La Policía desaloja un edificio ‘okupa’ en Las Palmas de Gran Canaria
La Policía Nacional ha desalojado la mañana de este miércoles un edificio okupa ubicado en la calle Menéndez Pelayo de Las Palmas de Gran Canaria, en cuya fachada se podían ver flores y una pintada que rezaba “buenos días mundo”. Según han informado desde el Cuerpo, el desalojo se ha llevado a cabo por orden del Juzgado de Instrucción número 1 de la capital, con la finalidad de devolver el inmueble a su legítimo dueño.
Vecinos que pasaban por la vía en el momento en que actuaban los agentes comentaron a Canarias Ahora que el lugar, localizado cerca de la zona comercial de Mesa y López, llevaba varios años abandonado. Según comentaron, los policías accedieron al interior a través de la puerta principal y del tejado del edificio colindante.
Una de las primeras reacciones de una mujer que se encontraba dentro fue la de tirar una prenda por el balcón superior del inmueble. Según comentó el dueño de un comercio cercano, fueron dos las personas que comenzaron a okupar el sitio hace menos de un año y posteriormente se les llegaron a unir hasta 25 o 40 más.
Asimismo, comentó haber visto a niños y bebés acompañando a adultos con mochilas que se quedaban durante un tiempo. En su opinión, las personas que pernoctaban el edificio okupado no eran indigentes, contaban con vestimenta propia del movimiento y, en ocasiones, habían incluso llegado a la puerta del lugar en taxi. La sensación que tenía el empresario, era que el edificio se utilizaba a modo de hostal.
Sin embargo, las personas que habían amanecido en el inmueble aseguraron a este medio, tras ser desalojados, que nunca habían cobrado a nadie por pasar la noche.
Entre los más de 10 hombres y mujeres que salieron por la puerta principal, se encontraban dos niños de corta edad. La madre de uno de ellos aseguró contar con casa en otro municipio de Gran Canaria y que tan solo había pasado una noche en el edificio.
Otros afirmaron que el desalojo les cogió por sorpresa y que habían tratado de ponerse en contacto con el dueño de la propiedad en diversas ocasiones, sin éxito. Motivo por el que consideraron la vigente ley de desahucios como “injusta”. Sin embargo, ninguno quiso dar una cifra de personas que habían llegado a residir en el lugar.
Lo que sí manifestaron fue haber acondicionado la propiedad que se encontraba abandonada “con escombros, mucha basura y el material destrozado” y haber trabajado durante meses en su limpieza.
La Policía, dijeron algunos, les permitió recoger sus pertenencias y abandonar el lugar de forma pacífica. Otro, por el contrario, aseguró contrariado que los agentes le habían “destrozado” el espacio independiente con el que contaba. Entre las cosas que sacaron por la puerta había bicicletas, carritos para niños y guitarras.
Tres furgones del Cuerpo Nacional bloquearon parte de la calle Alemania hasta hasta las 12.00 horas, momento en el que los agentes culminaron el desalojo y dejaron trabajar a las personas encargadas de arreglar la puerta de acceso al inmueble, que los policías habían abierto a la fuerza.
“Vienen con un palo a derribarnos la puerta y a tratarnos como unos mierdas”, denunció uno de los desalojados. A partir de ahora “nos seguiremos buscando la vida”, concluyó.
Recientemente, el primer teniente de alcalde y concejal de Urbanismo de Las Palmas de Gran Canaria, Javier Doreste, había afirmado a este medio que el movimiento no le causaba rechazo dependiendo de lo que sea ‘okupado’. Al respecto, dijo que “ha subido tremendamente el nivel de desahucios por impago de alquiler y muchísimas veces no se trata de una gran inmobiliaria, sino de una persona que lo que tiene es una pensión y un complemento de renta que le da ese alquiler. Cuando la okupación es pacífica no hay ningún problema, otro problema es cuando se convierte ya en violencia urbana”.