Sobre este blog

Así como hay traga-fuegos se podría decir que yo soy una devora-libros. Pequeños, grandes, para adultos, para niños, para reír, para llorar... Me da lo mismo, los engullo sin miramientos. Para mí, no hay nada mejor que un libro, una caja de galletas y horas libres, para rellenar con lectura.

EL FRANCOTIRADOR (AMERICAN SNIPER)

Chris Kyle fue un niño normal, con una familia normal y criado según unos valores y conceptos éticos que, si bien nos pueden parecer marcianos en el continente europeo, son de uso común en los Estados Unidos de América. Para el joven Chris, la religión, la familia y el amor por su país caminaban unidos de la mano y poco espacio quedaba para la escala de grises que apreciamos aquellos que no hemos vivido dentro de ese esquema vital. Además, el uso y cierta adoración por las armas de fuego que se profesa en dicho país -sobre todo por quienes lo consideran un derecho fundacional en la idiosincrasia de todo buen americano- también estuvo presente en la formación de quien luego sería apodado al-Shaitan -el Diablo- por los insurgentes iraquíes.

No es de extrañar, por tanto, que llegado el momento de elegir qué hacer con su vida, el joven Chris Kyle decidiera alistarse en el ejército y escoger uno de los cuerpos más duros y exigentes de cuantos nutren las fuerzas armadas norteamericanas; es decir, los SEAL de la Marina. Luego, y merced al atentado del 11 de septiembre del año 2001, el aún inexperto soldado se vio empujado a una guerra que lo encumbró como el mejor tirador de élite militar de la historia, con 160 muertes confirmadas por el Departamento de Defensa, aunque, en realidad, esta cifra podría ser muy superior.

Su carrera como sniper -francotirador- estuvo siempre acompañada por su espíritu de entrega y sacrificio no sólo para con su unidad, sino para con todos aquellos con los que sirvió, llegando a desempeñar labores de combatiente sobre el terreno, muy lejos de las azoteas que le sirvieron de escenario para convertirse en el tirador al que unos temían y otros respetaban, de manera inversamente proporcional.

No obstante, y lejos de las cifras, las medallas y los ardores guerreros, la vida de Chris Kyle es la vida de quien, tras entrar en un escenario bélico, perdió buena parte de su misma esencia vital, aunque, en su caso, lograra sobrevivir a cuatro turnos en Iraq. Por mucho que luego su familia tratara de ayudarle a reintegrarse en la vida civil, Chris Kyle continuó viviendo en aquel hostil, desquiciado e inmundo escenario bélico, creado por la codicia de unos pocos, que no basado en la idea de defender la libertad y la seguridad del mundo civilizado.

El Francotirador (American Sniper), libro autobiográfico escrito por Kyle y su esposa Taya, es un duro y realista fresco de lo que le supone al ser humano ser protagonista de un conflicto bélico en el siglo XXI, y cómo nadie sale indemne de ello. A medida que se leen sus páginas, los valores, el patriotismo, la satisfacción por el deber cumplido van dando paso una soledad que termina por socavar los mismos valores que llevaron a Kyle a empeñar las armas por su país. La pérdida de algunos de sus compañeros, la distancia que les separaba de su familia y la enorme tensión de defender a sus compañeros de armas -los cuales llegaron a confiar en la precisión del tirador de forma casi religiosa- acabaron con el entramado sobre el que se sustentaban los principios que le habían llevado hasta aquel lejano país.

Ninguna guerra hace grande al combatiente, solamente lo degrada y lo lleva a un estado de aislamiento que sólo se repara volviendo al mismo escenario en el que empezó todo, una y otra vez. Este círculo vicioso es el que persigue al ser humano desde que decidió solucionar sus divergencias en un campo de batalla, y no sentándose en una mesa hablando. Luego son los soldados quienes libran los conflictos y quienes mueren o regresan mutilados, para desesperación de su familia y amigos, verdaderas “víctimas colaterales” de cualquier conflicto, tal y como Taya, la esposa de Chris Kyle, plasma en algunos pasajes del libro.

La vida de Chris Kyle y su trágica, y nunca bien explicada muerte en el año 2013, lejos ya del escenario bélico que lo transformó en una leyenda, es una buena muestra de todo lo dicho anteriormente, aunque para saber más de su historia, deberán estar dispuestos a leer las páginas de este duro, pero muy recomendable libro.

© Eduardo Serradilla Sanchis, 2016

EL FRANCOTIRADOR

Chris Kyle, Jim DeFelice y Scott McEwen

Nº de páginas: 384 págs.

Encuadernación: Tapa blanda

Editorial: CRITICA

Lengua: CASTELLANO

ISBN: 9788498927825

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Así como hay traga-fuegos se podría decir que yo soy una devora-libros. Pequeños, grandes, para adultos, para niños, para reír, para llorar... Me da lo mismo, los engullo sin miramientos. Para mí, no hay nada mejor que un libro, una caja de galletas y horas libres, para rellenar con lectura.

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