La plantilla denuncia “manipulación informativa en la Televisión Pública de Canarias”: se silencian las protestas y se ofrece solo la versión de Clavijo
El comité intercentros de la Radio Televisión Pública de Canarias ha denunciado este miércoles “prácticas de manipulación informativa” que, a su entender, se están produciendo desde dentro de la cadena. “Lo que comenzó con un silencio absoluto” frente a sus protestas por lo que consideran pretensiones privatizadoras por parte del Gobierno de Canarias “ha derivado en una estrategia deliberada para desvirtuar el conflicto, ocultar nuestras demandas y proyectar una única versión”, la del Ejecutivo de Fernando Clavijo.
En un comunicado hecho público la tarde de este miércoles, la plantilla recuerda que ya se prolonga durante más de un mes su protesta cada miércoles y cada viernes “para exigir que el anteproyecto de Ley del sector audiovisual canario garantice, sin ambigüedades, la gestión pública directa del servicio”. Durante este tiempo, recuerdan los representantes laborales, “la dirección de informativos justificó la ausencia de cobertura alegando que no existía una huelga formal convocada, y que por tanto, no era noticia. Sin embargo, gracias a la atención de otros medios y al eco generado en redes sociales, nuestra protesta ha logrado trascender. Hoy ya no pueden ignorar que existe un conflicto laboral dentro de la casa”.
Pero esa posición de la dirección de la cadena ha experimentado un salto cualitativo importante este miércoles. Y “aún más grave”, según el comité intercentros de RTVC: “Nuestra propia televisión, la tele de todas las canarias y todos los canarios, sí habla del anteproyecto, pero solo desde el punto de vista del Gobierno”. En una de las últimas piezas emitidas este miércoles, se utilizó como fondo una imagen de las protestas de la plantilla, mientras se daba paso exclusivamente a declaraciones del presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo para comentar lo que parecía ser la posición del Ejecutivo. “En ningún momento se ofreció la versión de la plantilla ni se incluyeron nuestras demandas, lo que constituye un ejemplo claro de manipulación informativa”.
Pese al anuncio gubernamental de que no se pretende la privatización de los espacios informativos, la plantilla insiste en que “el texto actual del anteproyecto no garantiza el servicio público informativo y que más puestos de trabajo esenciales estén blindados frente a posibles externalizaciones. A pesar de las declaraciones políticas que afirman lo contrario, el articulado no recoge garantías suficientes para evitar que se delegue en manos privadas una función esencial para la democracia, como es el derecho a una información veraz e independiente”, sostienen.
“Como representantes de las personas trabajadoras”, concluye el comunicado, “insistimos en que es fundamental mantener los servicios informativos ajenos a cualquier interés político, empresarial o particular. Lo contrario sería una grave amenaza para el papel que debe desempeñar una televisión y una radio pública en un sistema democrático: informar con rigor, pluralidad e independencia.
1