Gran Canaria: tierra de guanartemes
Si el ser humano es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, la historia se empeña en recordárselo. Los aborígenes canarios dejaron su legado enterrado bajo una tierra que ha visto derramar la sangre de sus guanartemes, reyes antes de la conquista castellana.
Un bien preciado y antaño temido por constructoras, cuyo valor en alza hoy no solo⨠se torna cultural y pedagógico, sino también turístico. Muchos de los yacimientos de la Isla se han abierto al público tras la mejora de su accesibilidad y sobreviven a la crisis gracias al interés de los visitantes y â¨a actividades tan dispares como hacer yoga a los pies del Cenobio Valerón, ubicado en Santa María de Guía.
Gran Canaria cuenta con unos 50 Bienes de Interés Cultural (BIC) arqueológico incoados y declarados.â¨Tras una serie de años en los que las partidas insulares destinadas a Patrimonio Histórico disminuyeron, el arqueólogo y técnico de Patrimonio del Cabildo de Gran Canaria José de León señala que se está produciendo un mantenimiento de los presupuestos del área y un incremento en los proyectos. Asegura que en el último mandato el patrimonio arqueológico “ha adquirido un protagonismo sin precedentes”. “Estamos haciendo excavaciones, tomando análisis, un plan de mantenimiento de yacimientos y visitas guiadas”, añade.
Tipos de yacimientos
De León, indica que hay distintos tipos de yacimientos en la Isla: los que están controlados, los que no se conocen y los hallazgos casuales.
En ese sentido explica que en la actualidad hay unos 1.000 conjuntos de yacimientos controlados, cuya delimitación se encuentra estudiada y cuenta con un estudio arqueológico previo. La intención de la administración insular, según explica, se centra en que los Ayuntamientos los incluyan en sus planes de ordenación territorial,para que cuenten con figuras de protección y no queden afectados por las futuras obras que se quieran acometer en la zona.
Por otro lado se encuentran los que no se conocen, que hacen referencia a “las zonas en las que ya conocíamos que existía algo, aunque puede que haya más cosas”, puntualiza el arqueólogo. Para terminar, los que se descubren por casualidad, que son los que suelen causar más problemas, ya que se encuentran “fuera de control total”.
Situaciones como ésta última suelen ocurrir en los procedimientos de construcción de edificios o carreteras, aunque también ha habido casos como el ocurrido en Tauro, localidad del municipio de Mogán, donde un cazador encontró unos restos humanos mientras paseaba con su hijo. La ley determina que, cuando se produce algo semejante, se paraliza de forma inmediata la obra por medio de un decreto que puede permanecer vigente unos tres meses y que da pie a un estudio que acota el hallazgo, de forma que se pueda seguir con el proyecto o éste tenga que ser modificado.
Algo que ocurrió hace pocos años en el residencial Las Candelarias, en el término municipal de Agaete, donde se tuvo que modificar el proyecto de edificación de una urbanización, porque “el yacimiento era muy importante”, afirma De León. Dicho descubrimiento consistió en un ingenio azucarero que es quizás el más relevante del Atlántico del siglo XV.
En este punto, la arqueóloga Consuelo Marrero, directora de Arqueocanaria junto a Valentín Barroso, señala la evolución registrada en torno al patrimonio histórico en los últimos años, que ha significado que los restos encontrados por sorpresa.en medio de una obra no supongan un problema, cuando antaño se llegaba incluso a eliminarlos para que “nadie se diera cuenta”. Sin embargo, para llegar a la situación actual, las administraciones públicas han tenido que cambiar su forma de gestionar el patrimonio histórico.
El germen arqueológico
El germen de la gestión arqueológica en Gran Canaria nació en el Museo Canario, cuya creación surgió en 1879 de la iniciativa de un grupo de intelectuales encabezados por Gregorio Chil y Naranjo, como acicate para el desarrollo científico y cultural de Las Palmas de Gran Canaria.
