Alertan de la caza furtiva de pardela cenicienta
La organización ecologista SEO/BirdLife ha alertado de que la caza furtiva de pardela cenicienta se intensifica en Canarias en septiembre y octubre, meses durante los cuales se produce el engorde de los pollos de estas aves nacidos en el verano.
En un comunicado, la organización señala que el “pardeleo” es una de las principales amenazas en Canarias que sufre esta especie marina declarada ave del año 2013 por SEO/BirdLife.
Explica que la recolección de pollos de pardela cenicienta para obtener alimento y aceite, el llamado pardeleo, es una de las principales amenazas que sufre esta especie. y afirma que se practica de manera furtiva en algunos lugares, de modo especial en Canarias.
Las pardelas cenicientas (Calonectris diomedea) son aves marinas que sólo se acercan a tierra para criar, y alimentan a sus crías en el interior de agujeros bajo piedras, derrubios de acantilados o en huras excavadas en islotes o zonas rocosas de difícil acceso cercanas a la costa, lugares estos en los que son capturados con más facilidad.
SEO/BirdLife señala que en el pasado el expolio de los nidos de pardela cenicienta fue una práctica muy común en Canarias, dónde la carne de los pollos era muy apreciada por su gran cantidad de grasa y por tratarse de un recurso alimenticio de fácil acceso en épocas de escasez.
Añade que hoy en día la pardela cenicienta es un ave protegida y su caza está prohibida.
A la práctica del pardeleo se unen amenazas como la presencia de gatos, ratas y otros mamíferos introducidos que depredan sus colonias de cría, la contaminación lumínica, que desorienta a los adultos y provoca colisiones, y las capturas accidentales en artes de pesca, dice la organización ecologista.
Comenta que tras la prohibición de su caza, la protección de la especie y sus principales zonas de cría, esta práctica tenía que haberse erradicado totalmente, pero, señala, cada año se denuncia su caza ilegal en diversos puntos de Canarias, como el islote de Alegranza, dentro del archipiélago de Chinijo.
Las pardelas cenicientas tienen un único pollo que crían durante meses a base de pescado, engordando hasta un tamaño superior incluso al de sus padres.
Al vivir en huras excavadas en el suelo o bajo piedras su única defensa frente a los depredadores consiste en la dificultad de acceder a la colonia.
Una vez allí los expoliadores solo tienen que atrapar y matar a las crías que no ofrecen resistencia alguna, por lo que la vigilancia de los islotes y colonias, así como la denuncia, son fundamentales para luchar contra esa práctica ilegal, comenta SEO/BirdLife.