Sanidad defiende una “estrategia global” de atención a los problemas asociados a las demencias
PUERTO DEL ROSARIO, 23 (EUROPA PRESS)
La consejera de Sanidad del Gobierno de Canarias, Brígida Mendoza, ha defendido este viernes durante la inauguración del XXV Congreso de la Sociedad Canaria de Geriatría y Gerontología que tiene lugar en Fuerteventura, el planteamiento de una “estrategia global” de atención a los problemas asociados a las demencias, y ha incidido en el “diagnóstico precoz” con el fin de iniciar “lo antes posible” las medidas terapéuticas oportunas para acometer un tratamiento y unos cuidados óptimos.
En este sentido, ha precisado que la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, a través del Servicio de Salud Mental de la Dirección General de Programas Asistenciales, ha publicado un 'Manual de Actuación en la Enfermedad de Alzheimer y otras Demencias' dirigido a todos los colectivos que intervienen en la atención al paciente con esta enfermedad: médicos y personal de enfermería de Atención Primaria, neurólogos, psiquiatras y psicólogos, geriatras, trabajadores sociales, profesionales de ayuntamientos y cabildos, jueces, familiares de enfermos y cuidadores, y todas aquellas personas que tengan alguna relación en el cuidado de este colectivo de enfermos.
Este manual actualiza la Guía que se elaboró en 1998 y que fue revisada en 2003. La Comisión Asesora sobre Demencias y Enfermedad de Alzheimer --en la que están representados la Administración, los profesionales y las asociaciones de Familiares de Alzheimer-- decidió esta nueva actualización con el objetivo de ofrecer a los profesionales sanitarios y no sanitarios un conjunto de recomendaciones que procuren la mejor asistencia posible a los pacientes con este tipo de demencia, y homogeneizar la práctica clínica incorporando las evidencias de la literatura científica actualizada disponible.
RECOMENDACIONES
La consejera de Sanidad ha dicho también que el objetivo de la publicación es ofrecer recomendaciones, planteamientos generales y actitudes específicas que orienten a las personas involucradas en el proceso asistencial sobre la actitud que se ha de seguir en cada momento para conseguir una asistencia de calidad, y salvaguardar la protección y los derechos de las personas con demencia y también de aquellas que ejercen la función de cuidadoras.
El Alzheimer es una enfermedad degenerativa de las neuronas de carácter progresivo --la más frecuente de las demencias-- que se manifiesta a través de perturbaciones progresivas de funciones cognitivas y en fases avanzadas, síntomas neurológicos.
Brígida Mendoza ha manifestado que la atención al enfermo de Alzheimer en Canarias, una vez diagnosticado, es una competencia compartida entre la Consejería de Sanidad y la Consejería de Bienestar Social del Gobierno de Canarias, conjuntamente con los cabildos insulares, a través de los Planes Sociosanitarios de Mayores y Discapacidad, que contemplan el desarrollo de recursos de estancia diurna y residenciales de atención psicogeriátrica y específicos de atención a las personas afectadas de demencia.
En Canarias, alrededor de 25.000 personas padecen algún tipo de demencia. De éstas, en un 75 por ciento de los casos se trata de la enfermedad de Alzheimer. Entre el 85 y el 90 por ciento de las personas afectadas viven con sus familias, que llevan el peso físico, psicológico y económico al cuidarlas.
La disminución de estas cargas es uno de los objetivos de la consejerías de Sanidad y de Cultura, Deportes, Políticas Sociales y Vivienda del Gobierno de Canarias. Sanidad, por ejemplo, dentro de sus planes y programas de salud, tiene a este grupo de enfermedades entre sus prioridades.
En esta línea, ha señalado que los equipos de Atención Primaria de la Consejería de Sanidad ofrecen el programa de atención a las personas mayores y los servicios de atención sanitaria a personas mayores con demencia, orientados al diagnóstico precoz, tratamiento farmacológico y no farmacológico, apoyo y formación a sus cuidadores familiares y atención domiciliaria a los pacientes que están inmovilizados o en fase terminal.
Igualmente, los centros de Atención Especializada dan los servicios y apoyos especializados a estas personas, básicamente de confirmación diagnóstica, valoración de efectos secundarios y seguimiento clínico.
LAS DEMENCIAS
Las demencias en general y la enfermedad de Alzheimer en particular, son enfermedades nosológicas frecuentes, cuya prevalencia e incidencia son cada día mayores. Alrededor del 1,5 por ciento de las personas de 65 a 69 años padece demencia, prevalencia que aumenta exponencialmente con la edad (16-25% en los mayores de 85 años).
El aumento de la esperanza de vida de la población canaria, y el incremento consecuente de la dependencia, son motivo de estudio por las administraciones estatal y autonómica. Las personas con demencia experimentan, en su gran mayoría, una discapacidad intelectual y física progresiva, por lo que merecen una atención específica y de calidad.
La longevidad y la dependencia comportan problemas no sólo económicos, relativos a los costes que de ellas se desprenden, sino también de índole operativa, al tratar de buscar, distribuir y aplicar de manera eficiente los recursos necesarios para proteger socialmente a los colectivos involucrados.
Esto hace necesario plantear una estrategia global que debería intentar hacer frente a los problemas asociados a la enfermedad. Hay que realizar un diagnóstico precoz para iniciar lo antes posible las medidas terapéuticas oportunas, propiciando un tratamiento y unos cuidados óptimos.
Mendoza ha resaltado que se trata de un grupo de enfermedades convertidas en foco de interés primordial tanto para las personas afectadas como para sus familias y personas cuidadoras.
Es un trastorno que afecta a todo el entorno familiar de la persona enferma y cuyo impacto más importante se produce sobre la persona cuidadora principal, que es aquella encargada de atender a la persona enferma prácticamente las 24 horas del día.
Habitualmente, estas personas cuidadoras son sus parejas, generalmente de edad avanzada, lo que hace más difícil afrontar la situación y les convierte, a ellas mismas, en sujetos vulnerables. Por ello, es imperativo no sólo ayudar a la persona enferma, sino también proteger quien le provee los cuidados.