1.500 edificios en SCTF están fuera de ordenación
Un total de 1.500 edificaciones de Santa Cruz de Tenerife se encuentran fuera de ordenación, lo que supone una afección aproximada de alrededor de 80.000 personas, según ha informado el Ayuntamiento capitalino, después de que los técnicos de la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU) hayan culminado este miércoles los trabajos de diagnóstico y una vez realizadas el 70% de las fichas y “teniendo en cuenta que los datos que arrojarían el 30% serán prácticamente marginales”.
La Administración Local indica en un comunicado que los técnicos se han centrado en algunos ámbitos del plan vigente, tales como el centro histórico, La Salle, Salud-Perú y Las Colinas, donde se ha escrutado 100% de las edificaciones existentes. La metodología utilizada para el trabajo de campo ha incluido a cinco delineantes de la GMU para generar una base informática individualizada del fuera de ordenación cuyos datos pueden ser cruzados con un Sistema de Información Geográfica (SIG) “pionero” en Canarias.
En total se han llevado a cabo fotografías de 11.801 fichas, de las que 1.500 se encuentran fuera de ordenación. Estos datos suponen que el 13,22% del suelo urbano se encuentra fuera de ordenación, lo que representa un 0,24% del terreno de todo el municipio y un total de 364.506 metros cuadrados. El único emplazamiento que no entra en la labor que se ha realizado hasta ahora es Anaga, al no cumplir sus edificaciones con la mayoría de los parámetros detectados por los diez técnicos de la GMU que han cribado las zonas que se encuentran, o no, fuera de ordenación.
Una vez culminada la fase de conocimiento y de diagnóstico, la Administración tinerfeña señala el inicio de la fase de solución del fuera de ordenación que, según asegura, llegará desde el planeamiento. Afirma que hoy han comenzado las reuniones para estudiar los diferentes caminos legalmente admisibles para llevar a cabo las modificaciones dentro del planeamiento y determinar “de manera justificada, la necesidad de la posible suspensión de los ámbitos que fuesen necesarios para llevar a cabo las correcciones posibles”.
Las vías que se abren en la nueva fase pasarían por, entre otras perspectivas, el estudio del cambio de régimen de usos compatibles, la redelimitación de algunos ámbitos, generar nuevas actuaciones urbanísticas de renovación o áreas de renovación edificatoria y, también, trasladando al plan la realidad edificativa existente.