Un senador de Compromís denuncia que la Ley de Biodiversidad de Canarias permitirá cazar gatos

El senador Carles Mulet, miembro de la Asociación Parlamentaria en Defensa de los Derechos de los Animales (APDDA), ha denunciado ante el Gobierno el anteproyecto de Ley de Biodiversidad de Canarias porque sostiene que incluye a los gatos como especie de caza.

En un comunicado remitido este martes, el parlamentario de Compromís advierte además de que la nueva normativa que se pretende aprobar exigirá a los ayuntamientos que erradiquen las colonias felinas urbanas y contiene otras modificaciones que pueden ser perjudiciales para muchos animales.

En una pregunta que ha formulado por escrito al Gobierno, Mullet se ha hecho eco de la denuncia de las asociaciones animalistas de Canarias, que señalan que la nueva ley pretende regular que todos los gatos sin identificación visible -es decir, se incluye a los que tengan dueño y a los que tengan chip- que se encuentren en terrenos cinegéticos puedan ser cazados.

Así mismo, las asociaciones han advertido de que en la futura ley se quiere que los ayuntamientos eviten y erradiquen las colonias felinas, mientras que el método CER (TNR) –Captura, Esterilización, Retorno- no figura en el texto, a pesar de ser un método científico, el más efectivo, según los animalistas, para el control de poblaciones felinas.

Las asociaciones también subrayan que la nueva ley propone que los hurones de particulares sean esterilizados, pero no los que estén en posesión de los cazadores, los cuales podrían reproducirse sin control cuando se perdieran o fueran previsiblemente abandonados.

El senador ha preguntado además al Gobierno si, en el anteproyecto de Ley de Bienestar Animal que se elabora, se incluirán medidas que puedan garantizar en todo el territorio español la gestión ética de las colonias felinas urbanas siguiendo el modelo CER.

Mulet se interesa también si en la nueva ley del Gobierno central la imposibilidad de dar la consideración de especies cinegéticas a los animales domésticos asilvestrados o la aplicación de métodos éticos de control poblacional de especies que prohíban, por ejemplo, la matanza de cabras a tiros, tal como se ha denunciado recientemente ante el Cabildo de Tenerife.