El aislamiento del Sáhara: “La situación es cada vez peor”
El Equipo Media (emsahara.com) nació en 2009 y trata de “romper el aislamiento del Sáhara”, el real y el informativo. Es un grupo de jóvenes que intenta informar en internet y en redes sociales de lo que pasa en la otra orilla, a sólo unos kilómetros de Lanzarote y Fuerteventura. Y no es fácil. En septiembre del año pasado fueron arrestados dos de sus miembros.
Hayat Rguibi forma parte de este equipo y también pasó seis meses en prisión “por recabar información”, cuenta. Ahora está en Lanzarote y dice que en los territorios ocupados “la situación cada vez es peor”. Cada semana hay manifestaciones en la calle “pero hay un silencio mediático, pocos podemos salir del Sáhara y muy pocos pueden entrar”. Recientemente, Marruecos ha rechazado la visita de dos cargos públicos de Izquierda Unida en el País Vasco y dos parlamentarios europeos. Tampoco entran periodistas. “Es una zona cerrada”, señala, donde solo se vuela para negocios.
Muchos activistas saharauis siguen encarcelados y algunos, los condenados por su participación en el campamento de Gdeim Izik, del que se cumplen ahora siete años, están en huelga de hambre, como Hassan Dah o Bachir El Khadda.
Hguibi dice que las redes sociales funcionan para intentar romper ese aislamiento, pero que no hay apoyo de los medios y destaca “la responsabilidad de España, que tiene la llave de nuestra causa” y el papel de las mujeres saharauis en el conflicto, que están liderando las protestas.
La situación en El Aaiún y otras ciudades no es buena, y no sólo por el aislamiento o la represión. “No tenemos hospital ni especialistas, ni universidad, nos quieren ahogar así, y además van a poner en Smara una de las cárceles más grandes de África, en Smara, señala Hayat: ”La tierra es rica en recursos pero seguimos siendo pobres, y la respuesta siempre es la cárcel“. En agosto, Horst Kohler tomó posesión como nuevo enviado especial de la ONU para el Sáhara Occidental. Ya es el cuarto que ha ocupado ese puesto. ”No esperamos nada“, dice Hayat.
El caso del refugiado Driss Dambar
Driss Dambar es uno de los pocos saharauis de los territorios ocupados que ha conseguido en España el estatus de refugiado. Es hermano de Said Dambar, asesinado en El Aaiún el 22 de diciembre de 2010 en circunstancias aún no aclaradas. No se hizo autopsia y el cuerpo se enterró sin permiso de la familia.
Esa muerte lo cambió todo, también para Driss, que había estudiado Económicas, era auditor de cuentas y tenía el sueño de acabar el doctorado. Hizo unas oposiciones a un puesto en Hacienda, aprobó, y cuando debía pasar el reconocimiento médico le dijeron que fuera a hablar con el gobernador. “Me dijo que retirara la denuncia por lo de mi hermano, un chantaje”. Así que no obtuvo el trabajo, pasó a engrosar una “lista negra”, tuvo que buscar trabajo en Fez, Marrakech y Casablanca y no pudo hacer el doctorado.
Desde entonces su familia, que vive en ElAaiún, protesta cada día 22 y siempre hay problemas. “Tenemos el segundo muro más largo del mundo, hay represión, cárcel y poco respeto a los derechos humanos”, dice. La familia pide que se aclaren las circunstancias de su muerte, porque no se hizo una autopsia fiable ni un juicio con garantías. El asesinato se produjo con un arma de fuego en una zona de alto el fuego controlada por la Minurso, “y ellos tiene alguna responsabilidad”, señala Driss, que añade que “dicen que el asesino está en la cárcel pero no lo sabemos seguro”.
Driss Dambar ha estado trabajando en Ibiza en un hotel y ahora ha vuelto a Lanzarote, donde vive otro de sus hermanos. “Tomé la decisión más dura del mundo -asegura- porque nadie quiere ser un refugiado, nunca puedes volver a tu casa”.
Recientemente se cumplió un año del conflicto en el Rif. Dambar dice que se quieren comparar las dos causas como si fueran dos regiones de Marruecos, pero que ellos están bajo ocupación, aunque destaca que están “en solidaridad con todas las víctimas del mundo”.