Salen a subasta naves, parcelas, oficinas y maquinaria de JSP por valor de 68 millones

Instalaciones de la empresa canaria JSP

Efe

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La entidad Asemar, especializada en la venta de activos provenientes de procedimientos judiciales, gestionará la subasta de las cuatro unidades productivas del Grupo José Sánchez Peñate, S.A. (JSP), en una oferta que incluye las naves industriales de Güímar, Los Baldíos y Los Majuelos, en Tenerife, y en El Tablero, en Gran Canaria, además de parcelas, oficinas, almacenes y máquinas valoradas en unos 68 millones de euros.

La entidad señala que los activos saldrán a subasta a través de su web y estarán disponibles hasta finales de junio.

El grupo JSP, compuesto por las compañías JSP S.A. y Celgán S.L. tras la integración de 2018, firmó un Acuerdo Marco de Reestructuración con las entidades financieras en ese mismo año, pero la insuficiencia en las medidas de reestructuración implementadas provocó que en julio de 2021 JSP solicitara voluntariamente el concurso de acreedores ante el Juzgado de los Mercantil Número 2 de las Palmas.

La suma de los activos del grupo contempla la planta de producción de lácteos ubicada en Güímar (Tenerife); la unidad de yogures y postres, con inmuebles en Los Baldíos (Tenerife) y Getafe (Madrid); la unidad productiva de panadería en El Tablero (Gran Canaria) y el tostadero de café situado en Los Majuelos (Santa Cruz de Tenerife).

Son las cuatro unidades productivas que el grupo industrial de alimentación JSP saca a la venta, junto a parcelas, oficinas, maquinaria y cuatro almacenes de distribución localizadas en distintos puntos de Canarias.

El centro de producción de leche y derivados lácteos localizado en Güímar alberga más de 15.000 metros cuadrados repartidos en un almacén y una nave industrial de producción.

Por su parte, la planta de Los Baldíos, también en Tenerife, es un complejo conformado por dos naves industriales y un edificio con una superficie útil total de 6.430 metros cuadrados.

En el caso de la panificadora de El Tablero, en Gran Canaria, se trata de una edificación de dos plantas que consta de planta de almacenaje y oficinas, con un total de 3.155 metros cuadrados.

Además, el tostadero de café de Los Majuelos, en Tenerife, consta de una edificación para almacén y fábrica junto a un edificio con tres plantas de oficinas, sumando 25.965 metros cuadrados en total.

Según ha explicado el director de Asemar, Rafael Tarazaga, “no se trata de un proceso de subasta de un activo convencional, ya que son unidades productivas de una compañía estratégica para los intereses de las islas”.

“En este caso, la entidad especializada implementará un primer proceso con técnicas tradicionales que permitan la evaluación y selección de los mejores candidatos para participar en una fase final de subasta extrajudicial. De esta se logrará una adecuada ponderación de los interesados que reúnan una serie de requisitos, como acreditar su solvencia financiera y tener conocimiento previo del sector para dar una nueva vida a los activos, al negocio y a las propias plantillas que integran la compañía”, ha agregado.

Según Asemar, la ley establece el deber del adquiriente de continuar o reiniciar la actividad con las unidades productivas por un mínimo de tres años, “de ahí esa seguridad de reunir y acreditar la suficiente solvencia financiera y conocimiento del sector”.

De esta forma, en una primera fase Asemar abre un proceso concurrencial abierto, público “y transparente” de captación de ofertas, que incluye la divulgación y promoción del proceso de venta, además de la búsqueda de potenciales compradores y la selección de finalistas junto con la Administración Concursal.

A partir de ahí, los autores de las ofertas finales seleccionadas concurrirán a una subasta extrajudicial realizada por Asemar como entidad especializada.

La celebración de la subasta tendrá lugar el día y a la hora señalada por Asemar y su duración mínima será de 5 horas, siendo su última fase la formalización de la operación mediante otorgamiento de la escritura pública de compraventa, previa notificación de la resolución judicial que apruebe la adjudicación.

Según Asemar, este procedimiento de venta de las unidades productivas, cuya puesta en marcha ya ha sido autorizado por el juez del concurso, supone un movimiento “de gran trascendencia para el ecosistema agroalimentario de Canarias, un sector clave para la economía de esta comunidad autónoma que está compuesto por más de 1.000 empresas y una facturación de 1.500 millones de euros en 2020”. 

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