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La erupción que destapó una violencia machista invisibilizada

Alicia Pérez, psicóloga especializada en violencia de género, en Santa Cruz de La Palma. (ALEJANDRO RAMOS)

Jennifer Jiménez / Los Llanos de Aridane, La Palma

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Los recursos de acogida para mujeres y menores víctimas de violencia de género llegaron a estar al completo de su capacidad en La Palma durante las primeras semanas de la erupción que ha afectado a la isla desde el pasado 19 de septiembre. Según los datos que maneja el Instituto Canario de Igualdad (ICI), durante los dos primeros meses de erupción se recibieron 119 alertas al 112 de casos de violencia machista, un 57% más que en el mismo periodo del año anterior. De ellas, 43 fueron de emergencia (situaciones en las que la vida de la mujer corre peligro), lo que supuso un 23% más que en 2020. La consejera de Acción Social del Cabildo de La Palma, Nieves Hernández (PP), explica en una entrevista con este periódico que su equipo estuvo muy preocupado en aquel momento por ese incremento de las llamadas: “El año pasado cuando empezó la pandemia también se produjo un repunte y el aumento viene asociado a los momentos de crisis social”, asegura. Por ello, se detectó rápidamente la necesidad de que se incrementaran los recursos, para lo que se ha producido colaboración con el ICI y del Ministerio de Igualdad.

Alicia Pérez es la psicóloga que ha formado al personal que se encuentra en primera línea de la emergencia social que se ha disparado por el volcán. Los cursos han estado enfocados en transmitir esa mirada de género a la hora de tratar a la ciudadanía, de manera que las profesionales puedan detectar casos de violencia machista en cualquiera de los puntos de atención. “En momentos de hacinamiento, de conflictos y situaciones de crisis es previsible que aumente la violencia machista y más si haces que las personas tengan que estar conviviendo de forma forzada durante mucho tiempo. Por eso era la alerta y la necesidad de sacar todos los mecanismos y recursos necesarios para poder ayudar a las mujeres que se vieran en esa situación y pudieran pedir ayuda”, afirma. Su misión ha sido la de impartir estos cursos para que ese personal, en su mayoría trabajadoras sociales, detecten esos casos de violencia y puedan tener esa sensibilidad ya que “si no tienen formación, estrategias o recursos, se les puedan escapar situaciones de violencia”, apunta. 

Hemos visto un montón de mujeres que ya venían con situaciones de violencia de género y hemos detectado un montón de violencia de género

La psicóloga afirma que en este tiempo que ha durado la erupción, cuando las personas afectadas acudían a hablar con una profesional como ella “de lo menos que te hablaba era del volcán”. Es decir, el volcán es una preocupación constante, pero en su trabajo con las personas que se encontraban evacuadas en El Fuerte y después en el Hotel de Fuencaliente “de lo que más hablaban era de cómo estaban, de las mochilas que ya traían. Muchas de ellas ya venían pues con situaciones de violencia, situaciones de violencia que habían sufrido en el pasado, con un proceso de separación y con orden de protección o simplemente con problemas personales con sus familias. Allí también se descubren muchas veces enfrentamientos o malas relaciones en el ámbito familiar”, aclara. Y a ello se sumaba el volcán. 

Perspectiva de género en la atención social

Con las mujeres que han sufrido esta violencia o la estaban viviendo, Pérez apunta que se conversaba con ellas sobre qué les preocupaba; “ahí empiezas a preguntar y ya dices: me está hablando de violencia de género y no ha tomado conciencia de qué es la violencia de género”. La psicóloga recuerda que en muchas ocasiones las mujeres no son conscientes porque no se ha producido violencia física. “Que te pueda insultar, humillar y estar machacando todos los días no lo detectan como violencia al final”. Percibirse como víctima no es fácil y por ello insiste en la formación y en la prevención. Defiende que los profesionales que trabajan en esta primera línea de la emergencia cuando una mujer les explica que está viviendo problemas con la familia o la pareja “si no indagan más allá, no descubren que estén viviendo una situación de violencia”. Durante la erupción, la formación ha servido para que otras compañeras le pregunten a Pérez por una determinada situación y, al indagar, descubrir que sí que había violencia machista detrás, pero hasta ahora no contaban con las herramientas para percibirla. “Hemos visto un montón de mujeres que ya venían con situaciones de violencia de género y hemos detectado un montón de violencia de género”, remarca.

