Preocupación entre los afectados del volcán por el anunciado cierre del Registro Único y la falta de información sobre los trámites y ayudas pendientes
Afectados por el último volcán de La Palma en Cumbre Vieja han mostrado su preocupación por “el anunciado cierre del Registro Único y la falta de información sobre los trámites y ayudas pendientes”, señala la Asociación Social Volcán Cumbre Vieja en una nota de prensa. Este colectivo pide “a la Administración pública que aclare qué servicios públicos sustituirán al Registro Único ubicado en la Casa Massieu y a qué teléfono habrá que llamar a partir de su cierre”. También “lamenta la enorme incertidumbre que aún existe sobre cómo podrán organizar su futuro, al desconocer qué pasará con las ayudas que faltan por entregar, cómo les afectará la ordenación territorial de las coladas y cómo se les respetarán sus derechos como propietarios del suelo cubierto por la lava”.
La junta directiva de la Asociación Social Volcán Cumbre Vieja, que preside Juan Vicente Rodríguez Leal, se apunta en una nota de prensa, quiere expresar, “en nombre de todas las personas que forman este colectivo de afectados por la erupción volcánica, que a día de hoy no existe ningún comunicado o información por ningún organismo oficial sobre qué va a pasar cuando el Registro Único Afectados cierre sus puertas (como ya se ha anunciado) en Los Llanos de Aridane y qué ocurrirá con aquellas escrituras en las que, por desconocimiento de los firmantes, ha existido algún error y deben ser subsanas”.
La asociación advierte de que “existe un desconocimiento total sobre si existirán más ayudas económicas o bonificaciones de cómo se procedería a su pago; de manera que en estos momentos las familias afectadas no saben que ocurrirá en un futuro inmediatos con las ayudas que falta por entregar”. Añade que “según las últimas indagaciones hechas por la asociación, las ayudas para la compra de enseres solicitadas a principios de año aún no se han entregado todas, y las ayudas de 10.000 euros del Cabildo tampoco, cuando vamos camino ya de cumplir 10 meses desde el inicio de la erupción y 7 desde sus finalización”.
En estos momentos, señala, “persiste la incertidumbre entre los afectados sobre lo que va a pasar a corto o medio plazo con las ayudas económicas, con las viviendas, con la agricultura -se ignora hasta dónde se va a permitir una reconstrucción de las fincas agrarias destruidas por la lava-, hasta dónde van a alcanzar las ayudas que se han prometido de manera verbal pero no de manera escrita; qué ayudas habrá para el resto de cultivos que no son plataneros; y con la ganadería no hay constancia de ningún tipo de ayuda”.
Pero “la falta de certezas”, subraya, “no se queda ahí, sino que también las familias afectadas -propietarias, no lo olvidemos, de gran parte del suelo sobre el que se extendió la lava del volcán- desconocen qué va a ocurrir con las expropiaciones y con las zonas de las coladas que finalmente sean protegidas, así como aquellas que, no recibiendo protección, no van a poder utilizadas, como es el caso de Corazoncillo”.
Asimismo, agrega, “desconocemos si existirá una prórroga de la moratoria hipotecaria, tan necesaria en estos momentos con un mínimo de dos años más, ya que ese es el periodo que ha estimado la Administración pública que tardará en comenzar una recuperación económica tras esta catástrofe natural”.
Por todo ello, la asociación solicita “a las Administraciones públicas competentes que aclaren si va a existir alguna oficina o algún número de teléfono que atienda a las personas afectadas en el futuro para resolver problemas surgidos a partir del 19 de septiembre de 2021, cuando comenzó esta pesadilla”.
Las familias “damnificadas”, concluye, “necesitan saber que seguirán de alguna manera en contacto con quien las puede ayudar, o mejor dicho, con quien les dijo que les ayudaría y que no las abandonaría”.
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