El Parador del corazón turístico de La Aldea, abandonado tres años después de su inauguración

Parador La Aldea de San Nicolás

Silvia Álamo

Las Palmas de Gran Canaria —

“El antiguo edificio del Parador de La Aldea de San Nicolás se convertirá en un centro de interpretación del yacimiento arqueológico de la zona de Los Caserones, además tendrá una escuela de buceo, un restaurante y un aula de formación”, esa era la intención del Cabildo de Gran Canaria hace seis años, allá por 2011. Hoy, más de tres años después de su inauguración -en 2014- el edificio permanece cerrado. Más de 730.000 euros de las arcas públicas abandonados, en mal estado, desperdiciados en el corazón turístico de La Aldea.

Buenas noticias llegaban al pueblo del oeste de Gran Canaria en el mes de enero de 2011, el edificio del Parador, situado entre la zona del parque Rubén Díaz y el campo de fútbol de la playa, se iba a rehabilitar y abrir al público con el fin de atraer nuevas oportunidades de negocio, formación y ocio al municipio.

El Parador de La Aldea de San Nicolás fue en su momento un restaurante en el que se celebraban bodas y bautizos. Los fines de semana iban grupos a amenizar la noche, contaba con una gran cocina y un gran comedor que daba cobijo a las cientos de personas que se reunían allí. Llegó a convertirse en el sitio de moda. Tras pasar por las manos de varios administradores, no se sabe por qué razón, terminó yéndose a pique y echaron el cierre.

En 2011 el presidente del Cabildo insular, el socialista José Miguel Pérez, decidió invertir algo más de 732.000 en la rehabilitación de la infraestructura con el objetivo de convertirlo en un centro de interpretación de Los Caserones, el yacimiento arqueológico más importante de La Aldea.

Asimismo, debido a las grandes dimensiones del edificio, se acomodarían las instalaciones para una escuela de buceo, un restaurante y un aula de formación de hostelería. “El proyecto supone una apuesta decidida para atraer el turismo nuestro municipio, así como para recuperar los valores etnográficos y arqueológicos que encierra”, anunciaba Tomás Pérez, alcalde de La Aldea de San Nicolás.

Tres años después, en 2014 se inauguraron las obras bajo la presidencia de José Miguel Bravo de Laguna. El objetivo era ponerlo en marcha ese mismo año. El Cabildo presumía de que sería el segundo centro de interpretación más grande de la Isla, solo superado por el de la Cueva Pintada en el municipio de Gáldar. Pero la idea quedó en el aire y desde hace años las novedades con respecto al futuro del Parador han sido escasas.

La inversión fue “tremenda”, así la definen los vecinos. La constructora que ganó el concurso estuvo mucho tiempo trabajando. “Sacaron basura, escombros, tiraron paredes e hicieron un edificio casi nuevo. Es una verdadera pena que esté cerrado”, apunta un vecino mientras mira con pena a la infraestructura.

Quienes han entrado y visto el interior del edificio, cerrado a cal y canto por el Cabildo, lo definen como “espectacular”. “Dentro había carteles de la zona arqueológica de Los Caserones, pantallas en las que se reproduccían pequeños vídeos del municipio, cámaras de vigilancia, estaba listo para abrir al público”, aseguran. ¿Y por qué no? ¿Qué fue de aquel proyecto que reactivaría el turismo en el municipio?

Con la apertura de la primera fase de la carretera que une Agaete y La Aldea, el pasado 3 de julio, el incremento de visitantes al municipio se ha multiplicado. Este verano miles de personas se acercaban al oeste de Gran Canaria, la demanda de actividades es más que evidente y si existen infraestructuras y equipamientos ¿por qué no darles salida?

Compatibilizar la gestión del espacio arqueológico con la biodiversidad medioambiental de La Aldea es uno de los propósitos con el fin de atraer un público más naturalista y ecológico. Antes de que acabara 2017 estaba previsto que varios miembros de la Corporación insular se desplazaran al municipio para conocer la infraestructura y tomar una decisión. A día de hoy esa visita no se ha llevado a cabo.

Acabado ya 2017 y desde el actual gobierno insular sostienen que el Parador se pondrá en marcha en breve. “Para el año (por este 2018) que viene el Cabildo tiene un presupuesto adjudicado de 60.000 euros para la gestión del centro y se sacará a concurso igual que se ha hecho con el centro de interpretación del Bentayga”, informan a Canarias Ahora fuentes de la Consejería de Cultura. “Seguirá la pauta de concurso público”, aseguran.

Aún con una fecha por determinar ya que “el concurso público habrá que habilitarlo, activarlo, licitarlo y aprobarlo para adjudicarlo”, desde el Cabildo aseguran que el centro “estará abierto al público en 2018”.

Hasta que llegue ese momento, los vecinos de La Aldea y los visitantes del municipio tendrán que ver cómo un mamotreto que podría ofrecer oportunidades al municipio se va marchitando sin que nadie haga nada para remediarlo.

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