La situación se invisibiliza en entornos rurales

Cuando la mujer viene de esta situación, señala que se las acompaña y cuando se detecta un nuevo caso se les informa de los recursos que existen y se les anima para que puedan denunciar para salir de esta situación, pero sin presionar ni juzgar. “Hay algunas que lo ven súper claro y otras que te dicen: ¿y ahora a dónde voy?” porque la situación ya de por sí es complicada, explica, pero aún lo es más para quienes dependen económicamente del agresor. En La Palma, además, al tratarse de una isla que se compone de muchos núcleos rurales diseminados apunta que aún existe señalamiento hacia las víctimas, algo que no ocurre hacia el agresor. También las mujeres están invisibilizadas en el mundo laboral; pues en el ámbito rural muchas veces ni siquiera están cotizando. Pérez puntualiza que suele explicarles que sí que hay recursos y la posibilidad de buscar alternativas económicas. “En La Palma hay una situación de injusticia en muchos sentidos, en temas de empleo, en que se invisibiliza la situación en entornos rurales y también tenemos menos recursos en todos los sentidos para salir adelante”, indica. 

Pese a que reconoce el esfuerzo del Instituto Canario de Igualdad para luchar contra esta violencia y lo mucho que han avanzado las administraciones, sí añade que en la isla desde que llegó la Ley de Violencia de Género hace más de 20 años, los casos se han ido incrementando, “mientras seguimos con el paquete básico de psicóloga, trabajadora social y jurista”. Aunque se han realizado contrataciones puntuales aboga por más personal estable ya que en el caso de la Psicología no basta con tratar a las mujeres una vez al mes. Así mismo, si la profesional cambia, se vuelve a perder tiempo ya que desde la primera intervención con la víctima se ha realizado un trabajo de confianza durante meses. Pérez repite la palabra “educación” como la fórmula para erradicar las desigualdades y el machismo. Señala el caso de mujeres que le han comentado después de ser agredidas que no quieren saber más de otras parejas y que ella les explica que lo importante es poder trabajar qué es violencia de género para que pueda detectarla y empoderarse para saber cuáles son los límites.

¿Con qué recursos cuenta La Palma?

La consejera de Acción Social del Cabildo explica que la casa acogida llegó a estar al completo, con cinco mujeres y cuatro menores. Ahora ya no se encuentran en esos recursos, pero el equipo sigue trabajando con ellas “en la intervención social y psicológica para empoderarlas y para que intenten salir de esa realidad en la que viven. Sí es verdad que durante la erupción volcánica muchas de ellas se vieron abocadas por una tensión que en ciertos momentos les hizo dudar de sui salir o no y nosotras siempre ponemos a disposición esos recursos para que ellas sean conocedoras, puedan denunciar y sepan que vamos a estar aquí para apoyarlas”, remarca.

