Los antiguos propietarios de Las Teresitas dejaron de cobrar 5,4 millones de euros
Las investigaciones realizadas en torno a la primera venta por parte de la Junta de Compensación de Las Teresitas a la empresa Inversiones Las Teresitas (ILT) apuntan a que el reparto del dinero entre los antiguos propietarios se llevó a cabo de forma “muy irregular”, mediando en ciertas ocasiones “coacciones y amenazas” y un “enriquecimiento desmedido e incluso al parecer ilícito” por parte del abogado de la Junta Mauricio Hayek. Este letrado, junto con el resto de los directivos de la entidad, están imputados por apropiación indebida y se le han retenido cerca de siete millones de euros de sus cuentas. La investigación concluye que existen dueños -cerca de un centenar en el caso de Las Huertas- que no recibieron cantidad alguna de dinero. En la actualidad las cuentas bancarias de la Junta carecen de saldo suficiente para hacer fente a los pagos que reclaman estos propietarios.
Las investigaciones consideran acreditado que de los más de cinco mil millones de pesetas que pagó ILT en el año 1998 para adquirir todos los terrenos de la playa, se repartieron efectivamente entre los antiguos dueños algo menos de cuatro mil millones trescientas mil pesetas. Ello implica que éstos dejaron de recibir alrededor de novecientos millones de pesetas e incluso hubo alguno no cobró nada, hasta sumar más de 4,3 millones de euros (casi 724 millones de pesetas). No fue el caso de Hayek que recibió casi 853.000 euros (142 millones de pesetas) como propietario de una parcela que en realidad pertenecía a la cadena hotelera Sol Meliá. De hecho, el Tribunal Supremo (TS) ha emitido ya una sentencia firme que obliga a abonarle cerca de dos millones de euros sumados los cuantiosos intereses de demora.
Tras el inicio por parte de Sol Meliá de la reclamación judicial, Hayek ingresó esa cantidad en su cuenta personal y suscribió un fondo de inversión por importe de casi 141.500 euros. La explicación que ofreció el letrado en sus declaraciones es que había optado por guardar personalmente ese dinero por si se diera la circunstancia de que finalmente la cadena hotelera ganaba el pleito, lo que finalmente ocurrió. Sin embargo, lo cierto es que cuando la Audiencia Provincial emitió la primera sentencia a favor de Sol Meliá, fue la Junta la que abonó 141.600 euros al Juzgado y posteriormente hizo una transferencia de 442.000 euros en concepto de intereses. A la policía no le consta que Hayek haya devuelto aún la primera de las cantidades.
Cuando los investigadores se adentraron en las cuentas de la Junta éstas se encontraban ya sin saldo disponible. De esta forma se detectaron pagos al presidente, Jerónimo Delgado y al tesorero, Clemente Martín, por valor de 12,3 millones de pesetas (74.000 euros), pese a que el ejercicio de sus cargos en la Junta era gratuito. Hayek cobró “una elevada cantidad de dinero” mediante cheques, “desconociéndose el concepto de una amplia mayoría de los mismos”. Se ha abonado a las sociedades Turismo y Playa SA y Mar de Tenerife SA, la cantidad de 210 millones de pesetas (1.2 millones de euros) y se pagaron los gastos que generó una cena con los arquitectos que participaron en el concurso de ideas.
La Junta optó por pagar el dinero de la venta directamente a los socios de las empresas Playa de Las Teresitas y Mar Terre, en lugar de abonarlas a las entidades como persona jurídica y que luego los socios decidieran como invertir esos beneficios. De esta manera se pretendía eludir ante Hacienda el aumento de los beneficios. Sin embargo, el sistema sólo ha dado lugar a múltiples sanciones, algunas ya firmes. Por ejemplo, hace escasas fechas el Tribunal Supremo multó a uno de los antiguos propietarios a pagar más de 75.000 euros por este motivo. Además, el Tribunal Económico tiene abierto un expediente sancionador contra los directivos de Playa de Las Teresitas SA que asciende a 11 millones de euros para cada uno.
Cuando Hayek fue requerido por Hacienda para que justificara los ingresos por valor de casi un millón de euros, “éste declaró falsamente que correspondían a honorarios profesionales pagados por la Junta cuando en realidad se trataba de la parte que le correspondía por el coeficiente asociado a su participación con el 30% de la sociedad Mar Terre”. La policía se hace eco de que han sido varias las declaraciones en las que se pone en evidencia las coacciones y amenazas que recibieron los antiguos propietarios por parte de Hayek y otros miembros de la Junta. Básicamente se les advertían de que o cobraban el dinero que se les ofrecía o no cobrarían nada y además serían expropiados.
En total los investigadores concluyen que Hayek cobró un total de 5,3 millones de euros de la primera venta de la playa. De esta cantidad 2,3 millones corresponderín a a su supuesta participación como propietario y a parte recibió otro millón más al poseer el 30% de participaciones en Mar Terrre, pese a que este dinero lo declaró como rendimientos de trabajo. Además recibió por este mismo concepto en 1998, casi 89.000 euros más, a lo que se unirían en el año 1999 otros 197.000 euros. Sobre la diferencia de 1,7 millones de euros, los investigadores indican que desconocen la razón de su abono ya que no fue declarado a Hacienda. Sobre los 600.000 euros que recibió en ese mismo período por parte de ILT se considera que en realidad fue “un pago encubierto para lograr transmitir las propiedades libres de cargas y ocupantes”, aunque para ello se tuviera que recurrir a las amenazas de no cobrar y ser expropiados. La explicación que han dado los compradores, Antonio Plasencia e Ignacio González es que este abono correspondía al asesoramiento que Hayek ofreció para redactar el convenio de la playa.