Tres centros de salud metropolitanos, en el aire

Ni hay fechas previstas, ni posibilidades de que se concreten a corto plazo. A grandes rasgos ésta es la respuesta que la consejera de Sanidad, Brígida Mendoza ha dado a la pregunta sobre cuándo está previsto que acaben las obras y abran sus puertas los centros de salud de la plaza del Cristo y La Cuesta en La Laguna y el de Tomé Cano en Santa Cruz.

La diputada de Coalición Canaria (CC), Marisa Zamora, presentó una tanda de iniciativas parlamentarias sobre el retraso que experimenta la puesta en marcha de estas unidades, pero lo cierto es que las respuestas no resultan demasiado concretas. En el caso del Cristo se apunta que serán necesarios al menos dos millones de euros más para poder reiniciar las actuaciones, una cantidad de la que en estos momentos carece el Gobierno canario.

La Consejería apunta que el centro se construye en un solar cedido por el Ayuntamiento y que según los planes iniciales iba a contar con dos plantas y semisótano con una superficie global de 4.500 metros cuadrados destinados a atención primaria y a la Unidad de Salud Mental. Sin embargo, en el mes de julio de 2010, la empresa constructora, según la consejera “a causa de problemas internos” suspendió la actividad y un año más tarde abandonó la obra al iniciarse un procedimiento concursal.

Por ello, al Gobierno canario no le quedó más remedio que tramitar la resolución del contrato y ejecutar las actuaciones “imprescindibles” para garantizar la conservación de lo ya construido e instalado y hacer lo posible para evitar el intrusismo y los robos en el recinto. “Sin embargo la obra principal sólo se podrá reanudar en el momento en el que se disponga del crédito necesario por un importe superior a los dos millones de euros”, dice Mendoza.

La situación del centro de Salud de Tomé Cano en Santa Cruz sea quizás incluso peor ya que los trabajos que se corresponden con la segunda fase se llevan ejecutando desde hace cinco años y se han retrasado también debido a la quiebra de la empresa constructora. En 2006 concluyó la primera parte del edificio y desde entonces esta zona se encuentra en funcionamiento y a pleno rendimiento.

Sin embargo, el año pasado se llevó a cabo una actuación en el exterior del inmueble y en su acceso que había quedado en malas condiciones de seguridad. También se han ejecutado actuaciones para crear un nuevo servicio de admisión y atención al paciente y espera de público en la planta baja, que está incluida en la parte suspendida de la obra. Por lo tanto, la respuesta de la consejera a partir de este punto es casi idéntica a la de la anterior pregunta: “No será posible continuar con el resto de las obras previstas en la restante vertical del edificio en los próximos años, mientras no se disponga de financiación”.

No muy diferente es lo que ocurre con el centro de salud del Rocío en el barrio lagunero de La Cuesta, cuyos trabajos se iniciaron en el año 2010 y consistían en la rehabilitación y mejora del edificio. Las actuaciones afectaban, de modo preferente a su estructura, en la que se habían detectado problemas desde hacía años. También se acometieron otras mejoras en el inmueble con el fin de aumentar el número de consultas en la planta primera y crear una nueva sala para la atención a las urgencias en la baja.

Sin embargo, durante todo este proceso se localizaron otras deficiencias estructurales de las que no se tenía conocimiento previamente y varios incumplimientos en sus instalaciones del nuevo código técnico de la edificación. Por ello, tuvo que redactarse un nuevo proyecto en el que se contempló la sustitución de todas las instalaciones, incluida las redes eléctricas, telecomunicaciones, nuevas medidas de seguridad, cambio del ascensor y la reparación de todas las paredes, suelos, techos y cubiertas que se veían afectadas por la implantación de las nuevas instalaciones.

En estos momentos ha concluido la parte inicial de la obra que fue la que motivó el inicio de las actuaciones y que consistía en el refuerzo de la estructura y la remodelación de algunas de las áreas asistenciales. Sin embargo, la consejera admite que el edificio no podrá volver a su normal funcionamiento si no se ejecuta la segunda fase. La fecha queda igualmente en el aire, ya que en los presupuestos del ejecutivo autónomo para este año no se ha recogido partida suficiente y en la actual situación financiera no es posible prever su continuidad. Mendoza, no obstante, intenta quitar hierro al asunto al señalar que las dependencias actuales del Hospital Universitario de Canarias (HUC) cubren “suficientemente y con calidad” las necesidades asistenciales de la Zona de Salud de La Cuesta-Barrio de La Candelaria, pese a lo cual reafirma que la terminación del centro de salud está considerada “una obra prioritaria que será abordada desde que la mejoría económica la haga posible”.

La consejera indica que el escenario financiero actual solamente ha permitido ejecutar en Tenerife aquellas obras que se consideran “inaplazables” como es el acondicionamiento de la nueva sala de Hemodinámica de La Candelaria en la que se prevé invertir 400.000 euros y otro desembolso en este mismo recinto para la apertura del nuevo hall principal, pasarela de conexión con consultas o la ampliación del bloque quirúrgico.

En este último caso será necesario llevar a cabo una importante inversión. La mayores partidas, sin duda, se corresponden al Hospital del Sur cuya construcción continuará a lo largo de este año para lo que se dispone de un millón y medio de euros. En cuanto al Hospital del Norte situado en Icod de Los Vinos, aunque su construcción acabó hace un año, sólo se han podido abrir desde entonces las consultas externas.

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