Una plataforma para evitar casos como el de Mahyuba
La familia que cuidó de la menor saharaui devuelta a los campamentos de Tinduf por orden de la Fiscalía de Canarias ha creado una plataforma en unión de otros colectivos para evitar un nuevo caso como el de esta niña, que estuvo a su cargo dos años por razones de salud, pero de forma irregular.
La madre acogente, Margarita Sánchez, una representante de los padres y madres del colegio “Las Mesas”, donde estudió la menor durante su estancia en Gran Canaria, y el delegado de la liga de jóvenes estudiantes saharauis en España, Ismael Emboiric, han presentado esta plataforma que lleva el nombre de la niña devuelta, “Mahyuba”.
La plataforma, según Sánchez, no es un proyecto político sino una iniciativa con la que se pretende que los niños saharauis vengan a España en condiciones óptimas y se regule su estancia con las mayores garantías, con programas individualizados y no como expedientes, como ha sido el caso de Mahyuba.
Así mismo, persigue que se ofrezca protección a la familia acogente por parte de las administraciones públicas.
La plataforma exige también mayor implicación de las administraciones públicas para el control en la entrada y salida de España de los niños saharauis que participan en el programa “Vacaciones en Paz” y que la asociación que gestiona esta iniciativa se encargue de regular la situación de estos menores.
Sánchez ha querido dejar claro que no tienen interés alguno en ir contra el Frente Polisario.
El único interés es que los niños saharauis vengan en condiciones óptimas, ha afirmado Sánchez, quien también ha considerado que se debe proceder a una reestructuración de los responsables de la asociación “Vacaciones en Paz”, cuyas bases desarrollan una buena labor pero su dirección no, por lo que se precisa un cambio para mejorar la atención a estos menores.
La plataforma ha convocado una concentración el próximo día 20 en la plaza de la Feria de Las Palmas de Gran Canaria en apoyo a Mahuyba y para que se estudien casos como el suyo, según ha indicado Sánchez.
Los componentes de la plataforma aseguran que existen otros menores en las misma situación irregular que Mahyuba, que por cuestiones sanitarias han extendido su permanencia en España pero sin regularizar su estancia.
Sánchez además ha lamentado que, en su caso, tras haber estado a cargo de esta niña durante dos años se le haya tratado como una “delincuente” y de manera “vejatoria”, cuando lo que ha hecho es cuidar de esta menor y preocuparse por su estado de salud.
Mahyuba, cuando llegó a Gran Canaria, en el verano de 2010, tenía diez años y pesaba 18 kilos, “estaba desnutrida”, ha indicado Sánchez, quien también ha dicho que la niña sufría asma y bronquitis espasmódicas, y que también se le advirtió escoliosis.
Además, la Dirección General del Menor fue quien le instó a que regularizar la situación de la niña en 2011, por lo que inició todos los trámites para constituirse como familia de acogida, que se vieron truncados por el lento proceder de la administración y porque la madre de la menor no llegó a firmar la documentación.
Según Emboiric, la madre “fue presionada para no firmar esos papeles”.
Sánchez ha insistido en que su preocupación es que la menor, con la que ha dicho que habla cada dos o tres días, empeore su estado de salud debido a las condiciones en las que se vive en los campamentos de Tinduf, que se están despoblando por las hambrunas que están sufriendo, según la información que dispone.
La Fiscalía de Canarias ordenó que la menor regresara a Tinduf tras comprobar que su madre la reclamaba y por considerar que su estado de salud había mejorado.
