El PSOE canario reclama que los alumnos de FP básica obtengan la ESO sin hacer reválida
El Grupo Parlamentario Socialista en la Cámara regional ha reclamado que los alumnos de FP básica obtengan el título de la ESO sin tener que hacer reválida.
Según informa el PSC-PSOE en una nota de prensa, el partido ha presentado una proposición no de ley por la que pide la modificación del Real Decreto que regula aspectos específicos de la Formación Profesional Básica de las enseñanzas de formación profesional del sistema educativo.
Se pide que incorpore una disposición transitoria que permita que el alumnado que concluya sus estudios con éxito o bien que supere con éxito los módulos asociados a los bloques comunes establecidos en el artículo 42.4 de la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, en los dos próximos cursos pueda obtener el título de Graduado en Educación Secundaria sin tener que presentarse a ninguna prueba de evaluación externa. Este título será único y tendrá valor tanto para el acceso a la Formación Profesional de Grado Medio como para el acceso al Bachillerato.
La portavoz de Educación, Ana González, señala que la Lomce establece un calendario de implantación en su disposición adicional quinta que obliga a las administraciones educativas a culminar la implantación de la Formación Profesional Básica durante el curso escolar 2015- 2016. Sin embargo, añade que ese mismo calendario sólo tiene prevista la realización de las evaluaciones externas (reválidas) para la obtención del título de Graduado en Educación Secundaria Obligatoria, para todo el alumnado que cumpla los requisitos, en el transcurso del curso escolar 2017-2018.
Por este motivo, Gonzalez apunta que, durante al menos dos cursos escolares, todos los estudiantes de Formación Profesional Básica, “aunque culmine con éxito sus estudios o supere los módulos asociados a la adquisición de las competencias para el aprendizaje permanente, no podrá obtener el título de Graduado en Educación Secundaria Obligatoria”, puntualiza.
La portavoz sostiene que esta situación, además de ser “profundamente injusta para miles de estudiantes, pone de manifiesto, una vez más, la enorme discriminación de la que serán objeto, como consecuencia de la aplicación de un calendario ajeno a las verdaderas necesidades y preocupaciones de la comunidad educativa”, asegura.