El viaducto del Tívoli abrirá al tráfico en diciembre
Las obras de reparación de la carretera GC-1 en la zona del Tívoli avanzan en plazo y está previsto que se abra al tráfico en diciembre y culminarse en su totalidad en el mes de marzo, con la creación de un viaducto de 40 metros de largo y capacidad para tres carriles.
El proyecto creará una calzada sustentada por una estructura que salta sobre la zona afectada y está cimentada mediante micro pilotes empotrados en el macizo rocoso, informa el Cabildo de Gran Canaria.
El diseño del viaducto en ejecución está formado por un núcleo central de hormigón postesado y un voladizo exterior con piezas prefabricadas denominadas jabalcones y de prelosas nervadas.
La obra, que se realiza por fases y sin suponer el corte de la circulación de los tres carriles actuales, viene a resolver el derrumbe de un muro de talud de la GC-1, a la altura del Tívoli en la entrada a la capital grancanaria el pasado mes de diciembre.
El colapso de este muro provocó el deslizamiento del terraplén a media ladera de la carretera y por tanto el cierre de dos carriles de los tres disponibles, algo que se resolvió en algo menos de tres semanas con un desvío provisional.
La primera fase de la construcción de la estructura definitiva consistió inicialmente en el aseguramiento de la calzada y de esta manera habilitar tres carriles de circulación en condiciones óptimas de seguridad y restituir la capacidad de la vía para soportar el tráfico. La segunda fase comenzó su ejecución en agosto de 2020 y se estima su apertura provisional con señalización aún de obra a finales del próximo mes de diciembre.
El plazo de finalización de los trabajos, debido a su complejidad, se prevé finalicen en marzo de 2021.
Con esta obra, ha indicado en un comunicado el consejero insular de Obras Públicas, Miguel Ángel Pérez del Pino, se da respuesta a los “dos grandes problemas de la zona: el drenaje y la mala calidad geotécnica del terreno”.
La justificación de la solución adoptada se resume en que el mantenimiento del trazado de la GC-1 pasa por el drenaje, que fue el motivo del colapso del muro, y de esta forma “queda asegurado” con la “fiabilidad del sistema estructural, seguridad en la construcción y la conservación y el mantenimiento”.
El también vicepresidente del Cabildo de Gran Canaria ha indicado que agradece el esfuerzo de la empresa Lopesan, adjudicataria de la obra de emergencia, y su personal que están “haciendo posible la apertura en tiempo récord del tramo afectado”.
Igualmente ha señalado encontrarse “muy satisfecho por la calidad de los trabajos visualizados”, por encontrar la “solución más adecuada para la zona e incorporando una estructura singular adaptada a la orografía de los terrenos” y que garantizan una “mayor durabilidad” de esta infraestructura que es “de vital importancia” para la isla de Gran Canaria.
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