Marrero: “Antes en una obra de una carretera aparecía un yacimiento y todo el mundo iba corriendo con una pala a quitarlo”
Aunque el Fondo de Arqueología se vincula a la creación deâ¨la entidad, no fue hasta más adelante cuando el patronato privado, que cuenta con subvención pública, creó un servicio de arqueología que acordó una política de actuación sobre el patrimonio arqueológico y todo lo referente a la prehistoria y la época anterior a la conquista del Archipiélago por parte de la Corona de Castilla. Cualquier descubrimiento que ocurriera en Gran Canaria se comunicaba al Museo y posteriormente se entregaba al mismo los restos encontrados.
A principios de la década de los 90, el Gobierno de Canarias introdujo la Dirección General de Patrimonio Histórico, enmarcándola en el área de Cultura, cuyo primer director general fue el doctor en Prehistoria Celso Martín de Guzmán. La intención de Martín de Guzmán de fundar un equipo de trabajo formado por arqueólogos, historiadores de arte, arquitectos, fotógrafos y delineantes, entre otros, no tardó en irse al traste y se diluyó meses después de arrancar.
Posteriormente, la Administración canaria transfirió una⨠serie de competencias sobre la materia a los Cabildos, que crearon un servicio de Patrimonio Histórico que, en el caso â¨de Gran Canaria, acaba de cumplir 20 años. De este modo, la Institución regional mantuvo las competencias de autorización e intervención en el terreno, mientras que los organismos insulares obtuvieron la responsabilidad de la conservación.
Un punto que genera controversia, ya que De León aboga porque los cabildos gestionen excavaciones como las de urgencia, porque “somos los que estamos día a día encima”. Para el arqueólogo “no tiene sentido que le pares una obra a una constructora y que después no puedas resolverlo”. Un tercer camino es que sea el propio particular el que determine la actuación a desarrollar, añade.
Todos los documentos obtenidos en una intervención se aportan al Gobierno de Canarias en una memoria explicativa, mientras que los fragmentos o materiales encontrados se envían, una vez clasificados, al Museo Canario, donde permanecen guardados o se restauran para exponerlos ante el público. El Museo es a su vez un gran almacén que acumula un elevado número de materiales que pueden estar años sin salir de sus respectivas cajas, hasta que un investigador los requiera para un estudio.
Empresas externas
Arqueocanaria fue la primera empresa creada en Gran Canaria para actuar sobre el patrimonio histórico, al inspirarse en una vertiente que cada vez cobraba más protagonismo en comunidades como Madrid. Marrero recuerda que su primera actuación consistió en desatascar la ampliación del tercer carril de la GC-1, tras el hallazgo del Llano de Las Brujas. Una obra que llevaba paralizada dos años, porque las administraciones públicas “no daban solución”.
“Fuimos a la empresa constructora, que en aquel momento era Fomento Construcciones y Contratas y le propusimos hacer la excavación para ver hasta dónde llegaba el yacimiento compuesto por casas, a cambio de que ellos invirtieran en la puesta a punto del lugar para que se pudiera visitar”, relata.
Después de abrir mercado en este campo, muchos de los problemas relacionados con el descubrimiento de restos aborígenes que permanecían estancados comenzaron a encontrar solución. “Antes en una obra de una carretera aparecía un yacimiento y todo el mundo iba corriendo con la pala a quítarlo, porque sino te paraban la obra”, argumenta. Aunque a día de hoy la Ley de Patrimonio Histórico impone una serie de sanciones si alguien comete un delito de este tipo, Marrero señala que este concepto ha cambiado, ya que “buscamos la manera de coordinar que una carretera se pueda hacer y que ese yacimiento se delimite y revalorice”.
Al respecto, detalla que las obras cuentan con un estudio⨠previo en el que se prevén las posibles afecciones que el trazado pueda ocasionar al patrimonio histórico y plantea una serie de medidas correctoras. En los casos en los que las manifestaciones no tienen el suficiente valor para conservarse, comparado con â¨el proyecto en cuestión, éstas se estudian y, una vez registrada toda la documentación y levantado el lugar con metodología arqueológica, éste desaparece.
