de euros y muchos años de sacrificio, porque reunir estas colecciones de arte requiere toda una vida puesto que parte de esta colección ha salido de nuestras casas, es el legado de las generaciones que nos han precedido”, apuntó. La otra parte ha sido adquirida y constituye “la mayor aportación artística a La Palma desde el siglo XVII, por lo que este hotel contribuye a fijar patrimonio artístico en España”, puntualizó. El hotel cuenta con un equipo de restauración propio que se encarga del mantenimiento de las obras.
En opinión de Enrique Larroque, La Palma “es un destino singular, único, de altísima calidad, muy apreciado, y hay un segmento de turistas que demandan este tipo de establecimientos, muy difíciles de encontrar no solo a nivel regional sino nacional”. “El cliente se sorprende porque se encuentra con una excelente colección de arte en una casa magnífica”, comentó. La Hacienda de Abajo recibe “mucho turismo nacional pero muchísimo internacional: alemanes, austríacos, holandeses, británicos, y todos están cortados por el mismo patrón: son turistas que quieren tener un contacto con la naturaleza”, dijo.
En cuanto a la denuncia pública que hizo la Asociación de Discapacitados Físicos de La Palma (Adfilpa) relativa a que el Hotel Hacienda de Abajo no es accesible para personas con problemas de movilidad, Larroque negó las acusaciones y aseguró que el recinto “es perfectamente accesible, y de hecho, hemos tenido clientes en sillas de ruedas”. “Un cliente discapacitado es un cliente muy especial que merece la mayor de las consideraciones y toda la atención del mundo”, señaló, e insistió en que el establecimiento “cumple con toda la normativa en materia de accesibilidad”.
La Hacienda de Abajo “no es un hotel solo para clientes, es un hotel de La Palma y para La Palma, una tierra de acogida y hospitalaria, y este establecimiento pretende ser un reflejo de esa hospitalidad”, concluyó.