Jefes de departamentos de centros educativos exigen que el Gobierno canario revoque la supresión de ciclos de FP de la familia agraria

Los jefes de departamento de distintas enseñanzas de la familia profesional agraria de los centros educativos de Canarias y su coordinador, José Orlando Bautista, exigen a Educación que “revoque” su propuesta de supresión de varios de estos ciclos de FP.

Una medida “anunciada sin previo aviso y sin explorar todas las opciones posibles” que, a juicio del colectivo de docentes “amenaza con afectar gravemente al sector primario de las islas y va en contra de los intereses de la sociedad canaria, que busca la soberanía alimentaria”, según plantean este domingo en un comunicado.

Estos profesores advierten de que la decisión de la Consejería regional de Educación “perjudica directamente a los estudiantes preinscritos y al personal docente, además de impactar negativamente a las empresas vinculadas a la formación dual y al sector primario en su conjunto”.

Tras un encuentro celebrado este viernes, estos docentes han coincidido en que “el cierre anticipado de ciclos formativos afecta a los estudiantes que ya habían manifestado su interés y planificación educativa en estos programas, dejándolos en una situación incierta y obligándolos a buscar alternativas menos deseables para su formación”, lo que genera en ellos “frustración y un agravio” respecto de otros alumnos.

Además, recalcan que la eliminación de estos ciclos formativos implica “la reducción o eliminación de puestos de trabajo para el personal docente asociado a estos programas”.

“La formación en agricultura, jardinería, floristería, forestales, ganadería y medio ambiente es crucial para abastecer de mano de obra cualificada a un sector primario que depende de la preparación técnica de sus futuros trabajadores. El cierre de estos ciclos generará un déficit de personal cualificado, afectando a las empresas y limitando el crecimiento del sector. Este golpe al sector primario va en contra del desarrollo sostenible de Canarias y amenaza la soberanía alimentaria de la región”, resaltan.

Y añaden que en las islas no capitalinas, la desaparición de estos ciclos formativos supone la eliminación de la posibilidad de cursar enseñanzas de la familia profesional de agraria, “lo que condena a estas zonas a una mayor vulnerabilidad y dependencia externa”.