Marrero recuerda que algo semejante ocurrió en la carretera que atraviesa el acantilado de Silva, donde hay cuevas de enterramientos. “Fuimos unos ocho meses antes de que la obra llegara hasta allí y a las cuevas que quedaban afectadas por la carretera se les hizo una excavación completa”, rememora. Para la arqueóloga, eliminar de forma fraudulenta yacimientos es una tarea complicada en la actualidad, porque “todo está bastante controlado”. Por otro lado, insiste en que “la gente ya no lo ve como un problema, un constructor ya no ve tan problemático encontrarse un yacimiento arqueológico, porque ya prevé desde antes cuál es la manera de actuar”.
La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC)⨠es otro de los organismos que apuestan cada vez más por la intervención directa sobre el terreno a través de convenios con la administración y las empresas.
Frentes abiertos
Todavía queda mucho por hacer en el panorama arqueológico de Gran Canaria. De León adelanta que durante el presente mes se abrirá al público el yacimiento del Bentaiga, el de La Fortaleza lo hará antes de que finalice el año y se tratará de promover el acondicionamiento y la apertura de Arteara y Lomo de los Gatos, en Mogán. La Administración insular apuesta por atraer a los tres millones de turistas que visitan la Islas, de los que tan sólo el 1% realiza visitas de interés cultural, indica el técnico⨠y arqueólogo. La Casa de Colon, precisa, recibe unos 150.000 visitantes al año.
Para Marrero, las nuevas técnicas permiten recabar nuevos datos a los arqueólogos, con lo que “todavía queda muchísimo por descubrir y muchísimo por estudiar”. Al respecto, señala una “revolución” en el conocimiento de las actividades relacionadas con la muerte de los antiguos pobladores canarios. Asegura que “se están volviendo a poner en tela de juicio todas las técnicas o los ritos o características de enterramiento que había antes”â¨y que “se están descubriendo cuáles eran los rituales, cómo se realizaban, nos están dando pautas de dietas, de patologías, enfermedades o marcadores de actividad”. “Creo que nunca va a estar todo dicho y eso es lo bonito que tiene la arqueología, que cualquier dato que aportes de un yacimiento o sistema, siempre se va a estar actualizando”, apostilla.
CUEVA PINTADA DE GÁLDAR
Aunque probablemente la realización en 1862 de una serie de trabajos agrícolas relacionados con el cultivo de las tuneras para la cría de la cochinilla propiciaron el hallazgo fortuito de la Cueva Pintada, no es hasta 1873 cuando se fecha su descubrimiento oficial.
Fue en ese año cuando José Ramos Orihuela accedió a la cámara por una estrecha abertura en el techo. Observó en sus paredes una serie de pinturas geométricas y esta circunstancia motivó la denominación popular de “Cueva Pintada”. Desde ese momento, se convirtió en lugar de obligada visita para todos los eruditos e investigadores interesados en el pasado prehispánico de la isla.
MAIPÉS DE AGAETE
Cementerio en el que los aborígenes fabricaron unas 700 tumbas, con una antigüedad de más de 1.300 años. Esta necrópolis del municipio de Agaete, se encuentra situada sobre una colada volcánica, donde los antiguos canarios construyeron unos enterramientos tumulares con las piedras del entorno. Aunque se encuentra acondicionado para su visita y cuenta con un centro de interpretación, parking y puntos de información, los arqueólogos siguen actuando en la zona.
CENOBIO VALERÓN
Colgado en los acantilados de lo que antiguamente era la cuesta de Silva, es el mayor granero colectivo que existe en la Isla. Los aborígenes lo construyeron hace más de 1.500 años en la toba volcánica, que es muy fácil de labrar con picos de piedra. Se encuentra conformado por silos en los que se guardaba el grano y probablemente otros materiales preciados. Se encuentra acondicionado para su visita desde 2007 y cuenta con actividades programadas.
AGUJERO - LA GUANCHA
Yacimiento arqueológico ubicado en una zona cercana a la playa de Bocabarranco de Galdar. Se encuentra compuesto por los restos de un poblado de casas de piedra en las que también se pueden apreciar estructuras que sirvieron como enterramiento. Es un ejemplo típico de poblados cercano a la costa. En la actualidad se encuentra mínimamente acondicionado y permanece cerrado mediante una valla, aunque el Cabildo ha llevado a cabo actividades de conservación.
