Repetir curso es “ineficaz” y cuesta a España lo mismo que el presupuesto que destinó Canarias a Educación en 2019

Alumnos de un instituto en clase.

Jennifer Jiménez

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En el curso 2019-2020, un total de 234.500 estudiantes repitieron curso en toda España. Se trata de un dato que en términos económicos se traduce en un coste de 1.441 millones de euros, lo que supone un 6,2% del gasto público en educación Primaria y Secundaria o, lo que es lo mismo, el equivalente al presupuesto de Educación no universitaria que destinó Canarias en el año 2019 (un presupuesto que, no obstante, se ha ido incrementando en los últimos tres años). Así lo concluye un informe de Save the Children presentado este martes y que desmonta muchos de los mitos que existen alrededor de la repetición de curso. “Dado su nulo efecto positivo y su elevado coste, la repetición es una medida muy ineficiente”, concluye. 

El informe destaca que España es el país con mayor tasa de repetición de curso en la Unión Europea y la OCDE. De hecho, a los 15 años el 29% del alumnado ha repetido curso alguna vez. “Nuestro sistema educativo es una anomalía en este aspecto”, remarca Save The Children, que añade que “España tiene ocho veces el nivel de repetición de Finlandia con la misma normativa”. Recuerda también que la Comisión Europea señala que en los países en los que esta tasa es más alta existe una “cultura de la repetición”, es decir, la idea socialmente compartida sobre los supuestos beneficios de esta medida. 

Con los datos presentados este martes, la organización derriba algunos mitos y apunta que “dos de cada tres socios de la OCDE tienen tasas de repetición inferiores al 10%” y, por tanto, “no solo es que un sistema educativo pueda funcionar con un nivel residual de repetición de curso, sino que es lo más común en los países desarrollados”. Así mismo, desmitifica que el nivel educativo de España sea más bajo, pues “los criterios empleados en España para juzgar satisfactorio el progreso escolar son más duros que los establecidos por la OCDE y los países de nuestro entorno” y aclara que “uno de cada tres repetidores ha alcanzado el nivel de competencia básico del informe PISA en todas las materias y ha logrado las metas establecidas al final de la escolarización obligatoria”.

Como ya habían demostrado otros informes y expertos, el contexto socioeconómico influye y “ante dos estudiantes con conocimientos, dificultades de aprendizaje y niveles de motivación similares, el de nivel socioeconómico y cultural bajo tiene casi tres veces más probabilidades de repetir que el de clase acomodada”. 

Canarias mejora sus datos

En Canarias la tasa de repetidores ha ido disminuyendo. Según datos del Ministerio de Educación, el porcentaje de alumnado que promociona en cuarto de ESO es de 93,7% y en segundo de Bachillerato, el porcentaje es de 94,4%. Además, el abandono escolar temprano (definido como el porcentaje de la población de 18 a 24 años que no ha completado la segunda etapa del nivel de Educación Secundaria y que no sigue ningún tipo de educación-formación)  también se ha ido reduciendo en los últimos años hasta alcanzar cifras históricas. De este modo, ha pasado del 18,2% en 2020 al 11,8% en 2021, una caída de 6,4 puntos porcentuales que constituye la mayor de la serie histórica (desde 2002).

Un informe sobre la realidad educativa elaborado por el Consejo Escolar de Canarias presentado en 2020 reflejaba que el 40% del alumnado había repetido algún curso antes de los 15 años, aunque esta tendencia se había ido reduciendo en los últimos cinco años. Además, subrayaba entonces que “la repetición es considerada actualmente una medida de carácter excepcional, que se puede adoptar una sola vez a lo largo de las etapas de Educación Primaria y Secundaria, siempre que se adopten con anterioridad medidas ordinarias de refuerzo y apoyo para solventar las dificultades de aprendizaje del alumnado”.

Save The Children señala que la repetición tiene “un efecto nulo sobre el aprendizaje y perjudica al alumnado de bajo nivel educativo y socioeconómico”. Además, “es especialmente negativa cuando se aplica como se hace en España, repitiendo los mismos contenidos de la misma forma y sin medidas de acompañamiento”.  Otro mito tiene que ver con la motivación, y el informe refleja que “repetir curso reduce significativamente la autoestima y el esfuerzo del alumnado, especialmente cuanto más tarde se produce la repetición durante la escolarización”. 

¿A qué se podría dedicar ese gasto de 1.441 millones de euros?

Save The children propone dedicar esa partida al refuerzo extraescolar en grupos pequeños para 2.217.000 estudiantes de toda España; 44.700 docentes extra para co-docencia, agrupamientos flexibles o estrategias de diferenciación en el aula; dos formadores para cada uno de los centros públicos y concertados de Primaria y ESO para acompañar a equipos docentes en la experimentación, reflexión y cambio de prácticas o incorporar 42.200 orientadores y trabajadores sociales más para identificación y seguimiento a alumnado en riesgo. 

“Necesitamos un cambio de cultural global que requiere tiempo y una mirada de la educación a largo plazo, algo de lo que en España no podemos presumir”, concluye el informe, que también añade que la experiencia internacional prueba que existen alternativas que ya se están poniendo en marcha en países que tenían la misma “cultura de la repetición” con niveles más altos que España, y cita el ejemplo de Francia o Portugal. “Esos países han logrado reducirla más rápido que nosotros, mejorando el aprendizaje, el éxito escolar y la equidad”, apunta.

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