Ninguna mujer que se encuentre en esta situación se va a quedar sin ser atendida

De la red de recursos de la Corporación Insular forma parte una psicóloga, una trabajadora social y una auxiliar y “esperamos en el comienzo del año 2022 podamos incorporar otra psicóloga, una trabajadora social y una jurista” con los fondos que llegarán del Ministerio de Igualdad a través del ICI. “Estas profesionales lo que van a dar es una mejor respuesta a las mujeres que usan los servicios que tenemos a disposición tanto para ellas como para los menores víctimas”, agrega. La coordinación con el ICI insiste en que es constante y que durante estos meses desde las distintas instituciones han remarcado que “ninguna mujer que se encuentre en esta situación se va a quedar sin ser atendida” ya que los recursos siempre se buscarán para ayudarlas. En estos momentos insiste en que hay espacios más que disponibles para ellas y sus hijos. “Ahora mismo lo recursos no se encuentran llenos, tenemos espacio disponible para en caso de que haya activaciones poderles dar respuestas. También tenemos otros recursos que tienen las instituciones a su disposición dentro del servicio de atención social y si tuviesen la necesidad pues los tenemos a disposición”, insiste.

Hernández apunta que en la isla han tenido períodos variables en cuanto a volumen de llamadas de alerta por violencia de género, “por ejemplo, este año estuvimos sorprendidos con que en el mes de agosto apenas hubo activaciones y, sin embargo, en el mismo mes del año anterior sí se produjeron”. Ahora la tendencia de llamadas al 112 para alertar de estos casos ha ido en descenso en las últimas semanas. Según los últimos datos del Instituto Canario de Igualdad, en noviembre se produjeron 47, en la media del año anterior.

Consciente de lo diseminada que se encuentra la población de La Palma, también se establece coordinación con los ayuntamientos en materia de Igualdad y existe una profesional dentro de la red de atención que se dedica a sensibilizar y se acerca a los ayuntamientos, al Servicio Canario de Salud o a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. “Responde a cualquier llamada que se le realice desde cualquier entidad para dar charlas o sensibilizar en violencia de género”, subraya la consejera.

El reto de llegar a los jóvenes y educar

Pasear estas semanas por los municipios de Los Llanos de Aridane o El Paso es encontrarse con diversas campañas llamativas para concienciar sobre la violencia de género. Actualmente, la consejera insiste en la necesidad de dar a conocer el Plan de Igualdad y Prevención de la Violencia de Género del que ya dispone al isla y que se trata de visibilizar con una campaña que simula las personajes de la serie El cuento de la criada, con la que explican la desigualdad de género que aún existe en distintos ámbitos. Cada cartel dispone de un código QR que lleva a una página web con estudios y datos contrastados.

Que los mensajes lleguen a la juventud asegura que es otro de los grandes retos. Por ello, se trabaja en colaboración con centros educativos y recientemente se ha elaborado una campaña para que a través del cine Anime para promover los valores de igualdad y el fortalecer el papel de la mujer. Así mismo en los cines de la isla se proyectará este mes un vídeo con el objetivo de continuar concienciando. “La buena normalidad” es una de las campañas más potentes que el Cabildo sacó durante la pandemia utilizando frases como “no le laves las manos ante la violencia de género” “mantén la distancia (con el agresor” y “quítale la máscara”. Además, se trata de llegara  los más jóvenes a través de las redes sociales como Instagram, Facebook o la página web. Nieves Hernández insiste a las mujeres que puedan estar viviendo una situación de violencia de género en que “en cualquier momento no duden en acudir a las instituciones e incluso sin no quieren poner denuncia y se quieren informar pueden dirigirse al Cabildo, que tenemos el número de atención telefónica  y psicológica que orienta sobre los pasos que tienen que dar”, concluye.

Alicia Pérez también pertenece a la Asociación de Mujeres Vega, de Tijarafe, que acaban de elaborar una guía para compra de juguetes no sexistas ya que “la educación es el mantra pero es la clave”, pero no solo la educación de los menores, también la del profesorado. La psicóloga remarca que no se debe bajar la guardia ante la violencia de género. “Tenemos que estar en alerta siempre porque si ahora el volcán se para, empieza el momento de recolocar a toda la gente y las frustraciones y las situaciones de incertidumbre o de no ser compensado como yo me esperaba. Eso también genera mucha frustración y puede volver a generarse todo estas situaciones de violencia de género”, recuerda.

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