YACIMIENTO DE TUFIA
Situado en el municipio de Telde es un ejemplo de poblado de casas de piedra ubicado cerca de la costa. Recientemente se ha realizado una excavación arqueológica y los estudios se encuentran actualmente en la fase de clasificación de materiales y análisis de resultados.
ARTEARA
Una necrópolis ubicada sobre un malpaís que se originó por el desprendimiento de ladera, en San Bartolomé de Tirajana, en la carretera de Fataga. Al ser un lugar que no sirve para cultivar ni para vivir, los aborígenes lo utilizaban para enterrar a sus muertos. A pesar de contar con la infraestructura necesaria para abrir al público desde 2001, permanece cerrado.
CUEVA DE ARUCAS
Ubicada en el Barranco de Cardones, en Arucas, es conocida como la 'cueva del muerto' y está previsto que desaparezca una vez se lleve a cabo la cuarta fase de la circunvalación. Los últimos estudios realizados en la zona revelan que no sólo se usó para enterrar a los muertos, sino también para vivir, algo que no se había encontrado hasta la fecha. Sin embargo, los arqueólogos no descartan que ambas situaciones se dieran en distintas épocas y no coincidieran en el tiempo.
LOMO DE LOS GATOS
Probablemente, un poblado de suma importancia en el que se han encontrado casas prehispánicas y posteriores a la conquista. Situado en un barranco de Mogán que en su día fue rico ecológicamente, se encuentra formado por la Cañada de los Gatos, una serie de cuevas en la ladera y la denominada Necrópolis de Las Crucecitas. Aunque en 2011 concluyeron los trabajos de acondicionamiento de la zona, permanece cerrado al público.
ALMOGARÉN DEL BENTAYGA
Forma parte de un conjunto de yacimientos que están en la Cumbre grancanaria y de los que Risco Caído es otro ejemplo. Según dice la literatura clásica de la arqueología canaria, se trata un lugar cultual que tiene un sentido religioso. A la probabilidad de que los antiguos canarios realizaran ritos en el lugar, se unen una serie de fenómenos astrales durante el verano, mediante un juego de luces, que hace pensar en un posible uso a modo de calendario.
CUATRO PUERTAS
Un clásico yacimiento grancanario, ubicado en la montaña de Cuatro Puertas de Telde. Como su propio nombre indica, se encuentra formado por una cueva con cuatro orificios de entrada, que probablemente se utilizó como zona de hábitat o lugar de culto, ya que se han registrado fenómenos astrales en su interior. En el otro lado de la montaña se han descubierto varias cuevas más.
INGENIO AZUCARERO
Uno de los descubrimientos estrella del momento, que atestigua que el capitán Alonso Fernández de Lugo estableció en el siglo XV un ingenio azucarero que monopolizó la economía de la Isla y se exportó al exterior. Las obras de una urbanización destaparon recientemente parte de las edificaciones que formaron el ingenio, así como miles de formas azucareras fragmentadas. El hallazgo especial lo conforman las 12 formas azucareras colocadas unas dentro de otras que aparecieron en el Puerto de Las Nieves, ubicación del primer ingenio azucarero que levantó el citado capitán en los primeros años de conquista. Hasta la fecha sólo se habían encontrado las formas azucareras fragmentadas.
RISCO CAÍDO
Situado en el margen izquierdo del Barranco Hondo, que divide los términos municipales de Gáldar y Artenara. El yacimiento está compuesto por una serie de cuevas habitacionales y de uso agrario ganadero, algunas de las cuales ofrecen cazoletas excavadas en el piso y varios grabados en forma de triángulos púbicos en las paredes. En una de estas cuevas, se produce el curioso fenómeno de que los rayos solares que penetran por un ventanal superior iluminan su interior de una manera enigmática. Las distintas hipótesis sobre el fenómeno señalan su posible uso como calendario. El Cabildo de Gran Canaria ha iniciado los trámites para que la Unesco que lo declare Patrimonio de la Humanidad.