El PSOE pide más “agilidad” en la entrega de ayudas

Las portavoces del PSOE en el Cabildo de Gran Canaria y el Ayuntamiento de la capital, Carolina Darias e Isabel Mena, han reprochado a los gobiernos populares de ambas instituciones que no tengan entre sus prioridades la atención a las situaciones de emergencia social.

Tanto Darias como Mena han informado en una rueda de prensa de las partidas presupuestarias que destinan las dos corporaciones a las ayudas de emergencia, que ascienden a 1,3 millones en el caso de la institución insular y a 1,5 millones en el de la municipal, y han dado cuenta del grado de ejecución de los programas vigentes en este ámbito, del 1,97 y del 64,5 %, respectivamente.

La portavoz socialista en el Cabildo grancanario ha destacado que el convenio de colaboración promovido por esta corporación para la gestión de ayudas de emergencia social con los 21 ayuntamientos de la isla se firmó el pasado 21 de mayo, de ahí que su ejecución arroje un dato, a su juicio, “inaceptable”, dada la necesidad que afecta a los 60.083 desempleados grancanarios que no cobra ningún tipo de prestación.

Darias ha destacado que, junto a esta partida de 1,3 millones de euros que la Consejería de Política Social del Cabildo destina a ayudas de emergencia social, existe otra de 300.000 euros para emergencia inmediata que gestiona la Consejería de Presidencia, cuyos criterios de reparto se desconocen, al igual que su grado de ejecución, del que tampoco se ha informado al grupo socialista aunque lo ha solicitado, según ha dicho.

Por su parte, la portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Isabel Mena, ha resaltado que la partida de 1,5 millones que el Consistorio dedica a la atención de la emergencia social está “congelada” desde 2011, pese a que desde entonces el número de demandantes de ayudas se ha triplicado.

Prueba de que esta cuantía resulta insuficiente, ha dicho la concejal, es que en abril de este año se terminaron de conceder las de 2012 y que a 31 de mayo ya se había gastado el 64,5 % del total consignado para el presente ejercicio presupuestario, lo que, a su entender, permite prever que no va a haber dinero suficiente para hacer frente a las peticiones que se reciban en el municipio con más desempleados de Gran Canaria.

Mena ha considerado inaceptable que para recibir este tipo de ayudas los solicitantes tengan que esperar entre “seis y nueve meses” debido al “colapso” que existe en la Concejalía de Asuntos Sociales del Ayuntamiento, una situación que, según ha dicho, ha reconocido el propio alcalde, Juan José Cardona (PP).

Para solventar este atasco burocrático, que, además de hacer aún más difícil la vida a personas que viven en la extrema pobreza, pueden contribuir a generar un estallido social en la ciudad, Mena ha planteado que el Ayuntamiento declare la emergencia social para que estos expedientes se puedan resolver en un plazo máximo se siete días, algo que, según ha asegurado, permite la ordenanza municipal.

Además, ha propuesto la firma de un convenio con el Colegio de Trabajadores Sociales para contratar, con cargo al capítulo II del presupuesto municipal, a profesionales que permitan a los funcionarios centrarse en agilizar los expedientes y devolver a los barrios más necesitados los proyectos de acción comunitaria que han desaparecido “cuando más falta hacen”.

La concejal ha considerado que un Ayuntamiento con 300 millones de presupuesto tiene capacidad para llevar a cabo estas contrataciones y ha estimado que para ello sólo hay que tener prioridades.

Así, Mena ha reprochado al grupo de gobierno municipal que se haya “traído a 38 técnicos de otras administraciones para hacer funciones en áreas como Personal o Economía y Hacienda” y que, al mismo tiempo, “haya dejado de lado a los Servicios Sociales” en medio de una crisis como ésta.

Por su parte, Darias ha instado al gobierno insular a que comience a trabajar ya en el convenio con los ayuntamientos de 2014 para que las ayudas de emergencia social puedan comenzar a percibirse en enero del próximo año, y no a partir de mayo, como ha ocurrido en 2013.