Arranca el juicio contra 'el decapitador de Arona'
La sección II de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife juzgará desde el lunes y hasta el viernes, en un juicio con jurado, al conocido como “decapitador de Arona”. No será un juicio con jurado normal, ya que tanto la Fiscalía como la defensa coinciden en pedir el internamiento en un centro psiquiátrico de Deyan Valentinov Deyanov, que le arrancó a una mujer la cabeza y se paseó con ella por la calle.
La fiscalía solicita que ese internamiento sea por 20 años y que se indemnice a los familiares de la fallecida en 200.000 euros. El jurado apenas tendrá que pensarse el veredicto, ni declarar si es culpable o no culpable, pero el juicio con jurado se hace necesario, ya que debe celebrarse para declararle inimputable.
La vista oral, en la que declararán una veintena de testigos, se llevará a cabo con medidas de seguridad más severas que las habituales, y en vez de dos policías nacionales custodiando al reo, esposado, serán cuatro los agentes en la sala de vistas, con otros tantos relevos.
Fue un suceso que conmocionó a la sociedad canaria y trascendió al Reino Unido, de donde era oriunda la víctima. El 13 de mayo de 2011, Deyan, esquizofrénico sin tratamiento y bajo ningún control médico, se metió en una tienda de artículos chinos en Los Cristianos (Arona), cogió un cuchillo jamonero de 22 centímetros de largo y 1,5 de ancho, y serró la cabeza de Jennifer Mills Westley, ciudadana británica, a la que atacó por la espalda.
Según las conclusiones provisionales de la Fiscalía y de acuerdo a los informes forenses, cometió la decapitación en una fase aguda de su esquizofrenia paranoide crónica “que le produjo la anulación de sus facultades intelectivas y volitivas”.
Deyan, tras ser reducido y detenido, fue llevado a la Unidad de Psiquiatría del Hospital de La Candelaria, sedado, y trasladado días después al centro de internamiento psiquiátrico de Sevilla, uno de los dos que existen en España (el otro está en Alicante), al que presumiblemente regresará tras el veredicto.
Fallaron todas las alarmas
Lo más grave de este caso es que las alarmas sobre la peligrosidad de Deyan habían saltado hacía tiempo. Solo tres días antes del suceso, el 10 de mayo de 2011, el magistrado de Instrucción 4 de Arona, Nelson Díaz Frías, había ordenado en un auto su búsqueda, detención y personación en los juzgados por una causa abierta por lesiones, tras destrozar la dentadura de un hombre.
Unos días antes, protagonizó otro altercado en la zona de Las Verónicas, aunque no fue detenido y quedó en libertad. Pocas horas antes del asesinato, protagonizó más altercados, pero nunca fue llevado a comisaría ni puesto bajo vigilancia psiquiátrica.
Antes de eso, la Policía Local de Arona ya había advertido de la peligrosidad del acusado, que se paseaba con una Biblia asegurando que era el Mesías y al que detuvieron en varias ocasiones por sus más que patentes problemas mentales. En febrero de 2011 lo hicieron por proferir amenazas, pero el entonces concejal de Seguridad Ciudadana, Manuel Reverón dijo que el caso había sido en puesto de manos de la Policía Nacional.
Sin embargo, no hubo seguimiento de Deyan, pese a que se sabía donde vivía, en las inmediaciones de la montaña de Guaza, al igual que se sabía que había sido dado de alta de un centro psiquiátrico de Gales (Reino Unido) pocos meses antes del asesinato.
La decapitación puso de manifiesto la falta de coordinación entre los servicios sociales y la Policía Local de Arona, según fuentes de este cuerpo. También se hizo patente que no hay un registro de personas sin techo en ese municipio del sur de Tenerife, sin control sobre sus posibles enfermedades, algunas relacionadas con el alcoholismo y enfermedades mentales sin control médico.