La Gastronomía de LPGC toma el bastón de mando capitalino
En la mañana del martes 18 de febrero, el Alcalde de la capital grancanaria, Augusto Hidalgo, recibió a los 4 restaurantes que salieron galardonados durante la gala de los IX Premios Qué Bueno Canarias Heineken 2020. A la cita acudieron los chefs Idaira Santana (El Pote, Mejor Cocina Española), Carmelo Florido (El Equilibrista33, Mejor Cocina Canaria), Braulio Rodríguez (Majuga, Mejor Chef de Canarias) y en lugar de Luis Ramos, jefe de sala de El Churrasco, ausente por viaje, acudió el propietario del Grupo M&M, Mario Gil (El Churrasco, Mejor Sala).
En un encuentro donde la cultura, la gastronomía y la ciudad estuvieron muy presentes en todo momento, el alcalde se descubrió como un auténtico conocedor de la cocina y el extraordinario momento que vive la ciudad, galardonada con el premio de “Mejor Capital Gastronómica de Canarias” en el mismo certamen. De resaltar que es la primera vez que la Guía Qué Bueno destaca a una ciudad de la isla como la mejor de todo el archipiélago, y como resaltó Jorge Fonseca en esa noche celebrada en Lanzarote “es gracias a la extraordinaria variedad, calidad y esfuerzo que está desprendiendo el sector en Las Palmas de Gran Canaria”.
En un ambiente distendido y de cordialidad constante el alcalde recogió el guante lanzado por los asistentes “pidiendo colaboración y acciones dinamizadoras para la hostelería y restauración de la capital, mucho más allá de los permisos de terrazas. Son miles los puestos de trabajo que están en juego y no sólo somos nosotros los importantes, lo son todos esos negocios que llevan años dando de comer a miles de capitalinos y también foráneos, desde desayunos hasta cenas”. Resaltaban “la obligación que tiene el sector ahora de abrir sus puertas al sector primario en todos sus frentes, desde la tierra hacia el mar, intentando que se paguen los precios justos que merecen y eliminando intermediarios, que lo único que hacen es lucrarse del trabajo ajeno. Es además un argumento de venta imbatible para los que visiten nuestras casas, da igual que lo que hagas sea un bocadillo o el mejor plato de autor, intenta que el producto sea de la tierra y su valor se multiplica hasta el infinito y no nos referimos al económico, sino al sentimental y de compromiso con lo que nos rodea”.
Por su parte el Alcalde de la ciudad resaltaba “la firme apuesta que estamos llevando a cabo para alejarnos del turismo de sol y playa tradicional, buscando a ese viajero urbanita que lo que quiere es conocer los sabores y las raíces de nuestra cultura. Ese trabajo lo estamos intentando llevar a cabo con distintas concejalías como Cultura, Turismo o Economía, pero es cierto que debemos incluir agentes externos que nos ayuden a sumar esfuerzos y crear sinergias, en ese camino estamos y pronto podremos comunicar alguna noticia al respecto gracias a un proyecto en el que se lleva unos meses trabajando”. Terminaba confesando que “quizás falta un punto de acercamiento al Cabildo de Gran Canaria con respecto a ir más de la mano en lo que a promoción gastronómica del destino y alianzas en distintos eventos nacionales se está llevando a cabo. Creo que esta ciudad está perfectamente capacitada para convertirse en un motor gastronómico importante de la isla, no olvidemos que actualmente en la Guía Michelin, 4 establecimientos de la isla consiguieron el codiciado galardón de BIB Gourmand, sumándose a los dos que ya existían y que convierten a Las Palmas de Gran Canaria en una de las ciudades líderes de esta categoría dentro de la propia Guía. Siempre se ha cocinado bien en la isla, con propuestas gastronómicas procedentes de todo el mundo, pero la verdad es que hasta hace muy poco no lo hemos puesto en valor como se debería, en eso, Tenerife lo vio y se puso las pilas mucho antes que nosotros y ahí están los resultados que tiene la isla hermana”. Para terminar la visita, el alcalde acompañó a los invitados por los distintos salones que conforman la apasionante historia de las Casas Consistoriales, visitando el salón de plenos, acudiendo a la terraza donde se maravillaron de las vistas hacia la catedral y comentaban entre risas y bromas “si nos dejan este espacio, hacemos unas cenas temáticas acompañados de una música final que sirvan para hacer de las casas consistoriales un edificio sostenible económicamente por sí mismo”.
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