Los españoles, ''más altos, con más michelines y menos peludos''
Los españoles bajitos, regordetes y peludos de la década de los sesenta del siglo pasado son hoy, cincuenta años después, más altos, tienen más michelines y también más pelo. Aunque se depilan más y, en general, son mucho más coquetos que entonces.
Según el estudio Estadísticas históricas de España en los siglos XIX y XX“, publicado por la Fundación BBVA, la altura media de los españoles sobrepasa los 1,75 metros, doce centímetros más que a finales del XIX.
La Asociación Española de Pediatría ha fijado la talla media de los hombres españoles en 1,76 metros, un centímetro más que la media europea. Y la de las mujeres en 1,61 metros, tres centímetros menos que la media de sus vecinas de continente.
Hemos tocado techo
Otra investigación, del Hospital Materno-Infantil de Vall d, Hebrón de Barcelona, sitúa la altura media en España en 1,73 metros para los hombres y en 1,64 para las mujeres.
María Dolores Marrodán, profesora de Antropología Física en la Universidad Complutense, advierte del dato significativo por el cual, a lo largo del siglo XX ,las diferencias de estatura más notables se produjeron en torno a la pubertad.
Así, las chicas de 12 años medían a finales de siglo pasado una media de 20,9 centímetros más que las del XIX y 23,8 centímetros los chicos de 13. “Un crecimiento espectacular”, destaca Marrodán . Los varones ganaron una media de 1,2 centímetros por década.
Otro dato significativo es que hace un siglo las niñas tenían su primera regla a los 14 años y hoy normalmente a los 12,8 años de edad
Los españoles crecimos, pues, a buen ritmo durante el siglo pasado, especialmente a partir de la revolución industrial de los sesenta, debido a una mejora radical en las condiciones de vida y de salud. El pediatra y catedrático Manuel Hernández sostiene que hemos tocado techo.
“No podemos crecer sin interrupción. Tenemos el esqueleto que tenemos, condicionado por nuestra estructura como especie animal”, comentan desde la Sociedad Española de Antropología Física.
La nutrición, la salud y el ejercicio han contribuido, según el informe BBVA, a ese crecimiento. Pero también la mejora en las condiciones de trabajo, de carácter medioambiental y la estabilidad política y social.
Rosario Calderón, catedrática de la Universidad Complutense de Madrid, y hasta hace unos días presidenta de la Sociedad Española de Antropología Física, habla de una “auténtica revolución” y cita además la movilidad de la población, desde el campo a las ciudades, que ha tenido como consecuencia un enriquecimiento genético “evidente” al reducirse la endogamia.
Con relación a nuestro entorno europeo “los cambios en la población española Calderón afirma que ”han sido tardíos, pero mucho más rápidos“. Todo ello ha hecho posible que la esperanza de vida haya aumentado cincuenta años, pasando de los 30 de media del siglo XIX a los 79,5 de 2005 (83 en el caso de las mujeres y 76 en el de los hombres), por encima de la media europea.
La empresa Sigma Dos concluía en un estudio para el periódico El Mundo que los españoles no nos sentimos ni muy altos ni muy bajos, ni muy gordos ni muy flacos, aunque muchos desearíamos tener unos centímetros más a lo alto y unos pocos menos a lo ancho.
“Los españoles somos gente como más guapa, tenemos un muy buen aspecto, otro lustre”, comenta la profesora Marrodán.
Más obesos
Ese crecimiento a lo ancho lo confirma el doctor Xavier Formiguera Sala, endocrinólogo y presidente electo de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad, quien asegura que el 52% de los españoles tenemos sobrepeso. “Y el porcentaje tiende a incrementarse”. En veinte años ha pasado del 12%-13% al 16% en la población adulta y el 14% entre niños y jóvenes (6 y 18 años).
“No es una cuestión de estética, es un problema grave de salud, motivo por el cual hay que detener el proceso y con urgencia”, advierte el doctor.
Las profesoras Calderón y Marrodán no comparten esa preocupación. La situación es “controlable” y “bastante moderada”, en comparación con otros países industrializados.
Según la última Encuesta Nacional de Salud (2006), el 45,50% de los españoles de más de 18 años está en su peso normal (en 2003 era el 47,2%). El 37,43% tiene sobrepeso (36,8% en 2003). El 15,25% sufre obesidad (13,6% en 2003). Y el 1,82% un peso insuficiente (2,4%).
Hay más hombres que mujeres (44,42% frente a 30,27%) con sobrepeso Casi el mismo porcentaje de obesos (15,54% y 14,95%, respectivamente). Las mujeres (51,73%) se preocupan más por estar en un peso normal que los hombres (39,43%).
Formiguera Sala atribuye este proceso “preocupante” a los cambios habidos en nuestro estilo de vida, “no sólo alimenticios”. “Comemos más grasas y el sedentarismo es cada vez mayor”, sobre todo en niños y jóvenes. “Han pasado de jugar en la calle a permanecer horas y horas sentados ante el ordenador o el televisor”.
La Encuesta constata que el 9,13% de los niños y jóvenes españoles son obesos (en 2003 era el 8,5%) y que el 18,48% tienen sobrepeso. “Una epidemia” que recorre el continente, según la Comisión Europea.
“La obesidad -afirma el doctor Formiguera Sala- es un problema de ricos en países pobres y de pobres en países ricos”. Por comunidades autónomas, el mayor porcentaje de obesos está en Canarias, Andalucía y Murcia. Y el menor en Madrid, País Vasco y Cataluña.
El estudio Enkid, realizado entre 1998 y 2000 por iniciativa de la Asociación Española de Pediatría, la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria y la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad concluía que crecimos diez centímetros de media desde 1984 y aumentado nueve kilos de peso.
Cuestiones de genes
Rosario Calderón recuerda que “los españoles del siglo XXI seguimos teniendo mayoritariamente el cabello castaño o moreno (cuestión de genes), como el color de los ojos, aunque es mayor el porcentaje que se lo tiñe”.
La Federación Española de imagen personal, peluquerías y salones de belleza apunta que “los españoles tienen el mismo color natural del cabello, pero un número creciente utiliza tinturas para cambiar el color”.
El 70% de los hombres de menos de 30 años, según la Federación, se ha teñido en algún momento el pelo, sometido ahora a más cuidados para prevenir su caída.
Según la Federación “hay una demanda creciente de apliques postizos, de cuidado y peinado, de tratamientos regeneradores y trabajos técnicos debido a problemas médicos”.
Y muchos son también los hombres de pelo en pecho (un incremento del 40% en poco tiempo) que recurren a la depilación para dejar su cuerpo, antes peludo, sin un solo pelo. “Antes no había ninguno”, destacan en la Federación.