Elián, a un paso de recuperar a su hijo

Elian López. (CARLOS DE SÁA)

Eloy Vera

Puerto del Rosario —

Elián López, la madre del niño que tuvo que acatar una sentencia que obligaba a entregárselo al padre para que se lo llevara a Estados Unidos, empieza a respirar tranquila. Ahora, el padre se muestra receptivo y está dispuesto a devolver a Daniel, de 12 años, ante los informes psicológicos que alertan de una depresión en el menor por vivir alejado de su madre. Su llegada a Fuerteventura se espera para junio.

El caso de esta hispano-venezolana, residente en Fuerteventura desde 2016, atrajo el interés informativo de toda España el verano pasado. Muchos vieron en él similitudes con la historia de Juana Rivas, la mujer de Granada que tuvo que devolver a sus dos hijos a su expareja y presunto maltratador, residente en Italia.

El 28 de julio de 2017 Elián tuvo que entregar a Daniel a su padre en Las Palmas de Gran Canaria. Días después, padre e hijo viajaron a Estados Unidos. Desde entonces, el contacto entre madre e hijo ha sido a través de videoconferencia.

La historia se remonta a 2005, cuando Elián decidió romper con su pareja y abandonar Estados Unidos, donde residía junto a su marido. Ambos firmaron un acuerdo donde se plasmaba que la madre sería quien tendría la custodia del menor; que sería ella quien decidiera en qué colegio iba a estudiar, siempre contando con la segunda opinión del padre, y un permiso internacional de viaje para poder llevar al niño a cualquier parte del mundo.

En marzo de 2012 Elián decidió enviar a su hijo a pasar unas vacaciones junto a su padre a Estados Unidos. La mujer había sufrido un episodio de violencia de género por parte del que en ese momento era su pareja y optó por mantener alejado a su hijo de esa situación. “Se aproximaban juicios y quería evitar que Daniel pasara por ese episodio. Por eso, tomé la decisión de mandarlo de vacaciones junto a su padre”, insiste.

En septiembre de ese año, Elián firmó un nuevo acuerdo. Según la madre, “en él se decía que la residencia del menor cambiaba momentáneamente hasta que yo volviera a la normalidad. Lo firmé estando en tratamiento y el documento no fue legalizado. De hecho, los abogados dicen que no tiene validez”, apunta.

Tras las insistencias de la madre, el padre permitió el regreso del menor en 2016. Elián recuerda que el pequeño empezó a contarle que “el padre le golpeaba y que siempre había castigos”. Al final, habló con él para decirle que el niño no volvería a Estados Unidos. Este optó por pedir la custodia completa, pero fue denegada por lo que decidió poner una denuncia por secuestro internacional.

Lucha en los juzgados

A partir de ahí, comenzó una lucha en los juzgados que culminó con un juicio, en primera instancia, que se falló a favor del padre. En la sentencia se sostenía que el niño estaba siendo manipulado por su madre. En segunda instancia, la Audiencia Provincial confirmó la primera sentencia y la ejecución de la misma.

Elián presentó un recurso ante el Tribunal Constitucional, que fue admitido a trámite. La madre explica que “al estar esperando por el Constitucional no tenían que haber ejecutado la sentencia”. El caso llegó al Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo. A través de un fax, ordenaron que se detuviera la ejecución de la sentencia. La orden llegó el 2 de agosto. Un día antes Daniel había viajado a Estados Unidos.

En Miami también se celebró un juicio cuyo juez ordenó que Daniel tenía que hablar cuatro veces a la semana por videoconferencia con su madre, el seguimiento del menor por parte de un trabajador social y la realización de un análisis por parte de un psicólogo del estado.

El 19 de enero la abogada del padre envió un correo electrónico a la abogada de Elián. En él, el padre reconoce que “ama a su hijo pero entiende que el bienestar del menor es estar con su madre y que volverá una vez finalicen las clases en mayo o junio”. La decisión vendría motivada por el informe elaborado por una psicóloga que dice que el menor sufre depresión y que tiene que regresar con su madre a Fuerteventura.

Después de leer el correo electrónico, Elián no ha borrado la sonrisa de su cara. “La abogada me ha dicho que no tengo que tener dudas. Hay un correo escrito y ahora no puede cambiar de opinión porque supondría un problema legal”, comenta. “No hay fecha concretada. La abogada tiene que informar al juez que las partes están de acuerdo y una vez firme no hay vuelta atrás”, sentencia esta mujer.

Durante este tiempo, Elián ha tenido que hacer malabares para poder pagar abogados, viajes, traducciones… Ahora deberá abonar el billete del pequeño desde Estados Unidos, que podría costar unos 1.200 euros. A su lado, cuenta con Óscar Hernández, un conocido activista de la capital, que ha servido de apoyo a Elián en estos últimos tiempos.

Óscar se queja de la escasa ayuda que ha recibido esta madre. “Tocó puertas en busca de ayuda, pero solo recibió algún golpe en la espalda y buenas palabras por parte de algunos políticos”. Ahora planea celebrar un torneo de baloncesto 3X3 para recaudar dinero para costear la compra del billete.

De momento, ha conseguido arrancar el compromiso del consejero de Deportes del Cabildo, Andrés Díaz Matoso, para ceder el pabellón donde se celebre el torneo. Óscar espera que con el dinero recaudado de las inscripciones de los jugadores, más el patrocinio de empresas y la creación de una cuenta cero en el banco, se pueda pagar el billete.

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