El Consejo Escolar de Canarias pide evitar deberes repetitivos y que aumenten la desigualdad
El Consejo Escolar de Canarias ha pedido a los centros educativos que reflexionen sobre el uso racional de los deberes, que no deben ser repetitivos y mecánicos, y ha solicitado dotación pública para que este asunto no implique discriminar a familias con menos recursos y cualificación.
Estas son parte de las consideraciones que ha efectuado el Consejo Escolar, órgano en el que están representados cabildos, ayuntamientos, sindicatos, profesores y familias, en un documento ratificado por el pleno de la institución el 7 de abril, y que fue aprobado por 31 de sus 33 miembros.
Los dos miembros del pleno que emitieron un voto particular al respecto eran los representantes de la organización sindical ANPE Canarias, que indicaron que valoran el trabajado realizado y la búsqueda de consenso pero que entienden que este asunto no corresponde al Consejo Escolar, sino a la autonomía de los centros.
El presidente del Consejo, Ramón Aciego, explicó en la presentación del informe que precisamente el texto pone el acento en la autonomía de los centros, la coordinación interna y la colaboración con las familias, y pide evitar las tareas poco motivadoras y que se respete la conciliación de la vida familiar, el ocio y el tiempo libre de los alumnos.
La educación es una responsabilidad compartida entre la escuela, la familia y la sociedad, dijo Ramón Aciego, y por ello uno de los objetivos que debe vigilarse es que las tareas no supongan una discriminación hacia las familias sin suficientes recursos para abonar clases de refuerzo.
De hecho, el Consejo entiende que los centros educativos deben proporcionar todo tipo de refuerzo al alumnado con necesidades educativas dentro del propio centro y de forma gratuita.
Para ello es imprescindible que la Administración garantice “los espacios y tiempos necesarios” y entiende que la clave es incluir los deberes en la programación general del centro, con una adecuada coordinación entre las diferentes materias para evitar la repetición o exceso de tareas.
Añade que la necesidad de revisión de unos currículos educativos sobrecargados que hace patente este trabajo, así como el incremento de recursos que pide la comunidad educativa para hacer efectiva la coordinación para hacer efectiva la coordinación entre escuela y familias, aconsejan que estas consideraciones se hagan llegan al Consejo Escolar del Estado y al Ministerio de Educación, añadió Ramón Aciego.
También resulta esencial que las familias apoyen los métodos de enseñanza diseñados por los equipos docentes, subraya el Consejo Escolar de Canarias, que además recomienda que las tareas deben promover la curiosidad, fomentar la responsabilidad y la autocompetencia, y contribuir a aprender a organizar y planificar.
Otra de las cualidades que pide el Consejo Escolar que se tengan en cuenta son la contribución de los deberes a la participación efectiva de las familias, el fomento de la iniciativa personal y el refuerzo de aprendizajes, habilidades y actitudes.
El vicepresidente del Consejo Escolar de Canarias, Eusebio Dorta, que también preside la Federación Insular Tinerfeña de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos, subrayó que todas las partes han cedido para elaborar el documento “en el afán de construir” y destacó que las familias han apoyado el texto “sin fisuras”.
José Ramón Barroso, secretario de la Federación de Enseñanza de CCOO en Canarias, apuntó que la cuestión de los deberes escolares es complicada y ha generado cierta inquietud que hizo “tomar las riendas” al Consejo Escolar de Canarias, pues la discusión social de este asunto corría el riesgo de derivar “por la vía de la confrontación”.
El Consejo, prosiguió Barroso, no ha querido hacer recomendaciones y ha preferido sustituirlas por “consideraciones” ya que, añadió, es preciso abrir un debate en cada centro educativo y reflexionar sobre el uso racional de las tareas.