Un experto advierte de que recuperar el fuel “no será barato”
El director de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Navales de la Universidad Politécnica de Madrid, Luis Ramón Núñez Rivas, ha asegurado este jueves que se “dispone de tecnología para recuperar el combustible” del buque hundido al sur de Maspalomas, si bien ha advertido de que “es un proceso complejo y no será barato”.
Se trata de una tecnología española, desarrollada específicamente por Repsol para hacer frente a los problemas generados por los vertidos de crudo tras el hundimiento del Prestige, un suceso “semejante” al del buque ruso Oleg Naydenov naufragado al sur de Gran Canaria, que Núñez Rivas tuvo ocasión de vivir desde el mismo puesto.
En 2002, cuando se hundió este petrolero monocasco frente a las costas gallegas “aún no existía la tecnología adecuada para extraer y recuperar el combustible acumulado en los tanques hundidos” según ha reconocido a Efeverde, pero a raíz de este suceso los expertos españoles desarrollaron unas bombonas de aluminio que sí pueden hacerlo.
Las bombonas, fabricadas en Galicia, se sumergen llenas de agua para aguantar la presión hidrostática hasta el pecio y, una vez allí, se conectan a los tanques de fuel a través de una válvula instalada por un robot submarino, que ha perforado previamente la chapa del tanque.
El combustible fluye a través de la válvula y, gracias a su diferencia de densidad, expulsa de manera natural el agua mientras va rellenando las bombonas que, una vez cargadas, son extraídas una a una hasta la superficie.
Para facilitar la operación, se perfora también la parte inferior del tanque, de manera que el ingreso del agua salada, que posee una densidad mayor que la del fuel, ejerce presión “como si fuera el émbolo de una jeringuilla”.
“Así se solucionó el problema del 'Prestige' y así se puede solucionar igualmente el del petrolero ruso, es la única posibilidad que veo”, insiste Núñez Rivas.
La ministra de Fomento, Ana Pastor, ha anunciado este jueves precisamente en Las Palmas de Gran Canaria que el Gobierno estudia el mejor modo de acceder al arrastrero ruso, hundido a unos 2.400 metros de profundidad, porque el propósito de las autoridades es extraer el fuel que quede en sus tanques para “minimizar los daños” ocasionados al medio ambiente.
Mientras tanto, el presidente de las cofradías de pescadores de Las Palmas, Gabriel Jiménez, ha asegurado a Efe que existe ya un primer vertido que ha provocado una mancha de hidrocarburos con su mayor concentración a unas 40 millas de Gran Canaria, si bien en estos momentos se aleja de la costa.
A la espera de conocer la gravedad de ese vertido, Núñez Rivas ha explicado que este tipo de derrame sólo afectaría en principio a un tanque a medio llenar.
“Los tanques llenos, si no han explotado todavía, no lo harán en mucho tiempo, justo porque la presión del agua a esa profundidad compensa la que ejerce el combustible desde el interior del pecio”, ha argumentado este experto.
En esas condiciones, “mientras no falle algún elemento estructural del continente del tanque”, éste no se abrirá hasta que no se desgaste por corrosión y, a 2.400 metros bajo la superficie marina, “el porcentaje de oxígeno en el agua es muy pequeño y por tanto la corrosión es muy lenta, por lo que puede aguantar decenas de años”.
Núñez Rivas pone como ejemplo el combustible que este jueves día sigue aflorando procedente de buques hundidos durante la Segunda Guerra Mundial, cuyos tanques no fueron afectados en el momento del naufragio y sólo ahora empiezan a liberar su carga.
Respecto a la cantidad de fuel a bordo del buque ruso, también ha explicado que “se justifica al ser un pesquero de altura que navega durante varios meses”.