La patronal califica de cuantiosas las pérdidas
El presidente de la Delegación en La Palma de la Cámara de Comercio, Mauro Fernández Felipe, ha señalado a LA PALMA AHORA que “los perjuicios causados por el apagón general de este martes, tanto económicos como sociales, son cuantiosos”. El cero energético provocado por un fallo en el interruptor de uno de los grupos de la central eléctrica de Los Guinchos “paró toda la Isla”, subrayó. Calcula que, solo en horas de trabajo perdidas, el quebranto puede alcanzar los 600.000 euros. Para realizar esta valoración estimó una media de 4 horas por la actual población activa de la Isla (actualmente, uno 15.000 empleados) a un coste de 10 euros la hora. El corte de suministro se inició a las 15:13 y se fue reponiendo de forma paulatina, por fases, entre las 16:30 y las 20.49 horas; es decir, algunas zonas sufrieron la falta de luz durante una hora y 15 minutos y otras llegaron a estar sin fluido casi seis horas.
Mauro Fernández, que fue 32 años delegado de Unelco en La Palma y 12 subdirector regional de Transporte y Coordinación Eléctrica de la misma compañía, entiende que “en cualquier momento se puede producir una avería, pero lo que no es de recibo ni admisible es que la reposición total del servicio tarde seis horas”.
Fuentes de la patronal han indicado que los distintos colectivos empresariales integrados en Cepyme-La Palma exigirán a Unelco indemnizaciones por daños y perjuicios por el apagón producido en la tarde del martes, 3 de agosto.
La Cámara de Comercio ha pedido a la presidenta del Cabildo de La Palma, Guadalupe González Taño, la celebración de una reunión urgente de la Mesa Insular de Energía, señaló Fernández Felipe. Este órgano está formado por la primera Corporación, Endesa, Red Eléctrica, Cepyme, la Cámara y demás agentes sociales y económicos de la Isla. En la reunión se solicitará explicaciones a Red Eléctrica de España y a Endesa sobre el cero energético que vivió La Palma este martes y que perjudicó considerablemente los intereses económicos de las pymes palmeras.
Fernández Felipe expuso que cada isla tiene su particular sistema eléctrico y que el mismo viene determinado por las condiciones orográficas del territorio y defendió que La Palma, si bien es una isla no capitalina, no debe ser “ninguneada” y necesita de una vez por todas soluciones individuales que permitan respuestas “mucho más operativas” a las ofrecidas por la compañía para minimizar el perjuicio que los parones eléctricos generan a nivel empresarial y en el conjunto de la ciudadanía.
El presidente cameral insistió en que muchos comercios y empresas de servicios, restaurantes, pequeñas industrias y profesionales tuvieron que cerrar sus puertas, con la consecuente pérdida de clientes que ello genera y vivieron con gran incertidumbre la caída eléctrica porque muchos de ellos tienen género perecedero y no todos cuentan con grupos electrógenos capaces de garantizar el suministro para evitar pérdidas, al margen de las que ocasiona la inactividad de los trabajadores a su cargo.
Mauro Fernández recordó que este el tercer apagón general que sufre La Palma en los últimos años, concretamente en 2009 y 2010 y que a pesar de las promesas de la compañía y de Red Eléctrica que garantizaron que en caso de nuevas averías el servicio se repondría con mayor celeridad “lo cierto es que el tiempo medio de espera no ha variado” lo que a juicio de la Cámara “evidencia que o no se han tomado las medidas oportunas o es necesario ir un paso más allá para lograr el objetivo prometido”.
A la espera de la convocatoria de la Mesa Insular, constituía en su día por representantes del Cabildo Insular de La Palma, Consejería de Industria y Energía del Gobierno de Canarias, Red Eléctrica y Endesa, así como por agentes socioeconómicos y representantes empresariales, el presidente de la Delegación de la Cámara de Comercio en La Palma anunció que desde la institución cameral se tomarán cuantas medidas sea necesario para que lo sucedido “no caiga en saco roto porque ello sólo contribuye a incrementar las pérdidas que a diario viven las empresas palmeras a las que la crisis y el retroceso del consumo ya pasan su particular factura”.